Las chanclas m¨¢s famosas del globo
Alpargatas, la empresa brasile?a que fabrica las ic¨®nicas Havaianas, apunta con fuerza hacia el mercado internacional ante el par¨®n de la econom¨ªa local
Pregunte a cualquier brasile?o que ronde los 40 a?os sobre las chanclas que usaba de peque?o. Seguramente le dir¨¢ que se acuerda de unas de marca Havaianas de suela de goma blanca y tiras azules. Eran baratas y resistentes, y tan populares que el Gobierno lleg¨® a fijar sus precios, igual que hac¨ªa para otros productos b¨¢sicos, como el arroz o las legumbres.
El calzado que algunos bautizaron de forma clasista como Havaianas de pedreiro (alba?il) tom¨® primero las favelas, el campo, la playa y las ciudades. Se venden m¨¢s de 210 millones por a?o y se han convertido en la gran marca internacional de Brasil y en el buque insignia de la empresa Alpargatas, de la que Havaianas forma parte y que es la mayor fabricante de zapatos de Am¨¦rica Latina. Hoy, la divisi¨®n Havaianas representa dos terceras partes de las ventas globales de la empresa, que tambi¨¦n produce ropa y accesorios.
Las chanclas Havaianas tuvieron un origen distinto y siguieron un camino opuesto al de otras marcas. Tras empezar como producto bueno y barato, quer¨ªan llegar a clases m¨¢s altas. Desde los noventa, el cat¨¢logo ha crecido tanto que hoy incluye chanclas de 9,90 reales (unos tres d¨®lares) y otras, con piedras Swarovski incrustradas, por 500 reales. Venden en las galer¨ªas Lafayette de Par¨ªs, El Corte Ingl¨¦s, supermercados o tiendas de los pueblos del interior de Brasil.
El dibujo de 1962 que sirvi¨® para patentar la chancla (inspirada en los zori, un calzado tradicional de Jap¨®n) est¨¢ colgado en el enorme despacho de paredes blancas del presidente de Alpargatas, M¨¢rcio Utsch. Desde el piso 14 en la sede central de la firma, el empresario, que lleg¨® a Alpargatas en 1997, observa la mara?a de calles y rascacielos de S?o Paulo. Est¨¢ en su cincuentena y tiene el pelo blanco, pero es atl¨¦tico, con porte de corredor. Cuenta que empez¨® a trabajar a los 12 a?os vendiendo billetes de autob¨²s ¡°por absoluta necesidad¡±. En los pies lleva unas alpargatas azules de su marca estrella.
Alpargatas naci¨® en 1907 como Sociedad An¨®nima F¨¢brica Brasile?a de Alpargatas y Calzados. El escoc¨¦s Robert Fraser acababa de llegar a Brasil y vend¨ªa zapatos especiales para los trabajadores de la industria cafetera en S?o Paulo. Hoy, la empresa pertenece a Camargo Corr¨ºa ¡ªuno de los mayores grupos empresariales de Brasil¡ª y emplea a 20.000 personas en todo el mundo a trav¨¦s de las marcas de chanclas Havaianas y Dupe, las de calzado deportivo Topper y Rainha y las franquicias de Mizuno y Timberland. Adem¨¢s, tiene una participaci¨®n en la marca de moda premium Osklen.
El a?o pasado no fue brillante para la compa?¨ªa. En 2014 obtuvo un beneficio neto de 280,2 millones de reales (casi 92 millones de d¨®lares), un 9,6% menos que el a?o anterior. Eso s¨ª, cerr¨® el ¨²ltimo trimestre del a?o con un beneficio neto de 84,9 millones de reales (unos 27,9 millones de d¨®lares), un 16,8% m¨¢s que en el mismo periodo de 2013. Lo consigui¨®, sobre todo, gracias al aumento de las operaciones internacionales, al crecimiento de las ventas nacionales de Havaianas y a la entrada del grupo, con el 30% de participaci¨®n, en Osklen.
A pesar de todo, el presidente de Alpargatas se muestra optimista para 2015, especialmente en el escenario econ¨®mico de Brasil. ¡°Vamos al rev¨¦s del resto del pa¨ªs¡±, dice orgulloso. La no hace tantos a?os prometedora econom¨ªa brasile?a est¨¢ creciendo ahora a un ritmo raqu¨ªtico y acumul¨® una inflaci¨®n del 8% en los ¨²ltimos 12 meses. No hab¨ªa enfrentado una situaci¨®n tan complicada desde 2009, cuando se contrajo debido a la crisis financiera internacional. Como consecuencia del frenazo econ¨®mico, y del gran esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que afecta a la petrolera estatal Petrobras y a varios partidos pol¨ªticos, los ¨ªndices de popularidad de la presidenta, Dilma Rousseff, se han desplomado despu¨¦s de su segunda reelecci¨®n, en octubre. Mientras, el Gobierno aplica un nuevo ajuste fiscal como parte de las medidas para recuperar la confianza de empresarios e inversores.
M¨¢rcio Utsch dice que est¨¢ ¡°avergonzado como ciudadano¡± por los constantes casos de corrupci¨®n y dolido, en general, por el ¡°momento dif¨ªcil¡± que pasa Brasil: ¡°La econom¨ªa nacional pasa ahora por una etapa de descontrol. Todo empez¨® con el Gobierno gastando m¨¢s de lo que recib¨ªa. Con eso se pierde credibilidad, se tiene que ir al mercado a pedir pr¨¦stamos, y entonces los intereses. Eso rebaja el crecimiento¡±.
El presidente de Alpargatas se define como ¡°conservador¡± en cuestiones de contabilidad. Sigue la l¨®gica de tratar de mantener la caja ¡°bien estructurada, sin deudas¡±. La estrategia para este a?o es simple: Cash is the king (el dinero en efectivo es el rey). Quiere reducir los costes al m¨ªnimo y revalorizar los productos. Y, sobre todo, darle un empuj¨®n a las ventas internacionales gracias a la subida del d¨®lar.
La expansi¨®n ha sido veloz. Si a principios de la d¨¦cada de los 2000 las exportaciones representaban menos del 3% de la facturaci¨®n de Alpargatas, hoy suponen aproximadamente el 30% del total. La compa?¨ªa est¨¢ presente en 117 pa¨ªses (en 13 de ellos de forma directa) y acaba de abrir mercado en China, Indonesia y M¨¦xico. Y Utsch quiere m¨¢s. Cuenta muy satisfecho que Havaianas, ¡°una marca inclusiva y universal¡±, ha tenido una gran acogida en Myanmar (la antigua Birmania). Y ha cerrado el ciclo que empez¨® con aquellas sandalias de campesino en 1962 inspiradas en Jap¨®n entrando al mercado japon¨¦s.
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