A mi empleado lo formo yo
Las compa?¨ªas conf¨ªan cada vez m¨¢s a sus universidades la instrucci¨®n de directivos
En el campus de Universitas de Telef¨®nica, en la Roca del Vall¨¦s (Barcelona), situado en un paraje paradis¨ªaco, directivos de la compa?¨ªa venidos de todo el mundo reparten los dos o tres d¨ªas que pasan en el lugar asistiendo a cursos y seminarios, pero les queda tiempo tambi¨¦n para tomar copas en un bar de dise?o, degustar comida gourmet, organizar debates y jugar al tenis o al f¨²tbol. La idea es que su paso por el centro les resulte, dicen, ¡°transformativo en lo profesional y personal¡±. Pero Telef¨®nica no es la ¨²nica en haber creado su universidad. Empresas como Gas Natural Fenosa, Iberdrola, BBVA, Ferrovial, NH Hoteles o el Banco Santander han fundado instituciones similares.
?Qu¨¦ explica esta proliferaci¨®n de universidades de empresa? Lo primero, que los cursos in company de las escuelas de negocios solo son efectivos a medias ya que, al final, los conocimientos t¨¦cnicos y de negocio est¨¢n dentro y no fuera de las empresas. De modo que estas han concluido que es decisivo tener en sus manos los resortes de formaci¨®n esenciales para alinear la transmisi¨®n de conocimientos con su estrategia de negocio. Alexandra Brandao, directora de Conocimiento del Banco Santander, cuya universidad ¡ªEl Solaruco¡ª est¨¢ en la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte (Madrid), dice que ¡°no podemos dejar el conocimiento del grupo, que debe ser del Santander para el Santander, en manos de entidades externas. El cerebro de esta actividad debe estar en la compa?¨ªa¡±. Y en Gas Natural Fenosa, Teresa Manobens, responsable de su universidad (con el Campus en ?vila), a?ade que para ellos ¡°es b¨¢sico tener un veh¨ªculo corporativo que destile el conocimiento del grupo¡±.
Lazos con escuelas de negocios
Durante un tiempo, se pens¨® que las universidades corporativas ser¨ªan una amenaza para las escuelas de negocio, pero no ha sido as¨ª. Estas universidades, si bien tienen sus propias estructuras, siguen confiando parte de la actividad de dise?o de los cursos y de las clases a escuelas de negocios y universidades. Vives, de ESADE, asegura que los servicios a las universidades corporativas ¡°son una l¨ªnea de negocio ascendiente para nosotros ya que tenemos la experiencia en el dise?o y gesti¨®n de los cursos¡±. ESADE, por ejemplo, trabaja con la Bayer Academy, la FIA University y la Telekom Austria Business School, fuera de Espa?a, y con la Universidad de Gas Natural, el Centro de Desarrollo Corporativo de la Caixa y la Universidad de Ferrovial, en Espa?a.
En Summa, la Universidad de Ferrovial, en el Euroforum Felipe II de El Escorial, su responsable, Juan Ram¨®n Garc¨ªa, explica que es vital ¡°tener un catalizador de talento, un sitio en el que nuestra gente se encuentre, se desarrolle y adquiera orgullo de pertenencia la empresa¡±. Y Rory Simpson, responsable de Formaci¨®n de Telef¨®nica, a?ade que ¡°como las empresas no cambian por si solas, sino que son las personas las que las hacen cambiar, necesitamos una universidad que nos ayude a transformar los directivos para que puedan, ellos, transformar la empresa¡±.
Esto es una ruptura en el mundo de la formaci¨®n en negocios. ¡°Si antes se buscaba formar a las personas, en estos centros el objetivo es el impacto en el negocio¡± reconoce Luis Vives, director de Custom Programs de ESADE. Y esto no es todo. Con estos centros, las empresas env¨ªan un mensaje a sus plantillas; que se interesan por su formaci¨®n, un mensaje que confirman al enviar a sus m¨¢s altos ejecutivos a impartir sesiones en los cursos m¨¢s relevantes. En la del BBVA, en La Moraleja (Madrid), ¡°el presidente o el consejero delegado asisten cada a?o a los 20 programas m¨¢s importantes¡±, se?ala Luis S¨¢nchez Navarrete, director de Pol¨ªticas de Recursos Humanos del banco. Igual de importante es el networking (contactos) que se genera en los cursos, que sirve para intensificar el intercambio de experiencias entre profesionales de pa¨ªses y culturas distintos, y los debates en las aulas, que obedecen a la idea expresada por Simpson de que ¡°todas las respuestas a cualquier problema est¨¢n ya dentro de la compa?¨ªa: los debates hacen que surjan las soluciones¡±.
Nacidas en los a?os 70 u 80 ¡ªlas pioneras fueron la Hamburger University de McDonald¡¯s y Crottonville de General Electric¡ª en EE UU, estas universidades se han expandido por el mundo en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Ya hay casi mil de estos centros, en Espa?a unos 50. El primero fue el de Gas Natural Fenosa, fundado en el 2000. Luego llegar¨ªan, entre otros, el del Santander en el 2004, el de Ferrovial en el 2007, el de Telef¨®nica en el 2009 y el del BBVA en el 2010. Aunque todas estas se autocalifiquen como universidades, no son iguales. Mientras algunas priman la formaci¨®n en estrategia, cultura y liderazgo y dejan los temas t¨¦cnicos o de gesti¨®n diaria en ¨¢mbitos inferiores, otras tratan de abarcar lo m¨¢s posible. Entre las primeras est¨¢ la de Telef¨®nica. ¡°Los centros de formaci¨®n t¨¦cnicos y pegados al negocio¡±, explica Simpson, ¡°est¨¢n en las unidades operativas, no en la universidad¡±. Algo similar ocurre en Ferrovial, cuyo centro da prioridad a los temas transversales, que valen para todas las divisiones. Ya las universidades del BBVA o del Santander cubren toda la formaci¨®n de alto o medio nivel. Esta ¨²ltima integra escuelas sobre temas de riesgos, banca comercial o auditor¨ªa. Igual que en Gas Natural Fenosa, donde insisten en que toda la formaci¨®n, incluidas las competencias t¨¦cnicas en ciclos combinados o gesti¨®n de procesos, se haga a trav¨¦s de la universidad.
Una tendencia com¨²n es que todas buscan dar m¨¢s peso a los ejecutivos de la casa como formadores. Hace a?os la mayor parte de las clases las daban profesionales de escuelas de negocios o consultoras: ahora el peso de los ejecutivos como profesores es mayor. En Telef¨®nica son el 75% del total. En el Santander la ubicaci¨®n de su Universidad en la Ciudad Financiera del banco se decidi¨® precisamente para facilitar la presencia de los altos directivos en las clases. El esfuerzo de las empresas para mantener estas universidades es alto. Estos centros salen caros. Hay que financiar campus con edificios, instalaciones y zonas verdes, traer a empleados de todo el mundo y alojarlos en un entorno lujoso. En el campus de Telef¨®nica hay 180 habitaciones y en el de Gas Natural Fenosa pueden alojarse 300 personas. Luego est¨¢ el dise?o de los cursos, en colaboraci¨®n con entidades exteriores, y la retribuci¨®n de profesores y conferencistas. Muchos de estos centros tienen subsedes en el exterior. La de Gas Natural est¨¢ en 12 pa¨ªses y la del BBVA, ¡°tiene su r¨¦plica en siete, entre ellos M¨¦xico, EE. UU. o Colombia¡±, apunta Navarrete.
La actividad de estas universidades es intensa. La de Telef¨®nica alcanzar¨¢ este a?o los 6.000 asistentes. En la de Gas Natural acudieron 92.000 personas en 2014, cinco veces la plantilla del grupo, un total de 750.000 horas de formaci¨®n. La del BBVA dio formaci¨®n a unas 25.000 personas, que recibieron 1,2 millones de horas lectivas. La creciente implantaci¨®n de estos centros revela que est¨¢n siendo efectivas. En Gas Natural Fenosa, Manobens explica que ¡°ha ayudado a crear una cultura de empresa tras la fusi¨®n¡±. Y en Ferrovial que jug¨® un gran papel en la internacionalizaci¨®n. ¡°Nos ha ayudado en la diversificaci¨®n hac¨ªa nuevos negocios y nuevos mercados¡±, asegura Garc¨ªa. De ah¨ª que casi todas las compa?¨ªas piensen ampliar estos centros. ¡°Ha dado muy buenos resultados para nosotros y la vamos hacer crecer¡±, dice Simpson.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.