Las leyes acorralan a Uber
La aplicaci¨®n se ha prohibido o suspendido en 13 pa¨ªses o ciudades
Uber no es una plataforma de comercio colaborativo cualquiera. La empresa, que a trav¨¦s de una aplicaci¨®n para m¨®viles permite a los particulares ofrecer su coche como medio de transporte p¨²blico, es un gigante valorado en 32.200 millones de euros que cuenta con Google y el banco de inversi¨®n Goldman Sachs entre sus inversores. Sus atrevidas pol¨ªticas empresariales han llegado a contemplar hasta la posibilidad de investigar la vida privada de los periodistas que siguen a la firma y le han permitido asentarse en 52 pa¨ªses y m¨¢s de 250 ciudades.
Pero esta expansi¨®n tan agresiva tiene su precio: el pasado martes Espa?a se convirti¨® en un nuevo miembro del numeroso grupo de lugares ¡ªdesde Corea del Sur hasta algunos Estados de EE UU, pasando por India y varios pa¨ªses y ciudades de la UE¡ª que han prohibido o suspendido cautelarmente su servicio. Unas medidas que, al cuestionar su modelo de negocio, ponen en duda la futura viabilidad de Uber.
Google y Goldman Sachs figuran entre los inversores de la firma
El pasado 9 de diciembre, el Juzgado de lo Mercantil n¨²mero 2 de Madrid orden¨® el cese cautelar de las actividades de Uber en Espa?a. La medida, impulsada por la demanda de la Asociaci¨®n Madrile?a del Taxi, uno de los gremios que han protagonizado en los ¨²ltimos meses las protestas contra la firma, no parece preocupar a los conductores que usan su plataforma: ¡°Todo va a seguir igual. El mercado lo hacen los usuarios, que siguen aumentando. Les gusta el servicio y la manera en la que funciona, no solo el hecho de que sea m¨¢s barato¡±, asegur¨® un ch¨®fer, que prefiri¨® mantener el anonimato, durante un viaje en Madrid justo el d¨ªa siguiente a la decisi¨®n del tribunal.
Pese a los problemas legales que han surgido en relaci¨®n con Uber y AirBnB, la empresa de mayor envergadura en el sector tur¨ªstico ¡ªla otra pata del ¨¦xito de estas nuevas firmas¡ª el comercio colaborativo ya es un fen¨®meno imparable. O, al menos, esta es la opini¨®n de los analistas: ¡°La ¨²nica cosa que las autoridades pueden hacer ahora es regular estos nuevos sectores, porque este crecimiento no se va a desinflar. En vez de gastar 10.000 euros en un aval [necesario para hacer efectivas las medidas cautelares], los taxistas deber¨ªan haber invertido su dinero en desarrollar una buena app [aplicaci¨®n] que les permita competir en el mismo terreno de Uber¡±, sentencia Sanyu Karani, fundador de FundingBox, una aceleradora de start-up con sede en Nueva York que colabora con varias empresas en ¨¢mbito colaborativo.
M¨¢s all¨¢ de las fronteras espa?olas, Uber lo tiene igual de dif¨ªcil. El lunes fue un d¨ªa negro para la empresa: las autoridades de la capital india, Nueva Delhi, prohibieron el servicio tras el arresto de un conductor por la supuesta violaci¨®n de una pasajera de 25 a?os; el departamento de Transporte Municipal de R¨ªo de Janeiro ¡ªque en 2016 acoger¨¢ los Juegos Ol¨ªmpicos¡ª pidi¨® la intervenci¨®n de la Polic¨ªa contra la empresa, que considera ilegal por no haber solicitado las licencias necesarias para operar en la ciudad brasile?a; un tribunal de Pa¨ªses Bajos bloque¨® la aplicaci¨®n y las autoridades de Portland, en Estados Unidos, la denunciaron por violar las leyes ciudadanas.
El total de pa¨ªses, administraciones regionales y ciudades que sancionaron, suspendieron o prohibieron a Uber ya asciende a 13. Y eso, seg¨²n Luis Tamayo, soci¨®logo experto en comercio colaborativo y miembro de Ouishare, una organizaci¨®n internacional que ofrece apoyo a empresas y particulares en este ¨¢mbito, empa?a la imagen de un mundo que va mucho m¨¢s all¨¢ de una sola empresa: ¡°Uber no representa toda la econom¨ªa colaborativa. Es m¨¢s, se trata de un modelo que despierta dudas, porque es dif¨ªcil de entender si los conductores son particulares o hay que considerarles como profesionales. Sus problemas legales est¨¢n centrando la atenci¨®n en este aspecto y acaban menoscabando un universo de empresas colaborativas que nunca tuvieron este tipo de problemas¡±, asegura.
¡°La novedad est¨¢ en el tipo de negocio, no en la empresa¡±, afirma un experto
Uber, sin embargo, est¨¢ destinado a seguir adelante: ¡°Su potencial est¨¢ en los inversores que las sostienen. ?Por qu¨¦ gigantes como Goldman Sachs y Google se est¨¢n comprometiendo tanto con una empresa que de momento es como m¨ªnimo alegal? El modelo de negocio que Uber propone va de la mano con los proyectos del gigante californiano, como por ejemplo el coche sin conductor, y estos proyectos no har¨¢n nada m¨¢s sino potenciar su negocio¡±.
Pese a las trabas legales, el ¨¦xito de Uber parece entonces imparable. En la tienda virtual del sistema operativo para m¨®viles Android, el m¨¢s utilizado en el mundo, las descargas de la aplicaci¨®n alcanzan los cinco millones. Pero Sanyu Karani, de FundingBox, hace hincapi¨¦ en las ventajas que supone aprovechar un vac¨ªo legal: ¡°Las reglas del juego no son justas. Uber opera sin licencias y no paga impuestos como los taxis tradicionales. No obstante, no se puede poner puertas al campo. Hay que implementar unas reglas que permitan adaptar el sistema a varios modelos de negocios. Y hay que hacerlo ya¡±, puntualiza.
?Y qu¨¦ pasar¨ªa si una nueva regulaci¨®n y el pago de impuestos acabaran con las tarifas tan baratas de Uber y su negocio dejase de ser rentable? Karani responde: ¡°Otra empresa se inventar¨¢ un modelo que lo sea y se har¨¢ con ese hueco de mercado. Lo rompedor no est¨¢ en Uber, sino en las novedades que su modelo de negocio conlleva. Es eso lo que verdaderamente no se puede parar¡±.
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