El dif¨ªcil camino de la industria cinematogr¨¢fica
En Espa?a medio millar de productoras y distribuidoras se baten en retirada
La industria del cine lleva a?os sin ser rentable y en Espa?a la situaci¨®n es especialmente cr¨ªtica. Muchas productoras y distribuidoras emblem¨¢ticas se encaminan hacia la quiebra. El grupo Filmax lucha por superar los flecos de su concurso de acreedores, iniciado en 2010, mientras que Alta Films, uno de los mayores grupos independientes con producci¨®n, distribuci¨®n y 200 pantallas (la cadena Renoir, entre ellas), acaba de suspender pagos. Y estas son de las mayores del universo de microempresas que componen el universo del sector: m¨¢s de 250 productoras y otras tantas distribuidoras.
"Llevo 45 a?os de profesi¨®n, facturaba de 15 a 20 millones de euros al a?o. La crisis ha arrasado con el espacio de una empresa de cine independiente, sobre todo europeo, como la m¨ªa. Desde ni?o he peleado por hacer de la cultura y el cine un asunto de Estado en Espa?a, como en Francia", cuenta Enrique Gonz¨¢lez Macho, presidente de Alta Films. Su portal de venta de pel¨ªculas Filmin tampoco es rentable. "Tanto EE UU como Francia y pa¨ªses del entorno cuidan el cine como marca pa¨ªs, y un veh¨ªculo de proyecci¨®n cultural. Ning¨²n partido pol¨ªtico lo ha entendido as¨ª en Espa?a", denuncia Fernando Bovaira, presidente de Mod Producciones. En EE UU, una treintena de Estados compiten con incentivos fiscales para atraer rodajes. Nueva York, por ejemplo, pag¨® 30 de los 100 millones de d¨®lares que cost¨® El lobo de Wall Street.
La industria espa?ola no s¨®lo critica el escaso apoyo de la Administraci¨®n, sino tambi¨¦n la presi¨®n fiscal y la pirater¨ªa. Ning¨²n pa¨ªs desarrollado sufre las descargas ilegales como Espa?a, donde el 88% de los contenidos se consumieron as¨ª en 2014, y el 38% de ellos fueron pel¨ªculas, seg¨²n GFK. Las descargas ilegales, adem¨¢s, impiden un mayor desarrollo de la distribuci¨®n legal por Internet, un canal que dar¨ªa bastante aire a las empresas ante la ca¨ªda de espectadores en las salas.
"El conjunto de ayudas directas e indirectas recibidas por pel¨ªcula es del 20% al 25% en Espa?a, la mitad que en otros pa¨ªses similares", explica Bovaira. "Pero a¨²n peor", a?ade Mabel Klimt, vicesecretaria de Fapae, la patronal de los productores, "es el incumplimiento de la Administraci¨®n en el pago total de las amortizaciones por largometrajes de 2012. La hemos demandado porque es un pago sobre taquilla [se hace a los dos a?os], y su incumplimiento dificulta la concesi¨®n de pr¨¦stamos bancarios a la producci¨®n".
Los productores reclaman un marco estable de financiaci¨®n. "Trabajamos desde 2012 con el Gobierno en una Comisi¨®n Mixta para hacerlo, y no concretan", dice Klimt. El ICAA (Instituto de la Cinematograf¨ªa y de las Artes Audiovisuales) promete aprobar "este a?o el nuevo modelo de financiaci¨®n para implantarlo en 2016", y como acto de buena voluntad expone haber aumentado "el Fondo de Protecci¨®n al cine a 36,5 millones de euros en 2015", desde los 33,7 millones de 2014.
Las productoras deben acolchar riesgos porque son micro-empresas sin m¨²sculo financiero. "Antes de empezar un rodaje, aseguro el 80% de los ingresos con una preventa al exterior y a la televisi¨®n de pago, los sistemas de ayudas y los ingresos por coproducir", informa Bovaira. Su productora (10 personas fijas todo el a?o y m¨¢s de 200 personas durante las 15 semanas del rodaje de dos pel¨ªculas y una miniserie al a?o) es de un tama?o superior a la media.
Grupo Tornasol es el gigante de la producci¨®n independiente, con cuatro o cinco pel¨ªculas anuales, a tres millones de euros de coste medio. "Antes ganaba dinero, ahora empato o pierdo. Quiero las condiciones de trabajo de franceses, brit¨¢nicos, alemanes o italianos. El fondo de ayudas al cine franc¨¦s da 500 millones de euros [15 veces m¨¢s que al espa?ol], sus televisiones pagan tres veces m¨¢s por los derechos de emisi¨®n, y tienen mejor trato fiscal", dice Gerardo Herrero, fundador del grupo.
Paco Le¨®n entr¨® en la producci¨®n con un nuevo modelo de distribuci¨®n. Estren¨® Carmina o revienta en todas las pantallas a la vez (Internet, cine, DVD y televisi¨®n) desde 1,95 euros. La pel¨ªcula cost¨® medio mill¨®n de euros y recaud¨® 664.000 euros. En la explotaci¨®n tradicional habr¨ªa llegado a 738.000 euros. "La experiencia de Paco Le¨®n es posible por sus seguidores en Twitter (1,1 millones), pero no pagar¨ªa el coste de una pel¨ªcula de cine industrial", asegura Jos¨¦ Antonio Felez, consejero delegado de At¨ªpica Films. Es el productor de La isla m¨ªnima, de 4,2 millones de coste. At¨ªpica redujo su producci¨®n de tres a una pel¨ªcula anual durante la crisis, y en 2015 volver¨¢ a hacer dos "por la mejora econ¨®mica, y el abaratamiento de la financiaci¨®n. No recuperar¨¦ la inversi¨®n [iniciada en 2012] de La isla m¨ªnima hasta 2016, a pesar de su ¨¦xito [10 goyas]". El presupuesto medio de pel¨ªculas espa?olas ha ca¨ªdo de 3,2 millones de euros en 2009 a 1,4 millones en 2014.
El futuro cinematogr¨¢fico espa?ol estar¨¢ condicionado por la colonizaci¨®n de las grandes distribuidoras de EE UU, que imponen la compra de sus grandes ¨¦xitos en paquetes de pel¨ªculas de clase B y que se van haciendo con los derechos de las pel¨ªculas de ¨¦xito. Por eso la recaudaci¨®n de pel¨ªculas espa?olas suele ser la quinta parte de las extranjeras. Aunque 2014 fue una excepci¨®n porque Ocho apellidos vascos fue el segundo filme m¨¢s taquillero, tras Avatar, la distribuci¨®n la hizo la filial espa?ola de la estadounidense Universal .
El cine es por ahora la primera ventana de explotaci¨®n de una pel¨ªcula (un 21% de la recaudaci¨®n va al Estado, un 3% va a derechos de autor, un 34% para el due?o de la sala, distribuidores y productores se reparten el 42%). De tres a seis meses despu¨¦s va a DVD. Al a?o se emite en televisi¨®n de pago. Luego se vende al exterior y despu¨¦s en Internet. Pero todo este proceso es cada vez menos rentable y el n¨²mero mundial de espectadores de cine se mantiene gracias al mercado asi¨¢tico ¡ªChina, sobre todo¡ª y africano. ?Pero qu¨¦ pasar¨¢ cuando sean mercados maduros? "Habr¨¢ grandes salas para espect¨¢culos visuales, peque?as salas para cine de autor, y algunas pel¨ªculas llegar¨¢n directamente al televisor y al ordenador", predice Bovaira. J
SUSANA BL?ZQUEZ
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