Jos¨¦ Mar¨ªa Bosch Aymerich, ingeniero visionario
El dise?ador de las bases de Estados Unidos en Espa?a fue el primer espa?ol que se titul¨® en el MIT
Era tan ambicioso y estaba tan acostumbrado a salirse con la suya que hace un a?o todav¨ªa recordaba con resquemor que el Ayuntamiento de Barcelona descartara en los a?os cincuenta su premiado proyecto de construir una torre de 40 plantas en la plaza de Catalu?a. Jos¨¦ Mar¨ªa Bosch Aymerich (Girona, 1917) ten¨ªa motivos para estar tan seguro de sus ideas y sentirse dolido por sus escasos fracasos: se gradu¨® en Ingenier¨ªa Industrial con premio nacional fin de carrera (despu¨¦s tambi¨¦n en Arquitectura), fue el primer espa?ol en titularse en el Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts, su posici¨®n decant¨® a favor de Barcelona la ubicaci¨®n de la planta de Seat pese a la oposici¨®n inicial del Gobierno, se convirti¨® en el dise?ador de las bases norteamericanas en Espa?a e incluso cre¨® en su casa del paseo de Gr¨¤cia de Barcelona un peque?o pero valios¨ªsimo museo con piezas que muchas veces llegaron de forma irregular y gracias a sus influyentes amistades estadounidenses a la Espa?a tardofranquista, como ¨¦l mismo reconoc¨ªa.
Su nombre no se asoci¨® siempre a los grandes apellidos barceloneses, pero amas¨® una de las mayores fortunas de Catalu?a. En los ¨²ltimos meses todav¨ªa se le pod¨ªa ver en los restringidos actos del C¨ªrculo Ecuestre de la capital catalana. En 2013 hizo su ¨²ltima intervenci¨®n p¨²blica: en mayo para recoger la Cruz de Sant Jordi con la que la Generalitat premi¨® su trayectoria y unas semanas antes para negar vinculaci¨®n alguna con una cuenta en la filial suiza de HSBC, tal como desvelaba la lista Falciani. ¡°He tenido cuentas en el Morgan Chase Manhattan e incluso en bancos de Suiza, pero nunca en el HSBC¡±, desment¨ªa a este diario, para reconocer despu¨¦s que hab¨ªa aprovechado una amnist¨ªa fiscal para regularizar en 2010 sus cuentas en otro para¨ªso fiscal, Liechtenstein.
No se escond¨ªa de nada: tampoco de sus particulares propuestas pol¨ªticas, entre las que figuraba la creaci¨®n de una federaci¨®n ib¨¦rica con Portugal y un sistema de votaci¨®n que no quitara derechos a ning¨²n ciudadano pero que primara el de los votantes con padres espa?oles. Un veterano empresario catal¨¢n defin¨ªa el martes a Bosch Aymerich ¡°de personaje curioso, siempre con proyectos en la cabeza¡± y con un car¨¢cter suficientemente terco como para sacarlos adelante.
Su opini¨®n fue decisiva para que la planta de Seat se ubicara en Barcelona
De vuelta de EE UU la Navy le contact¨® para que dise?ara sus bases a¨¦reas en Espa?a y esa fue su pista de lanzamiento en todo el mundo, incluidos Arabia o Ir¨¢n, donde adem¨¢s de bases militares dise?¨® refiner¨ªas y otras instalaciones industriales. Fruto de su conexi¨®n con EE UU se convirti¨® en accionista y director mundial de la divisi¨®n de arquitectura de Planning Research Corporation, un gigante desde el que control¨® la construcci¨®n de ciudades petrol¨ªferas en Oriente Pr¨®ximo.
Su riqueza se visualiza ahora en Grupo Bosch y Aymerich, en el que destacaba la promotora Levitt Bosch Aymerich (con activos en Espa?a y Reino Unido) y la estaci¨®n de esqu¨ª La Masella. No hizo realidad la torre de la plaza de Catalu?a de Barcelona, pero su firma s¨ª est¨¢ detr¨¢s de edificios emblem¨¢ticos, como la antigua sede de Campsa. Bosch Aymerich falleci¨® el pasado 16 de febrero.
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