El imperio de los coches ¡®low-cost¡¯
Los fabricantes apuestan por veh¨ªculos de bajo precio para capear la crisis en la UE y llegar a los mercados emergentes
Hace unos a?os pocos apostaban a que Renault fuera a triunfar con Dacia, un oscuro fabricante rumano adquirido por la marca francesa. Aun cuando sus coches estaban pensados para Europa del Este y los pa¨ªses emergentes, se los ve ahora por las calles de toda Europa. El Sandero, que cuesta menos de 7.000 euros con los descuentos, es el preferido entre los llamados low cost, los de menos de 8.500 euros. Hasta noviembre vendi¨® 19.394 unidades, as¨ª que la marca rumana supone ya el 30% de todas las ventas del grupo Renault en Espa?a. El fabricante franc¨¦s lanzar¨¢ en breve modelos del Dacia a menos de 4.000 euros, sobre todo pensados para los mercados emergentes y producidos en India, pero que no se descarta que lleguen a Europa.
?Qu¨¦ explica el ¨¦xito de Dacia y otros modelos de bajo precio? Ante todo la crisis, que ha arrasado con el segmento medio, los coches de m¨¢s de 12.000 o 13.000 euros. Igual que en otros sectores, el autom¨®vil est¨¢ polarizado entre los productos baratos (entry) y los de lujo (premium). ¡°Hay mucha gente que necesita un coche y ahora no puede pagar m¨¢s de 8.000 euros¡±, explica David Barrientos, portavoz de ANFAC, la patronal de la industria. Ricardo Conesa, experto en automoci¨®n de IE Business School, a?ade que ¡°antes hab¨ªa mayor alegr¨ªa, pero ahora hay gente que solo va a comprar un coche cuando el suyo se estropea. Y, cuando lo hacen, buscan un tipo de veh¨ªculos de cuyo proceso de fabricaci¨®n se ha eliminado todo lo que es superfluo¡±.
El a?o pasado los coches del segmento peque?o y medio bajo coparon el 62% del mercado. De los 15 modelos m¨¢s vendidos hasta noviembre, solo seis cuestan m¨¢s de 12.000 euros y dos m¨¢s de 15.000. Los nueve restantes son de precio inferior y hay cinco por debajo de los 9.500 euros. La carrera de los fabricantes por lanzar nuevas versiones s¨²per baratas e incluso crear marcas espec¨ªficas en ese segmento, est¨¢ al rojo. Volkswagen baraja la creaci¨®n de una marca dirigida al segmento low cost, mientras su filial Seat ya tiene el MII, que se vende a partir de los 6.200 euros. Tambi¨¦n Fiat ha anunciado que va a centrarse en el segmento bajo con las l¨ªneas 500 y Panda, y en el premium, con Maserati y Alfa Romeo. Ford lanza una versi¨®n del Ka, m¨¢s barata, que se produce en Brasil. PSA, golpeada por su fuerte posici¨®n en el segmento medio, busca coches de menor precio y, para hacerlo, quiere fabricar en Marruecos. Ya tiene, entre otros, el C4 Cactus, que se fabrica en Espa?a.
Aparte de la crisis en Europa, la necesidad de ofertar coches asequibles para las clases medias de Asia o Latinoam¨¦rica es la otra palanca que est¨¢ moviendo al segmento bajo. General Motors y Ford van a producir coches low cost en India, un pa¨ªs en el que predominan los veh¨ªculos peque?os de marcas locales, como Tata y Mahindra, o de fabricantes del sureste asi¨¢tico como Hyundai, Honda y Suzuki. Al margen de sus planes en el segmento, todas las marcas han bajado precios. Tanto, que muchos de sus modelos se han deslizado al low cost, sobre todo con los descuentos del plan PIVE. Citro?n tiene su C3 a partir de los 7.850 euros, Volkswagen su Skoda Fabia desde los 6.700 euros y Ford su Ka en 5.400 euros.
Pero dise?ar, fabricar y vender un coche low cost puro y duro no es f¨¢cil. Una de las claves est¨¢ en partir de cero, con una empresa separada de la matriz, el caso de Renault con Dacia. Un experimento que ha sentado un precedente. ¡°Acertaron al separar ese segmento inferior de la marca Renault, al tiempo que transmiten que, al final, es un Renault 100%, una garant¨ªa de calidad¡±, reconoce Conesa. Lo cierto es que los Dacia han logrado una gran relaci¨®n calidad-precio por los menores costes salariales en Rumania (ocho veces menos que la media de la UE), pero tambi¨¦n porque la empresa redise?¨® todo el sistema industrial y de distribuci¨®n. Renault utiliza en Rumania un sistema de desarrollo en funci¨®n del coste, soluciones ya probadas y una producci¨®n altamente intensiva en mano de obra.
El segmento est¨¢ pensado para el conductor urbano sin caprichos
Renault no ha mostrado complejos con Dacia. Sus coches son b¨¢sicos y punto. ¡°Hemos puesto s¨®lo el equipamiento b¨¢sico¡±, explica Jes¨²s Presa, portavoz de Renault. Seg¨²n los expertos, es vital que los low cost se conciban para conductores que quieren desplazarse sin m¨¢s y est¨¦n dispuestos a renunciar a todos los lujos extra. Se trata de coches austeros, algunos sin aire acondicionado y con revestimientos baratos y salpicaderos sencillos. Los acabados son elementales, los cableados y electr¨®nica, de la generaci¨®n anterior. No hay conectividad a Internet, ni sensores ni GPS. A algunos fabricantes esto les suena a sacrilegio. Con la industria embarcada en incorporar la ¨²ltima tecnolog¨ªa a la conducci¨®n, a algunos directivos no les entusiasma la idea de hacer un coche desnudo de estos elementos.
Tampoco les gusta, aun cuando ofrezca coches baratos, la palabra low cost, que evitan, como si conllevara un estigma. ¡°No hacemos coches low cost¡±, dicen en Ford, ¡°sino veh¨ªculos a buen precio con los equipamientos y prestaciones habituales en un modelo de la marca¡±. Hablan igual en Kia: ¡°Queremos ofrecer precios competitivos, pero no asociar nuestra marca al concepto low cost¡±.
¡°Low cost es un t¨¦rmino que tiene un matiz peyorativo¡±, explica un ejecutivo del sector. Esos temores tienen cierta raz¨®n de ser. En el imaginario popular, el t¨¦rmino va ligado a los coches chinos o indios que quieren entrar en Europa y no pueden porque no superan las exigencias en materia de dise?o, durabilidad, confort, emisiones y, sobre todo, seguridad.
Dacia, filial de Renault, ha sentado un precedente de ¨¦xito dif¨ªcil de imitar
¡°Si quieres vender aqu¨ª un coche de 3.000 euros y tienes que pagar el transporte y cumplir las exigencias de seguridad ya se te pone en seis o siete mil euros¡±, explica Barrientos, de Anfac. Ello explica por qu¨¦ Tata no ha podido vender el Nano, como tampoco las chinas Chery o Geely han llegado a Europa. A¨²n modelos como el Tata Vista, de menos de 7.000 euros y cuyas cr¨ªticas no han sido malas, solo vendi¨® 231 unidades en Espa?a hasta noviembre. Otras marcas asi¨¢ticas que han apostado por el bajo coste como Subaru o Suzuki tampoco lo han hecho muy bien.
Incluso algunas marcas europeas y estadounidenses est¨¢n teniendo dificultades en el segmento barato. Es el caso de Chevrolet, cuyas ventas en Espa?a no superaron los 2.800 veh¨ªculos hasta noviembre. Su modelo m¨¢s barato, el Aveo, vendi¨® 400 unidades. Volkswagen tampoco arrasa con el Up, del que vendi¨® 746 unidades en 2014, ni Seat con el MII, con 1.195 unidades.
A pesar de los contratiempos, el segmento low cost ha venido para quedarse. Cada vez hay m¨¢s gente que quiere pagar lo menos posible por un coche, igual que en el textil o la electr¨®nica. Y no s¨®lo por ahorrar costes sino porque cada vez m¨¢s conductores s¨®lo dan un uso urbano a su veh¨ªculo. Un estudio elaborado por la firma financiera Cetelem en 2013, el 74% de los conductores espa?oles se ha planteado adquirir un low cost. ¡°Esto explica que la industria siga embarcada¡±, explica Conesa, ¡°en reducir precios y construir coches m¨¢s peque?os¡±. ¡°Los precios medios han bajado hasta un 15% en los ¨²ltimos cinco a?os y es probable que sigan en esa senda¡±, apostilla Barrientos.??
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