El l¨ªo de las jubilaciones en Grecia

?Rebajen el tono! No es genial pedir ayuda a socios y acreedores acus¨¢ndolos de practicar un ¡°pillaje¡± para ¡°humillar¡± a los griegos ni tildando al FMI (que le presta dinero cotizado por pa¨ªses mucho m¨¢s pobres) de ¡°criminal¡±, como hace Alexis Tsipras. No es nada h¨¢bil acusar a este de ¡°chantajista¡± como frasean algunos pol¨ªticos alemanes. No lo es, si se quiere llevar el pulso a buen puerto.

Es m¨¢s ¨²til analizar al detalle los puntos calientes de la discusi¨®n y calibrar as¨ª las respectivas razones. El peor escollo del litigio Grecia/Eurogrupo no es el IVA, ni la reforma laboral, sino las pensiones. Dentro de ellas, encanalla a los acreedores ¡°el esc¨¢ndalo¡± de la edad de jubilaci¨®n, como comenta en privado un alto dirigente keynesiano del FMI. Es la m¨¢s baja en Europa, salvo Francia. Los griegos se jubilan de hecho, seg¨²n algunos c¨¢lculos, a los 61,9 a?os, 2,3 a?os m¨¢s j¨®venes que la media de la OCDE. Las griegas, a los 60,3 a?os, 2,8 menos que la media. Otras estimaciones indican que la media global griega es de 59 a?os.

Adem¨¢s, los trabajadores de profesiones ¡°penosas¡± como los mineros gozan de leg¨ªtimos privilegios adicionales. El problema es que entran en esa categor¨ªa oficios como el de panadero o peluquero. Y que las jubilaciones anticipadas operan desde los 52 a?os. Y que Atenas prev¨¦ aumentar la edad de jubilaci¨®n, a 62 a?os, pero a lo largo de una larga d¨¦cada.

Por ese lado, pues, goleada de los acreedores. Pero no est¨¢ tan claro que eso se repita en la discusi¨®n sobre la cuant¨ªa de las pensiones. Las griegas son, en proporci¨®n, las m¨¢s costosas de la UE: suponen el 17,5% del PIB (contra una media europea del 13,2%), aunque en buena parte porque Grecia vio caer su PIB un 25%. El d¨¦ficit del sistema es del 9%, por un 3% en Alemania. La Comisi¨®n asegura que no exige recortes adicionales. Atenas jura que aplaz¨® su pretensi¨®n de reinstaurar una decimotercera paga a los 1,2 millones de pensionistas con menos de 665 euros mensuales.

La cuant¨ªa es asunto clave. Ser¨ªa humana y socialmente indigno que Atenas tuviera que recortar pensiones, cuando ya lo hizo en 2011 (de un 20% a un 40%) y en 2012 (del 5% al 10% adicional). No es el caso, directamente. Pero s¨ª indirectamente, dada la presi¨®n para que aumente el copago sanitario a los jubilados.

Y ser¨ªa insidioso que Grecia pidiese m¨¢s ayuda a socios a¨²n menos pr¨®speros para poder dispensar beneficios sociales superiores a los de aquellos. La jubilaci¨®n es un contrato social a largo plazo, que incluye c¨¢lculos de toda una vida, materia sensible, delicada, explosiva. Pero tambi¨¦n debe poder financiarse sin contar eternamente con apoyo ajeno.

En cifras globales, el Eurogrupo exige la cl¨¢usula d¨¦ficit cero y un ajuste de 1.800 millones en pensiones para 2016/2017; Grecia quiere suspenderla al menos dos a?os y ajustar solo un tercio, 650 millones, ?pero para 2022!

Existir¨ªa una salida al debate: buscar el dinero en otros cajones, no en las cotizaciones sociales, sino en los impuestos. Los socios aceptan ¡ªpromesa de flexibilidad¡ª sustituir recortes por otras medidas, como alzas de ingresos, de resultados equivalentes. Atenas las presenta, pero ¡ªestigma de la historia¡ª nadie cree sus c¨¢lculos demasiado optimistas.