El Ibex suspende en buenas pr¨¢cticas
La mayor¨ªa de las multinacionales ofrece una informaci¨®n fiscal y laboral opaca
La transparencia no es el punto fuerte de la peque?as y medianas (pymes) espa?olas y todav¨ªa no es un comportamiento interiorizado por las grandes corporaciones, las que por su posici¨®n y car¨¢cter multinacional est¨¢n obligadas a presentar datos sobre sus compromisos medioambientales, sociales, con los Derechos Humanos o de buen gobierno.
El Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro subvencionada por el Ministerio de Trabajo, lleva once a?os separando el trigo de la paja en su informe anual sobre las empresas del Ibex 35, y esta semana, en la presentaci¨®n de la ¨²ltima edici¨®n, ha vuelto a insistir en que, salvo excepciones, la gran cantidad de informaci¨®n que las cotizadas aportan sobre responsabilidad social ¡°carece todav¨ªa de rigurosidad, alcance, cantidad y calidad suficiente¡±.
En una escala del cero al cuatro, el Observatorio ha puntuado con una media del 1,21, un rotundo suspenso, al conjunto del ¨ªndice burs¨¢til. S¨®lo Red El¨¦ctrica, que repite primera posici¨®n, pasa del aprobado raspado. Inditex, Gas Natural, Telef¨®nica e Indra completan las cinco primeras posiciones. ¡°Otro a?o m¨¢s, la palabra estancamiento define las insuficientes variaciones registradas globalmente. Las empresas no han considerado como ¨¢rea estrat¨¦gica y prioritaria la definici¨®n de sistemas de gesti¨®n de su RSC¡±, asegura el documento, en cuya elaboraci¨®n han participado 22 analistas. Lamentan que en m¨¢s de una ocasi¨®n las grandes sociedades espa?olas se limitan a ofrecer datos en un enfoque ¡°puramente comunicativo y buenista¡±. En otras ni siquiera eso: de las 35 empresas del Ibex, las seis que ocupan las ¨²ltimas posiciones en el r¨¢nking, Ebro T¨¦cnicas Reunidas, Viscofan, Dia, Jazztel y Grifols ¡°no presentan informaci¨®n relevante sobre aspectos de RSC¡±.
En un momento en que la corrupci¨®n es percibido como el segundo problema de los espa?oles tras el paro, 32 de las 35 empresas del ¨ªndice tienen presencia en pa¨ªses con baja tributaci¨®n (considerados para¨ªsos fiscales en alguno de los listados que elaboran Espa?a, la OCDE, el Parlamento Europeo o la ONG Tax Justice Network). En 2013, a?o del estudio, incrementaron en 73 el n¨²mero de sociedades en estos territorios, pasando de 467 a 540. Esto significa que lejos de retirarse de plazas off-shore, hay un incremento de un 15,6% con respecto a 2012 y de un 23,5 % respecto a 2011, pese a la salida del Ibex de Abengoa, que ten¨ªa 27 sociedades en para¨ªsos fiscales y Endesa y Acerinox, con seis cada una.
Precisamente en los aspectos relacionados con la fiscalidad la informaci¨®n sobre resultados, beneficios, impuestos, subvenciones recibidas, localizaci¨®n de los proveedores y gastos salariales se convierte en un bien escaso. Seg¨²n el director del informe, Orencio V¨¢zquez, estos datos ¡°permitir¨ªan entender d¨®nde se ha generado el beneficio de estos grupos¡±, algo que al menos los accionistas deber¨ªan de conocer con detalle. V¨¢zquez destaca que su an¨¢lisis no busca tanto poner el acento en operaciones supuestamente delictivas como en la estrategia para eludir el pago de impuestos. Recuerda que el comit¨¦ del Parlamento Europeo para asuntos legales reclam¨® a la Comisi¨®n Europea que obligase a las empresas a informar qu¨¦ operaciones realizan pa¨ªs a pa¨ªs, ¡°dado que cada a?o la UE deja de recaudar la escandalosa cifra de un bill¨®n de euros por fraude, evasi¨®n fiscal y la planificaci¨®n fiscal agresiva, lo que supone un coste de 2.000 euros anuales por cada ciudadano¡±.
Bajando a la arena, el estudio del Observatorio destaca que en Delaware, el segundo Estado m¨¢s peque?o de EE UU, 222 filiales de firmas del Ibex han elegido poner un pie (all¨ª est¨¢n el 60% de los empresarios que figuran en la lista Forbes). Curiosamente, el informe asegura que 180 de ellas (el 81%) comparten las mismas dos direcciones postales en la peque?a ciudad de Wilmington (70.000 habitantes). Seg¨²n el New York Times, en los circuitos fiscales llaman a Delaware loophole, escapatoria, por su facilidad para crear sociedades sin estar f¨ªsicamente; por el secreto de privacidad sobre los propietarios y por el hecho de que si una compa?¨ªa no tiene actividad en esa ciudad, no tiene que pagar impuestos.
Los casos de corrupci¨®n tambi¨¦n han estado muy presentes en la investigaci¨®n. De nuevo el buenismo reina. Solo cinco empresas aportan alguna informaci¨®n sobre esta cuesti¨®n pese a que 17 operan en pa¨ªses con fuerte fragilidad institucional. ¡°Es especialmente preocupante. No es aceptable que en un ejercicio de transparencia y de rendici¨®n de cuentas con las que las empresas del Ibex 35 dicen estar comprometidas, ¨¦stas no informen de manera amplia y de forma transparente¡±.
Ante la pregunta de, ¡°?cuenta con pol¨ªticas que garanticen el cumplimiento de su compromiso en materia de Derechos Humanos?¡±, el 40% de las empresas del Ibex responden que s¨ª. Pero solo el 17% informa sobre qu¨¦ medidas han tomado y s¨®lo una de cada cinco cuenta con pol¨ªticas activas de control de proveedores. ¡°Una buena pr¨¢ctica en este sentido es la Inditex¡±, destacan los analistas. Su plan de auditor¨ªas sobre proveedores pas¨® de 113 en 2012 a 1.425 un a?o (de un total de 1.592), aunque seis de los 46 pa¨ªses donde opera se quedaron fuera de estos ex¨¢menes.
Hay otras empresas con riesgos especialmente sensibles en su cadena de valor, como es el caso de las que necesitan minerales situados en pa¨ªses pobres para fabricar art¨ªculos de electr¨®nica. Por ejemplo, la informaci¨®n facilitada en relaci¨®n a los proveedores del colt¨¢n por parte de Jazztel es ¡°inexistente¡± y la de Telef¨®nica, ¡°vaga¡±. Arcelormittal, sin embargo, afirma que ha adquirido el compromiso en su c¨®digo de suministro responsable de no utilizar minerales de conflicto.
Seg¨²n ¨ªndice de Riesgo Clim¨¢tico de Germanwatch69 del a?o 2014, se puede concluir que las empresas del Ibex operan o tienen presencia en 14 pa¨ªses con un riesgo extremo en lo tocante al medioambiente. Pero llama la atenci¨®n que s¨®lo el 34% de las empresas conocen y declaran sus principales riesgos.
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