Siete a?os de recesi¨®n dibujan una Espa?a resistente y una perdedora

El lugar importa. La crisis no afect¨® a todos los territorios por igual. No fue un fen¨®meno homog¨¦neo, que se pueda liquidar con medias aritm¨¦ticas. Hubo 3,5 millones de trabajadores que fueron expulsados al paro entre 2007 y 2013, pero en unas localidades el terremoto social tuvo una magnitud muy superior a otras: Castell¨®n registr¨® seis veces m¨¢s paro que A Coru?a, y Priego (C¨®rdoba) sufri¨® 10 veces menos desempleo que Torre Pacheco (Murcia). Varios expertos del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) han trasladado la crisis econ¨®mica a un mapa de Espa?a (Atlas de la crisis) y han identificado d¨®nde ha residido la Espa?a m¨¢s vulnerable (perdedora en su terminolog¨ªa) y cu¨¢l ha sido la Espa?a resistente.

El estudio, dirigido por el dem¨®grafo Ricardo M¨¦ndez, director del Instituto de Econom¨ªa, Geograf¨ªa y Demograf¨ªa, dependiente del CSIC, ha tratado de poner cada cap¨ªtulo de la crisis en su sitio. A trav¨¦s de 15 indicadores provinciales y 8 indicadores locales recogidos entre los a?os 2006 y 2013, los expertos han podido determinar con cierto detalle (poblaciones superiores a los 20.000 habitantes) la geograf¨ªa de la crisis econ¨®mica. ¡°Nos anim¨® a seguir el estudio comprobar que el impacto no era el mismo entre ciudades de una misma regi¨®n y del mismo tama?o¡±, explica M¨¦ndez. El estudio abr¨ªa una nueva perspectiva: las desigualdades territoriales.

?D¨®nde se sit¨²a la Espa?a perdedora? Si se dibuja una l¨ªnea imaginaria entre Ir¨²n y Huelva, el Este de la pen¨ªnsula es perdedor y el Oeste, incluidas las Islas Canarias, Ceuta y Melilla, es resistente. ¡°El impacto de la actual crisis ha sido m¨¢ximo¡±, dice el estudio, ¡°en aquellos territorios cuyo crecimiento reciente supuso una elevada exposici¨®n al riesgo, al especializarse en actividades de baja productividad y fuertemente c¨ªclicas como la construcci¨®n, las industrias auxiliares o los servicios al consumo, con elevados niveles de empleo poco cualificado y precario, junto con un modelo de urbanizaci¨®n dispersa muy intensivo en el consumo de suelo y recursos naturales¡±. Esta reflexi¨®n rememora la Espa?a de urbanizaciones que se han quedado desiertas y de pol¨ªgonos industriales abandonados.

Los datos fueron haciendo su trabajo. Los expertos utilizaron indicadores econ¨®mico-laborales (poblaci¨®n ocupada, PIB por habitante, n¨²mero de empresas¡­), indicadores socio-demogr¨¢ficos (movilidad residencial, emancipaci¨®n de los j¨®venes, n¨²mero de manifestaciones¡­) e indicadores inmobiliarios (volumen de hipotecas, ejecuciones hipotecarias, precio medio vivienda libre¡­). Y cada uno se fue situando en el mapa: as¨ª, por ejemplo, en las ciudades malague?as de Fuengirola, Mijas y Estepona, el n¨²mero de ejecuciones hipotecarias creci¨® un 1.000% respecto a los a?os anteriores a la crisis mientras esa subida apenas alcanz¨® el 50% en poblaciones como Mieres, Langreo, Leioa, Getxo, Eibar o Ceuta. Otros datos ofrec¨ªan informaci¨®n complementaria: Cuenca y Soria fueron las peores en cuanto a emancipaci¨®n juvenil, todo lo contrario que Melilla. Hubo provincias que sumaron un buen n¨²mero de manifestaciones de protesta (Girona, ?lava, Teruel, Le¨®n y Albacete) durante los primeros a?os de la crisis y fueron relevadas por Castell¨®n a partir del a?o 2009.

El informe concluye que el este es perdedor y el oeste, resistente

Una de las sorpresas relativas del estudio fue comprobar que el impacto de la crisis fue relativamente moderado en provincias interiores (Lugo, Ourense, Badajoz y Zamora), algunas de ellas tenidas por despobladas o deprimidas. La raz¨®n es muy sencilla: se vieron ¡°poco implicadas en el crecimiento de la burbuja inmobiliaria y su posterior pinchazo, con un empleo p¨²blico que las protegi¨® en los inicios de la crisis y ha dejado de hacerlo tras implantarse las medidas de austeridad¡±. Tener o no tener burbuja explica una mejor resistencia, pero hay otros factores que revelan c¨®mo localidades como Villanueva de la Serena (Badajoz) est¨¢n a la cabeza de las menos vulnerables: dispone de una econom¨ªa basada en el sector agroalimentario, se aprecia una pol¨ªtica de desarrollo social y ha mantenido servicios sociales.

El mapa de las menos vulnerables est¨¢ repleto de ciudades vascas

La clasificaci¨®n de las m¨¢s resistentes est¨¢ repleta de ciudades vascas y ese es un hecho que parece m¨¢s evidente. ¡°Esas ciudades apostaron por una econom¨ªa diversificada¡±, se?ala el estudio, ¡°mantuvieron una industria renovada y cierta capacidad exportadora, base para localizar servicios empresariales avanzados que favorecen la innovaci¨®n y generan empleo de mayor calidad¡±.

Los autores del Atlas sacan sus conclusiones para evitar que una futura crisis produzca efectos tan devastadores. Apuestan por construir una nueva ¡°cultura del territorio¡±, un ¡°urbanismo integrado¡± y una nueva gobernanza territorial.