El laberinto de la morosidad
El abono de la deuda no es suficiente para salir de los ficheros de impagos
¡°Pide y te ser¨¢ dado¡±. Durante muchos a?os la cita del Evangelista San Mateo parec¨ªa el eslogan de infinidad de entidades financieras, que concedieron cr¨¦ditos a sus clientes casi por llamar a la puerta. Lleg¨® la crisis, y su dureza ha provocado que el a?o pasado 34.680 hogares (un 7,4% m¨¢s que en 2013) sufrieran una ejecuci¨®n hipotecaria, argot para el inicio de un embargo y el desahucio. Esa cifra del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) casa bien con los 170.412 millones de euros en cr¨¦ditos impagados que seg¨²n el Banco de Espa?a acumulaba en marzo (datos m¨¢s actualizados) el sistema financiero espa?ol. Lo que supone una tasa alta de mora: el 12,5%.
Todos esos hogares y la mayor¨ªa de esos euros han pasado por un fichero de morosos. Un mundo a media luz de tablas de Excel en el que resulta sencillo caer (una factura impagada de m¨®vil, gas o electricidad) pero del que es complejo escapar, y que acarrea consecuencias tan serias como la posible denegaci¨®n de un cr¨¦dito o la denuncia ante un juez. Un espacio en el que conviven empresas profesionales con intrusos que practican tretas coercitivas amparadas en la falta de una legislaci¨®n propia que marque los l¨ªmites a estas compa?¨ªas.
Espa?a y Portugal son los dos ¨²nicos pa¨ªses de la Uni¨®n Europa en los que no existe esa normativa espec¨ªfica. ¡°Algo que permite que aqu¨ª se consientan pr¨¢cticas que son ilegales en otras naciones¡±, advierte Melania Sebasti¨¢n, presidenta de Angeco, la asociaci¨®n de esta industria, que agrupa a 49 grandes empresas. Para defenderse, esta instituci¨®n ha redactado su particular c¨®digo ¨¦tico, que tiene varios cap¨ªtulos: liquidar la deuda lo antes posible y en v¨ªa amistosa (sin acudir al juzgado); respetar a las personas y su vida privada (una forma de evitar el acoso telef¨®nico de call centers u operadoras); identificarse claramente, sin ambig¨¹edad, sin disimulos y sin atribuirse otra personalidad; no reclamar m¨¢s que el importe de las sumas contractual y legalmente debidas y utilizar un lenguaje simple y accesible.
Para ser borrado de los ficheros muchas veces se necesita asistencia legal
Esas son las intenciones, los hechos los marca la Ley Org¨¢nica de Protecci¨®n de Datos (LOPD) y su reglamento donde se explica el alcance de los ficheros de morosos. Una deuda telef¨®nica, un retraso en la hipoteca, un impago de la tarjeta de cr¨¦dito llevan a entrar en esos Excel. ?Y qu¨¦ consecuencias acarrea? Desde luego, complica la concesi¨®n de un cr¨¦dito. ?Mucho? Depende de cada caso. ¡°Si una persona aparece con una deuda no pagada, se estudia de forma personalizada, por un analista de riesgos, qu¨¦ tipo de impago es, de qu¨¦ cuant¨ªa se trata... Y se toma una decisi¨®n, que en ocasiones puede ser favorable¡±, relatan en el BBVA.
De momento, lo que fija la LOPD es que no hace falta el consentimiento del deudor para que sea incluido en uno de estos ficheros, si bien debe recibir una notificaci¨®n por escrito en el domicilio inform¨¢ndole de esta situaci¨®n en un plazo de 30 d¨ªas. Tambi¨¦n se?ala el reglamento que ha de ¡°existir una deuda cierta, vencida y exigible, que haya resultado impagada¡±. Esto es importante, porque el acreedor tiene que justificar la existencia de un contrato ya sea verbal o por escrito. En caso contrario no es exigible. Adem¨¢s quien reclame esa mora debe tener capacidad para hacerlo. Es una garant¨ªa contra los intrusos que se mueven en el sector.
¡°La tasa de morosos es un 40% mayor que en los 90¡±, dice en Experian
Por lo tanto, ¡°la persona en presunta mora tiene que ser informada en el contrato y se le debe requerir el pago advirti¨¦ndole de la posible anotaci¨®n de la deuda antes de ser incluida en los ficheros y, por ¨²ltimo, tiene que ser avisada [por empresas como Experian o Asnef-Equifax] de esa anotaci¨®n efectiva¡±, observa Javier Aparicio, socio del bufete Cuatrecasas.
Pero supongamos que est¨¢ dentro del fichero, y quiere salir. ¡°Para ello tendr¨¢ que pagar la deuda y cabe incluso negociar en buenos t¨¦rminos con la empresa (muchas ofrecen descuentos e incentivos), para lo cual es aconsejable recurrir a un experto legal¡±, se?ala Aparicio. A partir de aqu¨ª resulta ¨²til solicitar el certificado de deuda (documento b¨¢sico para reclamar) de la empresa que maneja nuestro fichero y obtener todas las garant¨ªas posibles por escrito tanto de qui¨¦n es el acreedor como de su potestad para reclamar la mora.
Una deuda nunca puede ser considerada como cierta hasta que as¨ª se asegure en un juzgado ni tampoco mientras la reclamaci¨®n est¨¦ en fase extrajudicial. Por esta raz¨®n, entre tanto, no resulta posible incluir al deudor en ning¨²n fichero de morosos. Adem¨¢s, el tiempo es finito. Como m¨¢ximo, los datos se pueden conservar seis a?os mientras la deuda est¨¦ impagada. Despu¨¦s hay que borrarlos. Se mantiene la prohibici¨®n de la doctrina del llamado ¡®saldo cero¡¯. Es ilegal conservar los datos de morosidad una vez que la deuda se ha regularizado. Pero cuidado. ¡°Lo habitual es que antes de que transcurran esos seis a?os ya haya habido una demanda o una ejecuci¨®n hipotecaria, o sea el primer paso para perder la casa¡±, avisa Alejandro Pad¨ªn, abogado del despacho Garrigues. Si la cancelaci¨®n resulta aceptada por la empresa, la mora se extingue en diez d¨ªas.
El reloj corre contra el deudor y a favor de las empresas de recobro, quienes emiten buenas y malas noticias. Entre enero de 2013 y el mismo mes de este a?o, el n¨²mero de morosos en el fichero de particulares de Experian cay¨® un 18% y en el de empresas la bajada fue del 12%. Aun as¨ª, ¡°las tasas de morosidad siguen altas, entre un 30% y un 40% m¨¢s que en los a?os noventa, y han repuntado en las hipotecas¡±, describe Jaime Mar¨ªn, director de Soluciones de Negocio de Experian.
Las 800 empresas que se dedican a esta actividad manejaban, seg¨²n la consultora DBK, unos 115.000 millones de euros en cr¨¦ditos impagados en 2013 y se enfrentan a un negocio que se resiente por la enorme rivalidad entre las propias compa?¨ªas cuando adquieren ficheros. ¡°Hay mucha competencia a la hora de comprar carteras[DE MOROSOS]. Tanto que las tasas de descuento son del 90%¡±, analiza Juan Carlos Gonz¨¢lez, director general de la multinacional sueca de recobros Intrum Justitia. Es decir, una deuda de 100 euros se compra por diez. Pese a que la crisis econ¨®mica les ha afectado (facturan en funci¨®n de lo que recuperan), la nave va. ¡°En marzo est¨¢bamos un 20% por encima de las expectativas¡±, dice Gonz¨¢lez.
Sin embargo, es en el instante preciso en el que una empresa adquiere uno de estos ficheros de morosos, lo vuelca en su sistema e intenta hacer negocio cuando tambi¨¦n pueden surgir problemas. Javier Aparicio, de Cuatrecasas, llama a este riesgo ¡°remover el avispero¡±. Al traspasar la informaci¨®n se podr¨ªan producir errores (exigir una deuda ya abonada), duplicidades o notificaciones incorrectas. Pese a todo, y admitiendo ¡°la existencia de algunos portales de Internet que tienen pr¨¢cticas no ortodoxas¡±, como relata Mar¨ªn, el mensaje del sector es que cumple a rajatabla la regulaci¨®n. ¡°Acreedores e intermediarios somos muy cuidadosos a la hora de inscribir a un deudor en un registro, y no es una informaci¨®n p¨²blica a la que pueda acceder cualquiera. Hay que proteger los derechos del deudor, especialmente con lo vivido en los ¨²ltimos a?os, donde muchas familias se han visto en situaciones tremendas¡±, reflexiona Melania Sebasti¨¢n.
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