Roma pagar¨¢ las pensiones caras
Un tribunal ordena el abono de 15.000 millones a 5,5 millones de ciudadanos La decisi¨®n puede impedir que cumpla los objetivos econ¨®micos pactados con Bruselas
La imagen se convirti¨® en un icono de la crisis. La ministra Elsa Fornero no pudo contener las l¨¢grimas al anunciar que, durante los dos a?os siguientes, las pensiones superiores a 1.400 euros ¡ªel triple de la pensi¨®n m¨ªnima¡ª quedaban congeladas. Corr¨ªan los ¨²ltimos d¨ªas de 2011 y el Gobierno t¨¦cnico de Mario Monti, llamado a corregir el desbarajuste provocado por Silvio Berlusconi, trataba de evitar a toda costa que la Uni¨®n Europea (UE) considerase a Italia entre las econom¨ªas fallidas.
Ahora, una sentencia del Tribunal Constitucional acaba de anular aquella medida y las consecuencias se antojan devastadoras para el Gobierno de Matteo Renzi: la devoluci¨®n de m¨¢s de 15.000 millones de euros a los m¨¢s de 5,5 millones de pensionistas afectados amenaza con poner en riesgo el objetivo de d¨¦ficit de las finanzas p¨²blicas comprometido con Bruselas para 2015. Las l¨¢grimas que no conmovieron a Monti han borrado la sonrisa de Renzi.
El desembolso puede impedir que el pa¨ªs cumpla el objetivo de d¨¦ficit
La situaci¨®n es muy complicada, tanto desde el punto de vista econ¨®mico como pol¨ªtico. Los ¨²ltimos c¨¢lculos de la Intervenci¨®n General del Estado estiman que la deuda total con los pensionistas podr¨ªa ascender incluso a los 19.000 millones. Si el Gobierno decidiera pagarla a tocateja, el d¨¦ficit pasar¨ªa del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) al 3,9% y, por consiguiente, Italia se situar¨ªa de nuevo ante el riesgo de un nuevo procedimiento de la UE por d¨¦ficit excesivo.
¡°Pero pierda cuidado¡±, asegura Stefano Conti, un ingeniero jubilado que el mi¨¦rcoles jugaba con sus nietos en el parque romano de Villa Pamphili, ¡°ya se inventar¨¢n algo para no pagar. F¨ªjese c¨®mo seremos los italianos: cuando el Gobierno de Monti anunci¨® que no me subir¨ªan la pensi¨®n en 2012 y 2013, me lo cre¨ª; y ahora que dicen que, por ley, me tienen que pagar los 300 euros que me deben, no me lo creo¡±.
El problema econ¨®mico ¡ªde d¨®nde sacar tal cantidad de dinero en una econom¨ªa cogida con alfileres y donde el paro juvenil ya alcanza el 43%¡ª se ha convertido enseguida en un gran contratiempo pol¨ªtico para Renzi. El primer ministro, que acababa de afianzar su liderazgo al lograr la aprobaci¨®n de una nueva ley electoral, se encuentra de nuevo entre la espada y la pared. Si decidiera pagar los atrasos, aunque solo fuese en un primer momento a las pensiones m¨¢s bajas de las afectadas, traspasar¨ªa la l¨ªnea roja del d¨¦ficit p¨²blico marcada por Bruselas. Si no lo hace, no solo desobedecer¨ªa al Tribunal Constitucional, sino que se colocar¨ªa en la desagradable postura de defender las medidas de ajuste puestas en pr¨¢ctica por el Gobierno t¨¦cnico de Monti, una de cuyas consecuencias m¨¢s amargas ¡ªcomo subrayaron las l¨¢grimas de la ministra¡ª la pagaron m¨¢s de cinco millones de jubilados. Unos pensionistas que, por cierto, podr¨ªan devolverle el desaire a Renzi enseguida y de la manera m¨¢s dolorosa para un pol¨ªtico, durante las elecciones regionales previstas para el pr¨®ximo 30 de mayo. No hace falta decir que la oposici¨®n ¡ªincluido el partido de Berlusconi, que en su d¨ªa vot¨® a favor de la media¡ª ya se ha apresurado a sacar tajada. El m¨¢s beligerante, como casi siempre, ha sido Matteo Salvini, el l¨ªder de la Liga Norte: ¡°El Estado es un ladr¨®n que roba a cinco millones y medio de jubilados¡±.
Algunos afectados cobran 2.000 euros pero otros, hasta 5.000 euros al mes
El Gobierno de Renzi, aunque mantiene un calculado silencio con el objetivo de ganar tiempo, deja caer en privado que los jubilados a los que, seg¨²n la sentencia, tendr¨ªa que pagar unos 500 euros de media por los atrasos de 2012 y 2013 no est¨¢n precisamente al borde de la inanici¨®n. De los m¨¢s de cinco millones y medio de pensionistas afectados, casi tres millones cobran entre 1.400 y 2.000 euros, algo m¨¢s de dos millones perciben entre 2.000 y 3.000 euros, y todav¨ªa hay m¨¢s de medio mill¨®n cuyas pensiones superan los 3.000 euros. Incluso hay m¨¢s de 200.000 que cobran cada mes m¨¢s de 5.000 euros.
Se trata de un debate recurrente, el de las llamadas pensiones de oro, compatibles con cualquier otra pensi¨®n p¨²blica y con los vitalicios. ¡°Se est¨¢n mezclando asuntos que no tendr¨ªan que mezclarse¡±, tercia el ingeniero Conti, ¡°una cosa es que haya abusos protegidos por la ley, una especialidad t¨ªpica italiana, y otra bien distinta es que, despu¨¦s de 40 a?os de trabajo, intenten arreglar el pa¨ªs quit¨¢ndote dinero de la pensi¨®n¡±.
Guerra entre el Gobierno y el Tribunal Constitucional
Las palabras de Enrico Zanetti, subsecretario del Ministerio de Econom¨ªa, suponen un aviso para navegantes: ¡°Hacer el reembolso a todas las pensiones, como pretende el Tribunal Constitucional, ser¨ªa una locura¡±. Se estima que el Gobierno solo dispone de un margen de 8.000 millones de euros. A partir de ah¨ª, Italia superar¨ªa el l¨ªmite del d¨¦ficit p¨²blico comprometido con Bruselas, y no parece que Renzi contemple esa opci¨®n. El atajo m¨¢s probable, aunque el Gobierno a¨²n no suelta prenda para minimizar el da?o electoral, consistir¨ªa en aplicar la actualizaci¨®n de las pensiones de forma progresiva: el 50% del IPC para las pensiones entre 1.400 y 2.000 euros; el 35% para las que sit¨²an entre 2.000 y 2.500 euros; y el 25% para las que van de los 2.500 a los 3.000. Las superiores se quedar¨ªan, al menos de momento, sin cobrar.
Otra posibilidad, disparatada si no fuera Renzi el que est¨¢ en el poder, pasar¨ªa por recurrir la sentencia del Constitucional ante la Corte de Justicia europea. Algunos expertos sostienen que el fallo entra en contradicci¨®n con los compromisos de equilibrio presupuestario suscritos por Italia y que tienen rango constitucional, por cuanto el derecho europeo prevalece sobre el derecho nacional. Ser¨ªa una declaraci¨®n de guerra en toda regla al Supremo. O, seg¨²n fuentes del Gobierno, la devoluci¨®n de la andanada que el Supremo le acaba de enviar al joven primer ministro a trav¨¦s de una sentencia cuyas consecuencias son imprevisibles para Italia y de la que se enter¨® por la prensa. No hay que olvidar que los conservadores jueces constitucionales italianos se han mostrado siempre contrarios a cualquier reforma de un sistema de pensiones y sueldos vitalicios que, a algunos de ellos, les ha permitido ganar hasta 400.000 euros al a?o.
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