Sin cambios en el modelo econ¨®mico
Se ha hablado mucho de los nuevos fundamentos de nuestro sistema productivo
Son muchos los a?os en los que se ha estado proponiendo como objetivo de desarrollo sostenible un cambio en el modelo productivo espa?ol. Sin embargo, el ¨²nico cambio que se ha producido, forzado por las circunstancias de la intensa crisis econ¨®mica, ha sido el de la internacionalizaci¨®n de las empresas que han conseguido sobrevivir a la misma. Por el contrario, los incentivos de los gobiernos se han quedado en prop¨®sitos a pesar de la legislaci¨®n favorable para la innovaci¨®n, como los hechos nos demuestran, con una inversi¨®n en declive en Investigaci¨®n, desarrollo e innovaci¨®n (I+D+i).
Tanto el Gobierno socialista como el actual del Partido Popular han mostrado iniciativas y planes dirigidos a la necesidad de mejorar el sistema productivo e incrementar la productividad. El partido socialista en su ¨²ltimo a?o legislativo, con la ley de Econom¨ªa Sostenible, aprobada en enero de 2011 y completada despu¨¦s en 2012 por el Gobierno del PP con la conocida como ley Sinde-Wert, pusieron las normas necesarias para una evoluci¨®n positiva del desarrollo sostenible. Tambi¨¦n la ley de la Ciencia, Tecnolog¨ªa e Innovaci¨®n de 2011 como la estrategia estatal de innovaci¨®n E21 del Gobierno actual establecieron objetivos ambiciosos en apoyo al I+D+i que no se han alcanzado. En conjunto se trataba de "incentivar y acelerar el desarrollo de una econom¨ªa m¨¢s competitiva, m¨¢s innovadora, capaz tanto de renovar los sectores productivos tradicionales como de abrirse decididamente a las nuevas actividades demandantes de empleos estables y de calidad". O dicho tambi¨¦n en otras palabras, "situar a la econom¨ªa espa?ola sobre los cimientos del conocimiento y la innovaci¨®n, con herramientas respetuosas con el medio ambiente y en un entorno que favorezca el empleo de calidad, la igualdad de oportunidades y la cohesi¨®n social".
Las palabras suenan bien, pero como la realidad de estos a?os nos ha ense?ado, establecer un marco legal adecuado es condici¨®n necesaria pero no suficiente para alcanzar los objetivos. Es necesario que los agentes sociales, comenzando por las administraciones p¨²blicas, siguiendo por las empresas con capacidad de investigaci¨®n e innovaci¨®n y por un sector financiero capaz de asumir los riesgos necesarios decidan actuar promoviendo el I+D+i. Los resultados no son inmediatos en el corto plazo pero s¨ª sientan las bases para alcanzar en el futuro un sistema productivo m¨¢s equilibrado y sostenible, con creaci¨®n de empleo de m¨¢s calidad.
Sin embargo, con los datos disponibles, los hechos son los siguientes: el gasto p¨²blico en I+D+i comenz¨® a reducirse en 2009 (-0,7%) y continu¨® reduci¨¦ndose en 2012 (-5,6) y en 2013 (-2,8%). En esos a?os el gasto medio de la UE-28 que se redujo un -1,1% en 2009, aument¨® en los a?os siguientes: 4,1% en 2010, 5,1% en 2011, 3,9% en 2012 y un 1,5% en 2013. Con lo que la diferencia entre Espa?a y los pa¨ªses de nuestro entorno se ensancha. Mientras el gasto en I+D+i en Espa?a solo alcanzaba en 2013 el 1,24% del PIB, la media en la UE-28 fue del 2,02% y Alemania el 2,94%, siendo el ¨²nico pa¨ªs que se acerca al objetivo de la Agenda de Lisboa, fijado en el 3% del PIB.
Para el futuro inmediato, el gobierno ha planteado una estrategia de ciencia y tecnolog¨ªa y de innovaci¨®n 2013-2020. El objetivo es "alcanzar el nivel de ciencia, tecnolog¨ªa e innovaci¨®n que el sistema espa?ol precisa ganar en eficiencia para impulsar el nivel de beneficio social y econ¨®mico necesarios". En esta estrategia se asegura que, para aumentar la incorporaci¨®n de talento en el Sistema Espa?ol de Ciencia, Tecnolog¨ªa e Innovaci¨®n, los investigadores necesitan eliminar incertidumbres en el desarrollo profesional de su actividad a trav¨¦s de una mejor definici¨®n de la carrera investigadora. Sin embargo, la opini¨®n de los acad¨¦micos e investigadores es que por falta de recursos y reducciones en el nivel de gasto, durante los ¨²ltimos a?os se han perdido l¨ªneas importantes de investigaci¨®n, incluso perdiendo investigadores muy cualificados que se hab¨ªan incorporado a los equipos espa?oles y se han tenido que volver al extranjero al no haberse renovado sus contratos.
Por ¨²ltimo, es cierto que en estos a?os se ha mejorado la productividad y competitividad de los productos espa?oles , pero ha sido por el peor de los caminos, reduciendo el empleo, reduciendo los salarios y como consecuencia aumentando la desigualdad. Aunque con los ¨²ltimos datos de empleo existe ya un cambio de tendencia en la generaci¨®n de empleo esto sigue siendo en la misma l¨ªnea de ¨¦pocas anteriores en los dos sectores estrat¨¦gicos ya conocidos: el turismo y la construcci¨®n. Son dos sectores muy importantes, que junto a la industria automovil¨ªstica conforman los pilares de la econom¨ªa espa?ola. Pero los dos primeros son intensivos en el empleo de mano de obra de baja cualificaci¨®n y bajos salarios. No se trata de reducirlos, aunque hay que mejorar su productividad, pero s¨ª conviene incentivar el crecimiento de otros sectores que, aunque aporten menos empleo, mejorar¨¢n la productividad y por tanto la competitividad de los productos espa?oles.
En conclusi¨®n, si Espa?a quiere mejorar su sistema productivo y acercarse al cumplimiento de los objetivos europeos en la llamada Agenda de Lisboa (a?o 2000) concretados en alcanzar un gasto en I+D+i del 3% del PIB, tendremos que hacer un esfuerzo importante de inversi¨®n en estos sectores. El Gobierno no solo debe incrementar la inversi¨®n p¨²blica en I+D+i, sino que tiene que incentivar la inversi¨®n privada en estos sectores y facilitar las v¨ªas de internacionalizaci¨®n para la transmisi¨®n del conocimiento. Pero todo esto ser¨¢ una tarea para el pr¨®ximo Gobierno y quiz¨¢s en el futuro nos acerquemos a los objetivos europeos.
Carmen Alcaide es expresidenta del INE.
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