La nueva seducci¨®n del Mediterr¨¢neo

Solo tiene cinco cent¨ªmetros m¨¢s que el segundo, pero al fin y al cabo, el Allure of the Seas es el crucero m¨¢s grande del mundo. Y ayer sus m¨¢s de 54.000 toneladas de acero, 362 metros de eslora y 66 de manga (el tama?o de cuatro campos de futbol) descansaban en dos muelles del Puerto de Barcelona hasta que poco antes de las siete de la tarde zarp¨® con rumbo a Roma, en su estreno desde la capital catalana. Un nuevo r¨¦cord para las instalaciones barcelonesas, que el a?o pasado celebraron la llegada del Oasis of the Seas ¡ªese barco que tiene cinco cent¨ªmetros menos que la seducci¨®n de los mares, aunque se le considera gemelo¡ª y que en 2016 prev¨¦ recibir al Harmony of the Seas, un buque que se est¨¢ construyendo y que ser¨¢ de unas dimensiones similares a los dos ya existentes.

Si es as¨ª, Barcelona ser¨¢ la primera ciudad en la que recalan los tres mayores buques en el segmento de los cruceros, seg¨²n destac¨® ayer el presidente de la Autoridad Portuaria de Barcelona, Sixte Cambra. Esa medalla estaba hasta hace pocos a?os solo al alcance de los tres puertos estadounidenses (Ca?averal, Miami y Everglades), la principal base para surcar las aguas del Caribe. Barcelona, cuarto centro crucerista del mundo y primero del Mediterr¨¢neo, se ha ganado ese privilegio, en parte por el tir¨®n que tiene en el mapa del turismo internacional.

Es el motivo que explica que Royal Caribbean haya decidido basar su Allure ¡ªcomo lo hizo con el Oasis y har¨¢ con el Harmony¡ª en la capital catalana durante los meses que dure la temporada de verano, que empez¨® ayer y se prolongar¨¢ hasta mediados de octubre, seg¨²n explic¨® Bel¨¦n Wang¨¹emert, directora general del grupo en Espa?a y Francia. Gracias a ese gigante flotante pasar¨¢n por Barcelona m¨¢s de 150.000 personas, las que durante esos meses embarcar¨¢n y desembarcar¨¢n en ese armaz¨®n gigante con destino a Marsella, Florencia, Roma, N¨¢poles o Palma de Mallorca. M¨¢s de una veintena de viajes de una semana para un barco cuyos 2.706 camarotes pueden albergar hasta 6.318 pasajeros, adem¨¢s de 2.384 tripulantes. Su interior tambi¨¦n cuenta con un teatro con capacidad para 1.300 personas, adem¨¢s de la piscina para saltos acrob¨¢ticos m¨¢s profundadentro de un barco y un parque ¡ªCentral Park, le llaman¡ª con m¨¢s de 12.000 plantas. Al barco no le falta pista de hielo y, claro est¨¢, tampoco el mayor casino en alta mar.

La apuesta de Royal Caribbean es una buena noticia para el puerto de Barcelona, que el a?o pasado perdi¨® un 9% de cruceristas (se qued¨® en 2,36 millones de cruceristas) a causa de las conservadoras previsiones ¡ªy reservas de espacios portuarios para atracar sus naves¡ª que hab¨ªan hecho las navieras dos a?os antes, en 2012, cuando todav¨ªa no se atisbaba la recuperaci¨®n econ¨®mica y los precios de los cruceros estaban por los suelos. Este a?o, las estimaciones apuntan a que se volver¨¢n a los 2,5 millones, lo que volver¨¢ a colocar a las instalaciones portuarias en la senda de ese objetivo que se ha marcado para 2020: tres millones de cruceristas anuales.

Seg¨²n los c¨¢lculos de Turismo de Barcelona, la llegada del gigante de Royal Caribbean dejar¨¢ en Espa?a 27 millones de euros, de los que la gran parte se quedar¨¢n en Barcelona (17,5 millones de euros). La Autoridad portuaria est¨¢ elaborando un estudio m¨¢s completo sobre el impacto econ¨®mico del sector de los cruceros en Barcelona.

M¨¢s all¨¢ de las aspiraciones de la Autoridad Portuaria, Carnival, otro de los grandes operadores de cruceros del mundo, es un ejemplo de que ese hito puede ser posible. El pasado mes de septiembre anunci¨® a construcci¨®n de una nueva terminal en el Puerto de Barcelona. Su inversi¨®n, de 20 millones de euros, permitir¨¢ atracar buques con capacidades de hasta 4.500 pasajeros. Y el Puerto de Barcelona, en paralelo, sopesa la posibilidad de construir una m¨¢s en el espacio que tiene disponible.