La energia e¨®lica intenta resistir en Espa?a

En 2009 se instalaron 1.332 aerogeneradores en los campos espa?oles. En 2014 se erigieron 13. La industria de la energ¨ªa generada por el viento y la tecnolog¨ªa que la rodea fueron durante a?os uno de los motores m¨¢s activos de las renovables, pero la crisis y las distintas normativas han dejado muy da?ado el mercado interno. Espa?a sigue siendo, sin embargo, el quinto pa¨ªs que m¨¢s generadores e¨®licos fabrica. Las ventas en el extranjero, donde las empresas basan casi de manera ¨ªntegra su negocio, han sido el ancla de salvaci¨®n: el pa¨ªs es quinto exportador mundial y tercero en Europa.

Pero los fabricantes no creen que la industria exterior sea suficiente para mantener su fuerza y sobrevivir a largo plazo. "Necesitamos volver a impulsar el mercado local. El resto de territorios copa su sector interno para tener un anclaje al salir", seg¨²n Javier Coloma, director general de la empresa de ingenier¨ªa el¨¦ctrica, motores y generadores Ingeteam, quien particip¨® en un encuentro patrocinado por Acciona y organizado por EL PA?S, que se celebr¨® esta semana.

Los fabricantes y l¨ªderes del sector coinciden con este diagn¨®stico. "Hace falta ayuda del Gobierno", reclam¨® Luis Polo, director general de la Asociaci¨®n Empresarial Energ¨¦tica (AEE), en presencia de Bego?a Cristeto, secretaria general de Industria. "No podemos permitirnos que se vayan las empresas que han sobrevivido a una de las traves¨ªas del desierto m¨¢s duras de la crisis", dijo Polo. De las 48.000 personas que trabajaban en 2008 en el sector, hoy quedan 27.000. Pero la e¨®lica tiene una ventaja de autoabastecimiento sobre el resto de industrias energ¨¦ticas: el 85% de toda la tecnolog¨ªa se siguen manufacturando en Espa?a. "Aqu¨ª inventamos e¨®lica, y toda la innovaci¨®n que desarrollamos se exporta", destac¨® Polo.

"El sector ha sufrido la crisis de la forma m¨¢s virulenta por culpa de la ca¨ªda del mercado nacional y las pol¨ªticas para reducir el d¨¦ficit tarifario. La nueva normativa era, sin embargo, necesaria para que no colapsara todo el sistema energ¨¦tico", argument¨® Cristeto para responder a las quejas de la industria contra la reforma energ¨¦tica aprobada hace poco m¨¢s de un a?o. La representante p¨²blica expuso, adem¨¢s, que las diferentes leyes de las 17 comunidades aut¨®nomas no ayudaban. "El Ministerio sirve de bisagra".

Los ponentes, aunque aplaudieron la labor transversal del Ministerio al reunirse, escuchar y coordinarse con otros organismos, fueron especialmente cr¨ªticos con la necesidad de volver a restablecer la seguridad jur¨ªdica. "La regulaci¨®n quiz¨¢s fuera necesaria, pero no s¨¦ si se han medido las consecuencias de lo que acarrea", apunt¨® Coloma.

"Es imposible aportar seguridad a las empresas que quieren invertir si cada seis a?os se puede cambiar la regulaci¨®n", apunt¨® Jos¨¦ Luis Blanco, director de Acciona Wind Power, que recordaba que tras este periodo de tiempo el Gobierno est¨¢ capacitado para revisar y modificar la rentabilidad razonable y condiciones econ¨®micas de cada uno de los trabajos.

"Un proyecto necesita seis a?os por lo menos para desarrollarse. Si cada seis a?os cambian la ley, no se puede hacer nada", apuntaba Polo: "Fuera son cada vez mejores y Espa?a est¨¢ encorsetada". La industria e¨®lica tiene dos reclamaciones: la necesidad de impulsar un mercado interno renqueante, y lograr la seguridad jur¨ªdica que, seg¨²n sus portavoces, se perdi¨® con la reforma.

De momento, donde la industria parece tener futuro es en el extranjero. El sector exporta m¨¢s de 2.500 millones de euros anuales en tecnolog¨ªa. "M¨¢s que vino y calzado", destac¨® Polo. "Es una industria viva, pero va a costar mantenerla", refrend¨® Pablo Ayesa, director general del Centro Nacional de Energ¨ªas Renovables (CENER): "Tenemos que estar preparados para entender los mercados en los que vendemos".

Blanco describi¨® tres tipos de mercados: el primero es donde no hay competidores locales y todos est¨¢n en la misma situaci¨®n; los mercados en los que los reguladores exigen tener una parte del negocio local; y, en tercer lugar, aquellos en los que hay una fuerte presencia de los competidores, "donde el pa¨ªs exportador deber¨ªa hacer pi?a y apoyar en log¨ªstica y fiscalidad". En los mercados m¨¢s proteccionistas, como Brasil, el sector espa?ol se apoya en que, aunque no puedan vender productos, s¨ª que se pueden exportar I+D y patentes, negocios en donde por ahora los mercados no ponen tantos requerimientos. "Nuestra tecnolog¨ªa son piezas grandes, dif¨ªciles de transportar", recordaban.

Uno de los argumentos en los que se apoyaron los participantes para defender la protecci¨®n del sector e¨®lico fue en el efecto tractor que la industria crea al integrar toda una cadena de valor generada en Espa?a: promoci¨®n, construcci¨®n, fabricaci¨®n de piezas, servicios... "Es una red de peque?as empresas, que incluye talleres mecanizados, forjas, universidades o tornilleras, y todo se hace aqu¨ª", explic¨® Blanco. "Somos tremendamente competitivos. Es una de las industrias que crea empleos de alta cualificaci¨®n y altamente pagados. Vendemos marca Espa?a". El 70% de los trabajadores del sector, por ejemplo, est¨¢ titulado.

Pero la principal inversi¨®n que se genera es la investigaci¨®n y desarrollo tecnol¨®gico, donde se invierten 85,5 millones de euros. Espa?a ocupa la s¨¦ptima posici¨®n del mundo y la tercera de la UE en solicitud de patentes e¨®licas. "No podemos permitirnos que cuando vuelvan a hacer falta las e¨®licas, se hayan marchado los fabricantes. Algunos ya est¨¢n en Brasil, en Sud¨¢frica, en China... Queremos descolgar el tel¨¦fono y que te manden herramientas de Navarra, Madrid o Galicia", apunt¨® Coloma. El sector tiene 195 plantas en 12 comunidades aut¨®nomas. Hay 1.077 instalaciones en 800 municipios y la e¨®lica, seg¨²n las empresas y pese a las cr¨ªticas de los ecologistas, revitaliza las zonas rurales en las que se instala.

"Hay pa¨ªses que tienen pol¨ªticas de inversi¨®n m¨¢s ambiciosas. La industria siempre va a buscar las mejores condiciones, donde tenga m¨¢s ayudas y saque m¨¢s beneficio", reconoc¨ªa el director general del CENER.

El crecimiento del sector interno acarrea, adem¨¢s, otro problema. Espa?a tiene 22.986 MW instalados, pero parte de la tecnolog¨ªa es antigua. Polo propone una soluci¨®n: "No se necesitan permisos, solo una ayuda para poder empezar a cambiar 6.000 MW. Podr¨ªa renovarse todo el sector". Los representantes presentaron otras propuestas como aprovechar los astilleros para guardar y transportar las h¨¦lices y palas, y contribuir en la tecnolog¨ªa de la e¨®lica marina.

Adem¨¢s de en el plano econ¨®mico, la falta de desarrollo en el sector interno podr¨ªa conllevar no superar los objetivos medioambientales impuestos a largo plazo. "As¨ª no cumplimos los objetivos de 2020", apuntaba de manera tajante el director de la AEE. Seg¨²n los par¨¢metros europeos, Espa?a debe alcanzar 27.650 MW de potencia e¨®lica en cinco a?os. Para hacerlo ser¨¢ necesario desarrollar 4.664 MW en ese tiempo, como apuntaba el informe de sostenibilidad medioambiental de Industria. "Instalar 1.000 MW anuales es imposible", seg¨²n Polo.

Los ¨²ltimos datos de Eurostat, de 2012, muestran que en Espa?a el 14,3% de la energ¨ªa consumida era renovable. Seg¨²n el dictamen de la Comisi¨®n Europea, el pa¨ªs tendr¨ªa que alcanzar, al menos, un 20% en 2020. "Es muy improbable que Espa?a consiga su objetivo", apuntaba hace unos meses un informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente, que, igual que los productores, sosten¨ªa que aunque las renovables hab¨ªan tenido un momento de crecimiento, los "reajustes" han provocado que "la transici¨®n haya perdido ¨ªmpetu".

Pese a la p¨¦rdida de empuje que reclaman los fabricantes, la e¨®lica fue la segunda tecnolog¨ªa en el sistema el¨¦ctrico espa?ol en 2014, con una producci¨®n de 51.138 gigavatios hora y una cobertura de la demanda el¨¦ctrica del 20,4%.