¡°La educaci¨®n espa?ola es decimon¨®nica¡±
Si no mejoran su preparaci¨®n, los trabajadores espa?oles tendr¨¢n cada vez m¨¢s dificultades para encontrar un empleo
Juan Luis Goujon, consejero delegado de la multinacional franco-estadounidense especializada en gesti¨®n de recursos humanos BPI-MOA, lleva seis a?os mirando al mercado laboral espa?ol desde Chicago, sede de la firma que dirige. Entre los 40 pa¨ªses en los que trabajan sus 1.500 empleados, "BPI-MOA apuesta por el mercado ib¨¦rico, donde hay margen para que la empresa se expanda a corto plazo". Aunque advierte: si no mejoran su preparaci¨®n, los trabajadores espa?oles tendr¨¢n cada vez m¨¢s dificultades para encontrar un empleo en el mercado global.
Pregunta. ?Cu¨¢l es la visi¨®n del mercado laboral espa?ol del punto de vista de una multinacional que se ocupa de recursos humanos?
Respuesta. M¨¢s all¨¢ de datos que todo el mundo conoce, como la elevad¨ªsima tasa de paro, lo que m¨¢s preocupa en Espa?a es que los problemas no son solamente coyunturales. El principal es la falta de formaci¨®n en todos los brotes verdes de empleo, ah¨ª donde se puede entender el rumbo de la econom¨ªa en el futuro. Nuestra fuerza laboral no es suficientemente competitiva: se ha apostado para abaratarla reduciendo los salarios sin invertir adecuadamente en formaci¨®n.
P. ?A qu¨¦ puestos de trabajo se refiere?
R. A los que tienen que ver con las nuevas tecnolog¨ªas, pero no solo. Pienso tambi¨¦n en la bioingenier¨ªa, en los trabajos relacionados con las energ¨ªas renovables. Y, m¨¢s en general, al desarrollo de las competencias de los trabajadores, tanto espec¨ªficas y vinculadas con una formaci¨®n ad hoc como m¨¢s generales, empezando por el conocimiento de los idiomas.
P. El problema parece depender del sistema educativo.
¡°En Espa?a todav¨ªa se piensa que estudiar cinco a?os te va a servir para los siguientes 40¡±
R. Basta con comparar nuestro modelo con los de Europa del norte, de Escandinavia en particular, para enterarse de que aqu¨ª queda mucho por hacer. La formaci¨®n espa?ola se basa en un modelo decimon¨®nico: cinco a?os de carrera que supuestamente garantizan acceso a un puesto fijo que hoy en d¨ªa ya no existe. El aprendizaje en nuestra ¨¦poca es un proceso constante, un viaje continuo, pero en Espa?a todav¨ªa se piensa que estudiar cinco a?os te va a servir para los siguientes 40.
P. ?Los principales desaf¨ªos que Espa?a tiene que afrontar est¨¢n en este ¨¢mbito?
R. S¨ª, la prioridad es adecuar el sistema de formaci¨®n. Cuando la econom¨ªa se recupere la gente tendr¨¢ que estar lista para aprovechar las nuevas oportunidades. Los trabajadores deben representar un factor de competitividad, y la calidad de la prestaci¨®n laboral tiene que ser un objetivo prioritario respecto a la reducci¨®n salarial. En este sentido, Espa?a est¨¢ haciendo una apuesta equivocada: sigue abaratando el coste del trabajo en vez de intentar competir aumentando la calidad de su sistema de formaci¨®n. Despu¨¦s de las medidas de choque que ha sido necesario poner en marcha en este sentido, habr¨ªa que pensar estrat¨¦gicamente. Y Estados Unidos es un ejemplo a seguir.
P. Hay analistas, sin embargo, que subrayan que pese a la baja tasa de paro los nuevos puestos de trabajo generados en EE UU ofrecen un salario m¨¢s bajo y condiciones laborales peores que las de antes de la crisis.
R. Ese es el otro lado de la moneda. En EE UU se ha desarrollado el subempleo, es decir, trabajar 40 horas semanales sin llegar a tener niveles de vida aceptables. Es algo que pronto llegar¨¢ tambi¨¦n a Europa, y depende de las reducciones del sueldo pero tambi¨¦n del hecho de que hay empleos que se quedan sin cubrir porque los trabajadores no tienen la formaci¨®n adecuada. Y eso genera desequilibrios en el mercado.
P. ?Qu¨¦ medidas se podr¨ªan implementar para solucionar el problema de los parados de larga duraci¨®n?
R. Es una cuesti¨®n que se afronta a partir de un principio equivocado: no es verdad que un empleado joven est¨¢ m¨¢s formado que un empleado mayor. El punto es que no se valora la experiencia como parte de la formaci¨®n. Renunciar a la posibilidad de que un trabajador de 50 a?os pueda volver a tener acceso al mercado laboral tras un periodo de formaci¨®n adecuada me parece un sin sentido.
P. ?C¨®mo valora la reforma laboral aprobada en 2012 por el actual Gobierno?
¡°La crisis impuso la reforma laboral; ahora hay que mejorarla y corregirla. No se ha dado ninguna importancia al plano social¡±
R. Hab¨ªa que hacerla porque la crisis econ¨®mica lo impon¨ªa y porque el mercado laboral espa?ol era uno de los m¨¢s r¨ªgidos, pero se hizo deprisa y corriendo. Ahora hay que mejorarla y corregirla: no se ha dado ninguna importancia al plano social. Se deber¨ªan fijar par¨¢metros y criterios que establezcan con precisi¨®n qu¨¦ pasa despu¨¦s de un expediente de regulaci¨®n de empleo y detallen las medidas de recolocaci¨®n de los trabajadores, algo que se ha dejado completamente en el aire. Habr¨ªa que seguir el ejemplo de otros pa¨ªses. Francia es un modelo a seguir, el plan social trae reglas concretas e implica a las empresas para que se comprometan respecto a la recolocaci¨®n del personal.
P. ?El actual modelo de negociaci¨®n colectiva espa?ol le parece adecuado a las condiciones del mercado laboral?
R. Los modelos productivos est¨¢n cambiando. El mercado del trabajo se flexibiliza y por ende tambi¨¦n la negociaci¨®n colectiva tiene que evolucionar. Tiene que ser lo m¨¢s ¨¢gil y sostenible posible. Estamos un mundo global, y hace falta estructurar la negociaci¨®n colectiva para evitar fen¨®menos como el dumping social. Cada empleado es ¨²nico, cada vez m¨¢s se trabaja por proyectos: el modelo de negociaci¨®n colectiva entendido como un proceso fabril, para contratos largos, ya ha perdido su fuerza.
P. La presidenta del C¨ªrculo de Empresarios, declar¨® hace unas semanas que prefiere no contratar una mujer de entre 25 y 45 a?os porqu¨¦ podr¨ªa quedarse embarazada. ?Qu¨¦ opina sobre este planteamiento?
R. Me parece una afirmaci¨®n curiosa. El 70% de los empleados de nuestro grupo en Espa?a son mujeres, y esta cifra llega al 72% a nivel global. Es simplemente un problema que no nos ponemos. Solo un dato: en los pr¨®ximos 20 a?os el 65% de los ingenieros ser¨¢n mujeres. No tener en cuenta una parte tan amplia de ellas me parece un gran error.
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