Cirug¨ªa fina frente a la impunidad
El paso dado por Andreu tiene una gran relevancia y va m¨¢s all¨¢ de lo que solicitaba el fiscal anticorrupci¨®n, Alejandro Luz¨®n
El juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, ha abierto en canal para aplicar una cirug¨ªa fina al caso de las tarjetas black de Caja Madrid y Bankia, que puede convertirse en paradigma del descontrol y el saqueo de las cajas de ahorros. Andreu ten¨ªa la posibilidad de limitar el caso a los dos presidentes de las entidades, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, y al director financiero, Ildefonso S¨¢nchez Barcoj, ya imputados y con fianzas multimillonarias los dos primeros. Sin embargo, ha decidido ampliar la responsabilidad a 78 personas m¨¢s. Por eso ha imputado los consejeros por participaron en la creaci¨®n de las tarjetas, as¨ª como a todos los directivos que las usaron. En total ha llamado a 81 personas, aunque fueron 82 los implicados, pero una de las usuarias, la popular Mercedes de la Merced, ha fallecido.
Seg¨²n explica en el auto, que sigue las principales demandas de UPyD, los consejeros pueden ser responsables de administraci¨®n desleal por colaborar en la existencia de estas tarjetas as¨ª como de apropiaci¨®n indebida por utilizarlas. Mientras tanto, los directivos (y otros usuarios de las black que no son altos ejecutivos) solo responder¨ªan de la apropiaci¨®n por el dinero gastado. El juez se ha visto respaldado por la reciente sentencia del Supremo que considera apropiaci¨®n indebida el uso de las tarjetas de empresa.
El paso dado por Andreu tiene una gran relevancia y va m¨¢s all¨¢ de lo que solicitaba el fiscal anticorrupci¨®n, Alejandro Luz¨®n, partidario de imputar solo a los consejeros. Est¨¢ claro que el juez tambi¨¦n apunta a los que gastaron sin control para asuntos privados (extractos en efectivos, motos, gasolina, barcos, viajes a Tailandia, safaris, restaurantes de cinco tenedores, discotecas, saunas, lencer¨ªa, etc), quiz¨¢ consciente de que la sociedad comprende este caso con nitidez y lo ha visto como algo repugnante e insoportable en directivos bien pagados cuando hay m¨¢s de cinco millones de parados, miles de personas en la pobreza y una econom¨ªa que est¨¢ sufriendo un alto endeudamiento en parte por el car¨ªsimo rescate de cajas de ahorros mal gestionadas, como Caja Madrid y Bankia.
Fuentes jur¨ªdicas creen que el asunto de las tarjetas puede ser m¨¢s sencillo de juzgar frente a la complejidad jur¨ªdica del caso Bankia, donde est¨¢ en juego la compleja interpretaci¨®n legal, as¨ª como la confusa intervenci¨®n de supervisores, consejos de administraci¨®n, auditores y mercado de valores. No obstante, el fraude de las black no est¨¢ exento de inc¨®gnitas y responsabilidades difusas. Consciente de ello, el juez ha demostrado que quiere conocer la opini¨®n de todos los implicados para aclarar las m¨²ltiples contradicciones expuestas por Blesa y Rato: ?C¨®mo pod¨ªan ser tarjetas de empresa si no se entregaban justificantes? ?Por qu¨¦ los directivos ten¨ªan dos tarjetas de empresa? ?Eran sobresueldos en negro para consejeros y directivos? ?Los secretarios de los consejos, u otra autoridad en la entidad, dijeron que todo estaba pactado con Hacienda? ?Se cargaron a la cuenta de errores inform¨¢ticos para ocultar su existencia? ?Por qu¨¦ Rato acab¨® con las tarjetas en diciembre de 2011 y las volvi¨® a resucitar en enero de 2012 para un grupo selecto?
Las respuestas las pueden tener los que Andreu ha llamado como testigos, no como imputados: el expresidente de Caja Madrid, Jaime Terceiro; Francisco Verd¨², exconsejero delegado de Bankia; ??igo Aldaz , directivo de Caja Madrid y Esteban Tejera, vicepresidente de Mapfre y exconsejero de la entidad. Los tres ¨²ltimos citados s¨ª las conocieron, las tuvieron en sus manos y no las usaron porque no creyeron que eran legales. Y eso es una denuncia casi insoportable para los que las usaron. El caso de las black es uno de los asuntos jur¨ªdicos que m¨¢s va a golpear a la sociedad por la impunidad de sus protagonistas. Ya est¨¢ abierto y ser¨¢ un esc¨¢ndalo pol¨ªtico porque desfilar¨¢n por la Audiencia representantes de los partidos tradicionales y sindicatos en un a?o que est¨¢ plagado de citas electorales.
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