Italia quiere dar un vuelco a la econom¨ªa
Renzi intenta usar la crisis para cambiar las pr¨¢cticas que han lastrado al pa¨ªs en 30 a?os
La clave, m¨¢s a¨²n que en los n¨²meros, est¨¢ en la confianza, en la capacidad de Italia para recuperar, ante Europa y ante s¨ª misma, la credibilidad perdida. De ah¨ª que, cuando a mediados de diciembre, los principales sindicatos italianos plantearon una huelga general para protestar contra la reforma laboral del Gobierno de Matteo Renzi, su habitualmente flem¨¢tico ministro de Econom¨ªa y Finanzas, Pier Carlo Padoan, un antiguo peso pesado del Fondo Monetario Internacional (FMI), no pudiese contener su satisfacci¨®n: ¡°La huelga es la se?al de que vamos en la direcci¨®n correcta. Los sindicatos se han dado cuenta y, gracias a esta huelga, tambi¨¦n Europa comprobar¨¢ que el Gobierno italiano est¨¢ haciendo lo que tiene que hacer¡±. Apenas un mes despu¨¦s, el jueves pasado durante el foro de Davos, la canciller alemana Angela Merkel daba el acuse de recibo: ¡°Por fin, tambi¨¦n Italia est¨¢ haciendo las reformas¡±.
Todo est¨¢ listo, pues, para el despegue. Las condiciones meteorol¨®gicas externas empiezan a ser favorables ¡ªdescenso del precio del petr¨®leo, depreciaci¨®n del euro, disminuci¨®n fort¨ªsima de los tipos de inter¨¦s, el ansiado plan de Draghi para comprar deuda p¨²blica¡¡ª, aunque para poner en ¨®rbita una maquinaria tan pesada a¨²n queda mucho por hacer. El FMI estima el crecimiento de Italia en 2015 en un asfixiante 0,5% (el de Espa?a ser¨¢ del 2%). El Istat, el instituto nacional de estad¨ªstica, ha calculado que la relaci¨®n entre d¨¦ficit y PIB alcanz¨® en el tercer trimestre de 2014 el 3,5%, un 0,2% m¨¢s que el mismo periodo del a?o anterior; la deuda publica, que toca el 135% del PIB y que creci¨® un 4% en 2014, es la segunda m¨¢s elevada de la Uni¨®n Europea, solo por debajo de la de Grecia (176%) en esta inc¨®moda clasificaci¨®n.
Tampoco en el mercado de trabajo los datos son muy alentadores: la tasa de desempleo asciende al 13.4%, y se dispara hasta el 49,3% entre los j¨®venes. Y la pobreza , calculada respecto a la renta media de la poblaci¨®n, ha llegado a niveles in¨¦ditos: el 16,6% de los italianos vive bajo el l¨ªmite de 972 euros mensuales de gastos en familias con dos miembros que marca el umbral de la pobreza estad¨ªstica.
Entonces, ?cu¨¢l es la buena noticia? Aunque parezca mentira viendo a los diputados y senadores reeditando las vistosas grescas parlamentarias, la noticia m¨¢s alentadora es la determinaci¨®n de Matteo Renzi de hacer lo humano e incluso lo inhumano ¡ªpactar con Silvio Berlusconi, por ejemplo, o liquidar al ala izquierdista de su partido, por poner otro ejemplo¡ª para sacar adelante las reformas cueste lo que cueste.
Para ello ha configurado un gabinete en el que solo brillan con luz propia tres personas: ¨¦l ¡ªsu gran concepto de s¨ª mismo es de hecho su mejor combustible¡ª, Graziano Delrio, subsecretario de la presidencia del Consejo de Ministros y hombre de su absoluta de confianza, y Pier Carlo Padoan, titular de Econom¨ªa y Finanzas. El exalto cargo del FMI ¡ªfue director ejecutivo para Italia, Grecia y Portugal¡ª fue la ¨²nica imposici¨®n que, a la hora de formar gobierno hace 11 meses, Renzi le acept¨® al presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano.
Padoan es la toma de tierra del Ejecutivo, la garant¨ªa de que el ¨ªmpetu reformista del joven primer ministro ¡ªcumpli¨® 40 a?os hace unos d¨ªas¡ª puede adecuarse al presupuesto. La obsesi¨®n del Gobierno, apoyada en sus tres ¨²nicos pilares, es vencer las viejas desconfianzas propias y ajenas, basadas en a?os de incumplimientos, y hacer pasar la idea de que, ahora s¨ª, Italia va a cambiar.
¡°Y 2015 puede ser efectivamente el a?o de la lenta recuperaci¨®n. El pasaje entre una fase de ca¨ªda a una fase de resistencia¡±. Stefano Manzocchi, profesor de Econom¨ªa Internacional de la Universidad LUISS de Roma. Est¨¢ convencido de que ¡°Italia necesita aquello que el Gobierno est¨¢ intentando hacer, una reforma del mercado laboral que permita a los trabajadores moverse mejor entre un trabajo y otro ¡ªporque hay empleos predestinados a desaparecer¡ª y una gran reforma de la administraci¨®n p¨²blica, porque nuestra administraci¨®n trabaja todav¨ªa mal, no por culpa de los funcionarios, sino porque est¨¢ mal organizada y padece una burocracia muy poco efectivo¡±.
Si, adem¨¢s, a?ade el profesor Manzocchi, el Estado es capaz de superar su incapacidad cr¨®nica para invertir bien los fondos europeos ¡ª ¡°estamos todav¨ªa recuperando lo que no hemos gastado del periodo 2007-2013 y hay que invertir mejor lo correspondiente a 2014-2020¡±¡ª, el presente ejercicio se puede convertir en el a?o del cambio. Que no es poco.
Sobre todo teniendo en cuenta, como recuerda Manzocchi, los problemas estructurales que Italia, y tambi¨¦n otros pa¨ªses de Europa, tiene que arrastrar: ¡°Desde el punto de vista demogr¨¢fico tenemos un gran problema debido al gran envejecimiento de la poblaci¨®n, lo que conlleva costes muy altos tanto econ¨®micos como sociales. Tenemos tambi¨¦n un problema tecnol¨®gico debido a la poca inversi¨®n de los ¨²ltimos 30 a?os en los terrenos de la educaci¨®n, la investigaci¨®n y las infraestructuras tecnol¨®gicas¡±.
¡°En 30 a?os se ha invertido muy poco en tecnolog¨ªa¡±, dice un experto
Y, como no, el problema milenario de la econom¨ªa italiana: la desigualdad regional. ¡°Mientras que, en algunas zonas del norte, funcionan algunas de las industrias m¨¢s fuertes de Europa, en algunos puntos del centro y sobre todo del Sur el atraso es considerable¡±, sigue desgranando Manzocchi. ¡°Por ejemplo, en una regi¨®n como Sicilia la industria cuenta menos en t¨¦rminos de empleo que la administraci¨®n p¨²blica. Por si fuera poco, en estos ¨²ltimos a?os hemos registrado un aumento muy fuerte de la pobreza¡±.
De ah¨ª que ahora, seg¨²n el profesor de la LUISS, lo importante es que el Gobierno cree las condiciones para que los italianos tengan menos miedo: ¡°Menos miedo de los ciudadanos a gastar, de las empresas a invertir y hasta de la administraci¨®n p¨²blica a cambiarse a s¨ª misma, para de una vez dejar de ser un freno para Italia y se convierta en motor del cambio¡±.
Los sindicatos est¨¢n en pie de guerra contra el primer ministro Renzi
Al ministro Pier Carlo Padoan no le cabe ninguna duda de que el cambio es ya imparable. El titular de Econom¨ªa y Finanzas est¨¢ convencido de que el paquete de reformas ¡ªllamado Jobs Act [Ley del Trabajo]¡ª ¡°producir¨¢ beneficios cada vez mayores y mejorar¨¢ el mercado del trabajo¡±, a pesar de la feroz oposici¨®n de los sindicatos. ¡°No me sorprende que est¨¦ habiendo resistencia¡±, asegura, ¡°la historia de los pa¨ªses en los que se han hecho reformas es tambi¨¦n una historia de conflictos, porque las reformas modifican los incentivos, las convenciones, las posiciones de privilegio. Pero esta reforma es necesaria para incluir en el mercado de trabajo quienes se hayan quedado excluido, sobre todo los j¨®venes.El verdadero drama del mercado de trabajo italiano es que el desempleo juvenil es gigantesco¡±.
El des¨¢nimo de la juventud italiana preocupa a Padoan. ¡°Tienen por delante una perspectiva mucho menos favorable de la que ten¨ªa yo con su edad¡±, comenta. ¡°De hecho, existe el riesgo de una generaci¨®n perdida¡±. Al igual que Matteo Renzi, con quien mantiene cordiales diferencias, el ministro de Finanzas le quita importancia al rechazo sindical: ¡°Es la se?al de que vamos en la direcci¨®n correcta¡±. Una toma de posici¨®n in¨¦dita ¡ªsobre todo teniendo en cuenta de que se trata de un gobierno presidido por el secretario general del Partido Democr¨¢tico (PD)¡ª que ha puesto en pie de guerra a las principales centrales sindicales.
La reforma laboral pretende agilizar la movilidad de los trabajadores
La punta de lanza contra el Gobierno es Susanna Camusso, l¨ªder desde hace cuatro a?os de la Confederaci¨®n General Italiana del Trabajo (CGIL), el sindicato mayoritario del pa¨ªs, con m¨¢s de seis millones de afiliados, la mayor¨ªa de ellos procedentes de la izquierda. ¡°El PD de Renzi¡±, ataca a la yugular Camusso, ¡°se ha convertido en el partido que representa a la empresa. Esto significa cambiar la base de referencia, es todo un salto cultural con respecto a la pol¨ªtica italiana. Se siente impotente para gobernar la crisis y trata de apoyarse en ese lado¡±.
La valoraci¨®n de la reforma de Maurizio Landini, secretario general de FIOM, la federaci¨®n de los trabajadores metal¨²rgicos de CGIL, es tajante: ¡°No estamos frente a una reforma, porque las reformas implican progresar. Esta en cambio es una regresi¨®n: se borran derechos y se introduce la libertad para los empresarios de despedir como quieran, solo pagando algo de dinero¡±. Landini hace hincapi¨¦ en que las nuevas normas ¡°borran los derechos de los trabajadores y no tutelan de ninguna forma a las personas en las condiciones m¨¢s dif¨ªciles y a los desempleados en particular. Adem¨¢s, en ning¨²n momento se ponen en marcha medidas para contrastar la evasi¨®n fiscal y la corrupci¨®n, que cuestan respectivamente 180.000 y 60.000 millones de euros al a?o, ni se hace nada a nivel europeo para modificar los v¨ªnculos de las pol¨ªticas de austeridad¡±.
El sindicalista denuncia la ¡°falta total de una pol¨ªtica que incentive las inversiones, tanto privadas como p¨²blicas, que trate de solucionar el desempleo y que afronte una cuesti¨®n muy grave: en Italia las personas que est¨¢n en condici¨®n de pobreza absoluta y las que rozan ese umbral suman ya casi 17 millones¡±. Para contrarrestar una tendencia que consideran desastrosa, Landini y los miembros de su sindicato valoran poner en marcha nuevas formas de lucha: ¡°Pensamos seguir peleando en lo jur¨ªdico, ya que las reformas del Gobierno son inconstitucionales, y tambi¨¦n estamos planteando nuevas huelgas¡±.
Maresca: ¡°Creo que la refoma laboral impulsar¨¢ el contrato indefinido¡±
Seg¨²n Francesco Liso, catedr¨¢tico de Derecho del trabajo de la universidad de Roma Sapienza y exsubsecretario de Trabajo, el ataque a los sindicados es uno de los principales fallos de la reforma del mercado laboral puesta en marcha por el Ejecutivo: ¡°Es una ley que se ha concebido con una actitud de deslegitimaci¨®n hacia los sindicados, sin casi tener en cuenta el dialogo social. El Gobierno de Renzi ha provocado a la CGIL, la ha tachado de conservadora y la ha acusado de preocuparse solo por los trabajadores ya empleados¡±. Liso se refiere tambi¨¦n el despido, cuya disciplina cambia con la nueva ley: ¡°Las nuevas normas [que favorecen la indemnizaci¨®n de un trabajador ileg¨ªtimamente despedido respecto a su reintegro en el puesto de trabajo], permiten a los operadores econ¨®micos saber de antemano cu¨¢nto le costar¨¢ la interrupci¨®n de una relaci¨®n laboral, lo cual incentiva la creaci¨®n de nuevos puestos de trabajo. Pero por otro lado limitan la intervenci¨®n judicial en los pleitos y devuelven todo el poder a los empleadores, que solo pagar¨¢n una indemnizaci¨®n por despedir y se ver¨¢n obligados a afrontar un juicio en muy pocas ocasiones¡±.
Tambi¨¦n la renovada apuesta por los contratos indefinidos incluida en la reforma alimenta cierto escepticismo en el catedr¨¢tico: ¡°Es cierto que la ley prev¨¦ incentivos fiscales [la posibilidad de no pagar la seguridad social durante tres a?os] que estimulan la contrataci¨®n de los trabajadores. Pero hubiese hecho falta especificar m¨¢s las categor¨ªas laborales a las que se destinan esas ayudas: es innecesario incentivar a los empleadores para que contraten a trabajadores que hubiesen contratado de todas maneras¡±. En su conjunto, asegura el acad¨¦mico, la reforma da pasos atr¨¢s en vez de progresar: ¡°El Estatuto de los trabajadores estableci¨® en 1970 unas prerrogativas claras para los empleados. Excluir a las organizaciones que los representan de la gesti¨®n de temas tan delicados como el despido no significa avanzar, sino retroceder¡±.
Arturo Maresca, tambi¨¦n catedr¨¢tico de derecho laboral en la universidad romana, comparte solo parcialmente la visi¨®n de su hom¨®logo, y se demuestra mucho m¨¢s entusiasta respecto a la nueva ley: ¡°Finalmente, el derecho del trabajo italiano cambia de rumbo. Se deja de incentivar los contratos temporales que, aunque no tanto como en Espa?a, han caracterizado el mercado laboral italiano en los ¨²ltimos a?os, y se apuesta por los indefinidos. El hecho de gozar de fuertes incentivos fiscales a la hora de contratar a nuevos trabajadores es un est¨ªmulo enorme para los empleadores¡±, afirma, y explica que ya hay quienes agradecen las nuevas normas: ¡°Acabo de volver de un seminario con 300 empresarios en Vicenza [en la productiva regi¨®n de V¨¦neto, al noroeste del pa¨ªs]: todos est¨¢n esperando la aplicaci¨®n de estas reglas para contratar a nuevos trabajadores¡±. Maresca asegura que los decretos legislativos con los que entrar¨¢n en vigor las nuevas reglas ¡°se est¨¢n aprobando en tiempo r¨¦cord, el pasaje parlamentario deber¨ªa acabarse en la segunda mitad de febrero¡±. Y aunque especifique que la aplicaci¨®n de la reforma no implicar¨¢ la creaci¨®n de nuevos puestos de trabajo, aclara que ¡°si a finales de 2015 los nuevos contratos a tiempo indefinido ser¨¢n m¨¢s que los nuevos contratos temporales el Jobs Act habr¨¢ sido un ¨¦xito¡±.
Entre quienes valoran las reformas de Renzi como la panacea de los at¨¢vicos males italianos y quienes ni siquiera la consideran reformas, una vez m¨¢s Italia se devide a la hora de afrontar una etapa fundamental para su futuro, algo nada nuevo en un pa¨ªs partido por profundas fracturas sociales y econ¨®micas. Frente a tanta incertidumbre y a n¨²meros tan dram¨¢ticos, la ¨²nica verdadera base de su recuperaci¨®n es, quiz¨¢s, la confianza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.