Un Estado de Bienestar encogido

Los principales condicionantes externos econ¨®micos que se pueden prever, se han despejado en los ¨²ltimos d¨ªas: 1) La OPEP ha acordado mantener la producci¨®n de petr¨®leo para que los precios no suban y dejar fuera del mercado a otras fuentes de energ¨ªa alternativa (como el fracking)por no ser competitivas; 2) el BCE ha reiterado que seguir¨¢ con su pol¨ªtica monetaria expansiva al menos hasta oto?o del a?o que viene, con un precio del dinero pr¨®ximo a cero; 3) el FMI ha recomendado a la Reserva Federal de EE?UU que no toque los tipos de inter¨¦s hasta 2016 y ¨¦sta, de subirlos, lo har¨¢ de modo lento y gradual. S¨®lo queda la inc¨®gnita del asunto griego (que no es poco).

En este contexto cobran significaci¨®n las previsiones de la OCDE. Nos interesan las de Espa?a: aumentar¨¢ el crecimiento del PIB en l¨ªnea con lo pronosticado por el Gobierno (2,9% este a?o y 2,8% el que viene), pero con dos grandes limitaciones para poder hablar con limpieza de recuperaci¨®n: el paro seguir¨¢ en 2016 por encima del 20% de la poblaci¨®n activa (20,3%), a pesar de que ¨¦sta sigue disminuyendo porque lo hace el n¨²mero de personas en edad y disposici¨®n de trabajar, y contin¨²a aumentando, inexorablemente, la deuda p¨²blica, hasta rondar el 100% de lo que se produce en un a?o (99,1%). Balance: la econom¨ªa aumenta, pero tambi¨¦n lo hace lo que debemos, y no se crean suficientes puestos de trabajo. Ello sin sacar a relucir la desigualdad, objeto de otro estudio de la OCDE, que nos sit¨²a en los puestos de cabeza de la organizaci¨®n.

La econom¨ªa aumenta, pero tambi¨¦n lo hace lo que debemos, y no se crean suficientes puestos de trabajo

Con esta coyuntura es m¨¢s subrayable la actualizaci¨®n del Programa de Estabilidad 2015-2018 (PE), que el Ejecutivo envi¨® a Europa hace algunas semanas. M¨¢s all¨¢ de su realismo en cuanto al futuro inmediato de las grandes cifras, hay un aspecto del que nos advierte el PSOE (Manuel de la Rocha, Un nuevo programa de estabilidad, El Mundo, 5 de junio): existe una decisi¨®n premeditada de encoger el ya peque?o Estado de bienestar espa?ol y dejarlo al m¨ªnimo en comparaci¨®n con los de nuestros principales socios europeos.

Si se aplican las previsiones del PE, el welfare s¨®lo ser¨¢ m¨¢s grande que el de dos pa¨ªses b¨¢lticos, Lituania y Letonia, y que el de Rumania. En ese documento se prev¨¦ una reducci¨®n del gasto p¨²blico en el periodo contemplado de casi seis puntos (del 44,3% del PIB actual al 38,5% en 2018), con lo que aumentar¨ªan las diferencias ya existentes. Tambi¨¦n se plantea la reducci¨®n de la inversi¨®n en educaci¨®n (del 4,7% en 2011 al 3,7%) y en sanidad (del 6,3% al 5,3%). Y ello en el entorno de una sociedad envejecida y con ese desempleo que duplica al de la zona euro y cuadruplica al de EE?UU.

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