Lo contrario de lo que hay que hacer

Lo que ha hecho el Ministerio de Hacienda en el frente auton¨®mico durante los ¨²ltimos tres a?os va en direcci¨®n opuesta a lo que la teor¨ªa del federalismo fiscal, la evidencia emp¨ªrica disponible y la experiencia comparada dice que se debe hacer.

Ante la necesidad de reconducir el d¨¦ficit p¨²blico y consciente de que el nivel auton¨®mico de gobierno era clave en el proceso, el Ejecutivo central opt¨® en 2012 por una estrategia de control que restaba autonom¨ªa a las Comunidades y acrecentaba su para supervisar y controlar los presupuestos auton¨®micos, trasponiendo la figura de los llamados ¡°hombres de negro¡±. La creaci¨®n del Fondo de Liquidez Auton¨®mica (FLA) se concibi¨® tambi¨¦n entonces como una f¨®rmula de arreglar las fuertes tensiones de tesorer¨ªa que sufr¨ªan la mayor¨ªa de las Comunidades a cambio de ceder grados de autonom¨ªa pol¨ªtica adicional. El gobierno prefiri¨® la salida centralizadora frente al di¨¢logo propio de los estados federales. Cierto que muchas Comunidades hab¨ªan demostrado previamente deslealtad con el gobierno central y el resto de los auton¨®micos al incumplir sustancialmente sus compromisos, bordeando en algunos casos el enga?o. Y cierto tambi¨¦n que la reacci¨®n centralizadora ante las crisis fiscales es algo extendido. Pero es indiscutible que el proceso descentralizador en Espa?a sufri¨® un rev¨¦s. Los resultados de 2013 fueron, en general, positivos. La estrategia ser¨ªa discutible pol¨ªticamente, pero, al menos, eficaz.

Mas llega 2014 y todo cambia. Desafortunadamente, a peor. Formalmente se sigue apretando a las Comunidades Aut¨®nomas. Sin embargo, los incumplimientos se generalizan. Mucho antes de acabar el ejercicio, Fedea avisaba de que la desviaci¨®n iba a ser sustancial. Diagn¨®stico confirmado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). Una instituci¨®n que est¨¢ siendo valiente y clara en sus informes, haciendo honor a su nombre. En paralelo, se aprueban nuevas l¨ªneas de cr¨¦dito que tratan particularmente bien a las incumplidoras, ayud¨¢ndoles a pagar sus deudas, y desaniman a las que han asumido previamente los costes de los ajustes. En t¨¦rminos t¨¦cnicos, se agrava el problema de la restricci¨®n presupuestaria blanda que est¨¢ en el origen de varios de las deficiencias del sistema auton¨®mico.

En vez de reformar el sistema de financiaci¨®n para solventar los problemas de suficiencia y autonom¨ªa, avanzar en la construcci¨®n de las instituciones fiscales propias de un pa¨ªs tan descentralizado como Espa?a y recortar las expectativas de rescate expl¨ªcito o impl¨ªcito, se opta por recentralizar, por hacer m¨¢s dependientes a las autonom¨ªas del Gobierno central y por mezclar responsabilidades y competencias, flexibilizando la restricci¨®n presupuestaria. Y ello sin conseguir siquiera que los objetivos de d¨¦ficit auton¨®mico se cumplan. Mucho me temo que, por razones electorales, 2015 ser¨¢ un a?o perdido. En positivo, si la recuperaci¨®n se afianza y la crisis fiscal general por la que hemos transitado desde 2008 se va diluyendo, en 2016 estaremos en una coyuntura mejor para reformar y corregir los errores cometidos.

Santiago Lago Pe?as es director de GEN (Universidad de Vigo).