El euro marca m¨ªnimos en 11 a?os a d¨ªas de saber si el BCE compra deuda
La ca¨ªda de precios se extiende a la mayor¨ªa de los pa¨ªses del ¨¢rea al cierre de 2014
Los servicios de estudios de grandes bancos internacionales publican un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n an¨¢lisis sobre la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) anuncie la pr¨®xima semana una masiva compra de deuda p¨²blica con el objetivo de reactivar la econom¨ªa y alejar el riesgo de una deflaci¨®n nociva. Para estos economistas, sin embargo, la decisi¨®n del BCE no es una posibilidad, sino una certeza. Y no trabajan para cualquiera: los bancos de inversi¨®n son jugadores destacados en el mercado de divisas. La cotizaci¨®n del euro reflej¨® ayer a las claras la expectativa de los inversores: al cierre de las Bolsas europeas se intercambiaba a 1,15 d¨®lares, el nivel m¨¢s bajo desde finales de 2003.
El euro rondaba los 1,4 d¨®lares a mediados del a?o pasado, cuando empez¨® a ser patente la divergencia de la pol¨ªtica monetaria con la Reserva Federal (Fed): con la econom¨ªa de EE UU creciendo al 3%, la Fed retiraba su programa de compra de bonos, p¨²blicos y privados y empez¨® a apuntar a una subida de tipos, que los inversores esperan para este a?o. Por su parte, el BCE afrontaba un escenario de crecimiento estancado, con la inflaci¨®n cada vez m¨¢s lejos de su objetivo (2%). De modo que lleg¨® al 0% de inter¨¦s y empez¨® a plantearse la compra masiva de deuda, cinco a?os despu¨¦s de que lo hiciera la Reserva Federal.
El contraste entre un banco central que retira liquidez (en d¨®lares) y otro que busca como ampliarla (en euros), entre una econom¨ªa que se recupera y otra que apenas sale del deshielo ha alimentado estos meses la depreciaci¨®n del euro, que ya solo compraba 1,2 d¨®lares en el paso de 2014 a 2015. Y esta ¨²ltima semana, antesala de la decisi¨®n del BCE, la tendencia a la baja se ha alimentado: si el lunes abr¨ªa por encima de 1,18 d¨®lares, ayer se quedaba en los 1,15, un nivel ya inferior al primer valor al que se fij¨® el tipo de cambio en 1999 (1,1667 d¨®lares), cuando el euro ech¨® a andar.
¡°Finalmente, aqu¨ª viene el programa de compra de deuda p¨²blica del BCE¡±, afirmaba, en un informe difundido ayer, Gilles Mo?c, especialista para Europa del equipo de investigaci¨®n de Bank of America, para el que la pr¨®xima semana ¡ªque culmina el domingo con las elecciones griegas¡ª cotiza para ser considerada ¡°la m¨¢s importante del a?o¡± por los inversores europeos. ¡°La decisi¨®n se tomar¨¢ en el Consejo de Gobierno del BCE con una mayor¨ªa holgada¡±, coreaban en otro an¨¢lisis los expertos de Citigroup.
En esta ¨²ltima semana se han sucedido los hechos en favor de que el supervisor del euro se decida ya el pr¨®ximo jueves. El abogado del Tribunal de la UE, en un dictamen previo que los magistrados suelen tener muy en cuenta, dio luz verde a la compra de deuda p¨²blica por el BCE, una cuesti¨®n muy pol¨¦mica en Alemania, cuyo Tribunal Constitucional hab¨ªa activado el proceso. Un d¨ªa despu¨¦s, el Banco Nacional de Suiza, tomaba una decisi¨®n radical, al dejar de controlar el tipo de cambio del franco, fijado en 1,2 euros hace tres a?os para evitar una apreciaci¨®n excesiva. El banco central helv¨¦tico opt¨® por dejar de acumular reservas en euros ante la posibilidad de que la intervenci¨®n del BCE deval¨²e a¨²n m¨¢s su valor.
El movimiento del BSN fue tomado por los inversores como un argumento m¨¢s que apuntala la idea de que la decisi¨®n del BCE es inminente, y sigui¨® enfriando ayer el valor del euro. Adem¨¢s, la agencia estad¨ªstica de Bruselas corrobor¨® por la ma?ana lo adelantado dos semanas antes: una ca¨ªda del 0,2% en los precios de la eurozona. Eurostat detall¨® que las tasas negativas al cierre de 2014 se extienden por 11 de los 18 pa¨ªses que conformaban el ¨¢rea monetaria ¡ªLituania se acaba de sumar al grupo¡ª el a?o pasado. Y que, aunque el desplome del petr¨®leo marca el paso, el ¨ªndice subyacente (excluida energ¨ªa y alimentos frescos) cerr¨® con un alza del 0,7% anual, la m¨¢s baja de la era euro.
Por si no era suficiente, Benoit Coeur¨¦, miembro del comit¨¦ ejecutivo del BCE, que preside Mario Draghi, en sendas entrevistas al peri¨®dico franc¨¦s Liberation y al Irish Times, afirm¨® que la ¡°posibilidad de una deflaci¨®n es suficientemente peligrosa como para preocuparse por ella¡±, y que un eventual programa de compra de deuda ¡°para ser eficaz, tiene que ser grande¡±.
La ¨²ltima, y quiz¨¢s definitiva, pista sobre la decisi¨®n del BCE viene de Berl¨ªn. Der Spiegel, el mismo que inform¨® de la presunta aquiescencia del Gobierno alem¨¢n a que Grecia salga del euro, adelant¨® ayer que Draghi habr¨ªa explicado a la canciller alemana, Angela Merkel, los l¨ªmites del programa de compra de deuda: ese planteamiento incluy¨®, seg¨²n el semanario alem¨¢n, la opci¨®n de que cada banco central compre solo t¨ªtulos de su pa¨ªs y un tope del 25% del volumen de deuda en circulaci¨®n.
La cuesti¨®n, pues, ya no est¨¢ en el qu¨¦ ¡ªla compra de deuda¡ª, sino en el c¨®mo. Aunque ese c¨®mo determinar¨¢ hasta donde llega la depreciaci¨®n del euro y si la esperada intervenci¨®n del BCE logra el objetivo de reactivar el cr¨¦dito, la actividad econ¨®mica y los precios.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.