La uni¨®n salva al sector azucarero
Los agricultores de remolacha, las empresas productoras y los Gobiernos central y regional hacen frente com¨²n para paliar los recortes impuestos por Bruselas
Cada espa?ol consume cada a?o en promedio 28 kilos de az¨²car: un total de 1,4 millones de toneladas del producto. Sin embargo, la Comisi¨®n Europea, bajo presi¨®n de las empresas francesas y alemanas ¡ªansiosas por volcar sus abundantes excedentes en el jugoso mercado ib¨¦rico¡ª, hace grandes esfuerzos para reducir la producci¨®n de remolacha azucarera en Espa?a. El sector ha respondido al desaf¨ªo con una acci¨®n com¨²n por parte de los cultivadores, los procesadores de az¨²car y las Administraciones p¨²blicas para garantizar la supervivencia de la industria, al menos hasta 2020.
La remolacha contin¨²a siendo un cultivo de regad¨ªo m¨¢s rentable que muchos otros; sin embargo, tambi¨¦n requiere m¨¢s trabajo y una mayor inversi¨®n por adelantado. Por eso es por lo que preocupa tanto sostener un precio que mantenga a los agricultores en el cultivo. Las cifras cantan: Bruselas asign¨® a Espa?a una cuota de producci¨®n de 498.000 toneladas, algo m¨¢s de un tercio del consumo nacional. El resto se tiene que importar. Esta cifra representa un 50% menos que la cuota establecida para 2006, que fue de poco m¨¢s de 900.000 toneladas.
Aunque Espa?a ha salido menos perjudicada con la reforma que otros pa¨ªses del sur de Europa ¡ªla cuota de Italia se redujo dos tercios y Portugal fue obligada a terminar con la producci¨®n de az¨²car en su territorio peninsular¡ª, sale perdiendo en comparaci¨®n con los grandes productores como Francia (con una cuota un 8,6% menor) o Alemania (un 15,1%).
Adem¨¢s, en la ¨²ltima reforma de la Organizaci¨®n Com¨²n de Mercado (OCM), Bruselas impuso una fuerte reducci¨®n de los precios oficiales, as¨ª como una pol¨ªtica de ayudas para fomentar el abandono del cultivo. As¨ª, la superficie cultivada se ha reducido a la mitad ¡ªde m¨¢s de 80.000 a 40.000 hect¨¢reas, la mayor¨ªa de ellas en Castilla y Le¨®n¡ª. El recorte europeo ha hecho que la remolacha se haya dejado de cultivar en Castilla-La Mancha, Extremadura y en la mayor parte de Andaluc¨ªa.
Las dos grandes firmas del sector azucarero espa?ol, la privada Azucarera ¡ªpropiedad de la brit¨¢nica British Sugar¡ª y la cooperativa Acor, a su vez asociada con la francesa Teveos, han adoptado distintas medidas para adaptarse a este nuevo marco comercial. La reducci¨®n en tama?o del sector ha obligado a Acor a cerrar una de sus dos plantas en Valladolid, mientras que Azucarera ha echado el cierre a sus plantas en Ciudad Real, Guadalcac¨ªn (C¨¢diz), La Rinconada (Sevilla) y Pe?afiel (Valladolid).
A pesar de todas estas medidas para recortar la producci¨®n, el precio medio del az¨²car en la Uni¨®n Europea continu¨® cayendo con respecto a los m¨¢ximos que marc¨® entre 2011 y 2013 (en los que se superaron los 700 euros por tonelada de az¨²car blanco) y se acerca al precio de referencia marcado por Bruselas, de 404 euros. Aun as¨ª, esta cifra est¨¢ bastante por encima de los ¨ªndices del mercado global, que rondan los 275 euros por tonelada para el az¨²car moreno y 335 para el az¨²car blanco.
Ante el des¨¢nimo de los agricultores por la inseguridad que da la desaparici¨®n de las cuotas y un mercado internacional en descenso, el Gobierno y la patronal quieren contribuir con ayudas al cultivo. La aportaci¨®n de las Administraciones p¨²blicas a este programa empieza con los 400 euros por hect¨¢rea que reciben los agricultores del Estado central, a trav¨¦s de los fondos de la reforma de la PAC. Adem¨¢s, en Castilla y Le¨®n, zona eje de la producci¨®n nacional de remolacha, el Gobierno regional desembolsa otros 500 euros por hect¨¢rea a trav¨¦s del Plan de Desarrollo Rural.
Mientras, por parte de las azucareras, Acor, que tiene casi un 25% de la cuota asignada, ha adoptado una estrategia que, a trav¨¦s de precios y retornos cooperativos y apoyos t¨¦cnicos al cultivo, ha conseguido elevar la superficie de siembra a m¨¢s de 10.000 hect¨¢reas, y la producci¨®n hasta las 160.000 toneladas. Al mismo tiempo, Azucarera, que con sus 378.000 toneladas de cuota es la mayor productora del pa¨ªs, ha firmado un acuerdo marco interprofesional con las organizaciones agrarias Asaja, UPA, COAG, y la Confederaci¨®n Remolachera, para mantener la sostenibilidad del cultivo.
El primer paso del acuerdo fue lograr una mayor coordinaci¨®n entre agricultores y la industria a la hora del arranque de la cosecha de la remolacha. El objetivo es que la ra¨ªz se corte en el mejor momento para su molturaci¨®n, en funci¨®n de la calidad y el contenido en az¨²car de la planta y la necesidad de materia prima de las distintas factor¨ªas.
Entre otras medidas, existir¨¢ una prima para la remolacha que se produzca m¨¢s cerca de las industrias: un cultivo a menos de 20 kil¨®metros de la factor¨ªa recibir¨¢ dos euros por tonelada, mientras que la procedente de granjas a m¨¢s de 60 kil¨®metros solo recibir¨¢ una cuarta parte de esa cifra.
Mejores plantas y m¨¢s dulces
Los cultivadores espa?oles han logrado en los ¨²ltimos a?os un fuerte incremento en los rendimientos de la planta: no solo producen m¨¢s remolacha, adem¨¢s ¨¦sta produce m¨¢s az¨²car.
Esto se debe a una mejora en el conjunto de las t¨¦cnicas de cultivo a trav¨¦s del uso de semillas y de productos fitosanitarios hasta superar en Castilla y Le¨®n una media de 110 toneladas por hect¨¢rea, y m¨¢s de 80 toneladas en el sur. Estas cifras son incluso superiores a las logradas por los remolacheros de otros pa¨ªses comunitarios.
Sin embargo, el clima de las zonas de producci¨®n y, sobre todo, la falta de agua para cultivar en secano pone en desventaja al campo espa?ol frente a sus rivales, porque garantizar el regad¨ªo obliga a mayores costes.
David Erice, responsable remolachero de UPA, entiende que reducir esos costes debe ser uno de los objetivos prioritarios del sector. En esta l¨ªnea, la industria trabaja para la b¨²squeda de alternativas al uso de la energ¨ªa el¨¦ctrica o al gas¨®leo con el empleo de energ¨ªa solar con placas fotovoltaicas.
Pero, adem¨¢s de la energ¨ªa, Erice entiende que tambi¨¦n es indispensable trabajar en la mejora de estructuras para evitar el encharcamiento de terrenos apropiados para la siembra, como ha sucedido esta campa?a en zonas de Le¨®n.
Seg¨²n el acuerdo, el precio base ronda los 26 euros por tonelada, a los que hay que deducir los 85 c¨¦ntimos del canon europeo a la producci¨®n. Si el agricultor renuncia a quedarse con la pulpa ¡ªque, a su vez, puede ser utilizada para la fabricaci¨®n de piensos agr¨ªcolas¡ª, puede recibir una compensaci¨®n adicional de 2,36 euros por tonelada.
Una novedad importante es que, por primera vez, el precio a percibir por el agricultor estar¨¢ ligado a las cotizaciones internacionales del az¨²car. Si bajan no habr¨¢ recorte para el productor, pero, si suben, esta campa?a los productores se llevar¨¢n un m¨ªnimo de 25 c¨¦ntimos por tonelada adicionales.
Con todas estas medidas, los agricultores pueden llevarse 41 euros por tonelada de remolacha ¡ªfrente a los 48 euros que se llegaban a lograr antes de la reforma de 2008¡ª. Esto significa que, con los rendimientos adecuados, un control de calidad exigente y una reducci¨®n de costes de producci¨®n, el cultivo puede llegar a ser rentable.
Una de las responsables de esa alta productividad ha sido AIMCRA, una asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro para la investigaci¨®n del producto que, durante d¨¦cadas, ha dado a los cultivadores asesoramiento sobre uso de semillas, fitosanitarios y t¨¦cnicas de laboreo. El acuerdo marco mantiene su actividad.
Adem¨¢s, en el seno de las plantas de Azucarera se modificar¨¢ la constituci¨®n de los comit¨¦s de centros para que el control de calidad de las entregas se haga con la m¨¢xima transparencia. El pacto, adem¨¢s, asegura derechos preferentes de siembra a los actuales remolacheros cuando se eliminen las cuotas, aunque se sigue contemplando el objetivo de incorporar nuevos cultivadores.
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