¡°La mayor¨ªa no sabe lo grande que es la diferencia con los m¨¢s ricos¡±
El economista de la Universidad de Berkeley se?ala que "sea cual sea el crecimiento de la productividad, la ganancia se redistribuye cada vez m¨¢s hacia el 10% con m¨¢s ingresos"
David Card (Canad¨¢, 1956) es un peculiar buscador de tesoros. Su recompensa son los filones de datos que proporcionan las situaciones reales, que explota con herramientas econom¨¦tricas. As¨ª encuentra pistas de c¨®mo funciona el mercado laboral, ya sea cuando se aplica el salario m¨ªnimo o cuando incorpora inmigrantes. Pistas que abundan en los ¨²ltimos estudios del Fondo Monetario Internacional sobre desigualdad. El catedr¨¢tico de la Universidad de Berkeley estuvo en Madrid hace unas semanas para recoger el Premio Fronteras del Conocimiento que le otorg¨® la Fundaci¨®n BBVA, junto al brit¨¢nico Richard Blundell, en la categor¨ªa de Econom¨ªa.
Pregunta. Estados Unidos va por delante en la recuperaci¨®n del empleo, pero all¨ª y en Espa?a, el tipo de trabajo que se crea es de baja calidad y peor pagado. ?Es una respuesta temporal a la crisis, o cree que hay algo m¨¢s?
Respuesta. Desde hace 15 a?os, antes incluso de la recesi¨®n, las condiciones del trabajo no mejoran. En Estados Unidos se han ofrecido varias explicaciones, como la p¨¦rdida de empleos en la industria por la irrupci¨®n de China, o el d¨¦bil crecimiento de la productividad. Y luego est¨¢ la cuesti¨®n de que, sea cual sea el crecimiento de la productividad, la ganancia se redistribuye cada vez m¨¢s hacia el 10% con m¨¢s ingresos. Las condiciones de los trabajadores de bajos ingresos, una definici¨®n que incluye cada vez a m¨¢s gente, no van bien. Los salarios reales de ese colectivo apenas crecen en los ¨²ltimos 15 a?os.
El salario real de los que est¨¢n peor pagados no ha crecido en 15 a?os
P. ?Cree que el cambio tecnol¨®gico influye?
R. Puede ser parte de la historia, pero no creo que nadie sepa a¨²n en qu¨¦ medida. En lo que s¨ª creo es en la relevancia del marco institucional en la fijaci¨®n de salarios, y aqu¨ª hay fuerzas m¨¢s d¨¦biles que en los a?os ochenta. En Estados Unidos, los sindicatos casi han desaparecido, el salario m¨ªnimo se ha reducido o eliminado, los empresarios han tenido gran discrecionalidad para fijar sueldos. Hice un estudio sobre Alemania hace un par de a?os. Y algo parecido empez¨® a ocurrir all¨ª m¨¢s tarde, a partir de los noventa.
P. Los organismos internacionales coinciden ahora en advertir que el aumento de la desigualdad puede da?ar el propio crecimiento econ¨®mico, ?coincide con esa apreciaci¨®n?
El aumento de la desigualdad salarial apenas acaba de empezar en Espa?a
R. S¨ª, hasta el FMI est¨¢ preocupado (risas). Lo que s¨ª se puede ver claramente en muchos pa¨ªses es que las familias con m¨¢s bajos ingresos est¨¢n cada vez m¨¢s alejadas de la pol¨ªtica, no piensan que el debate pol¨ªtico les afecte, que afronte sus problemas. Y muchos creen que sus hijos van a tener menos oportunidades que ellos. Yo creo que eso es m¨¢s importante que el efecto econ¨®mico. En realidad, hay mucha m¨¢s desigualdad de lo que la gente piensa, no creo que la mayor¨ªa sepa realmente lo grande que es la diferencia con los m¨¢s ricos. Las ¨¦lites deber¨ªan pensar en esto mucho m¨¢s de lo que lo hacen ahora. Hubo momentos como ¨¦ste en otros periodos de la historia y el resultado no fue nada bueno.
P. En Espa?a, la reforma laboral persigue dar m¨¢s poder de negociaci¨®n a las empresas para ajustar las condiciones laborales a la situaci¨®n econ¨®mica.
R. Lo que quiere decir que los trabajadores con menos ingresos van a recibir un golpe considerable. En Alemania, sufrieron un recorte muy importante. En t¨¦rminos relativos, la mitad de la poblaci¨®n con ingresos m¨¢s bajos en Alemania est¨¢ mucho peor pagada ahora que hace 20 a?os. En esas dos d¨¦cadas, su salario real no ha crecido en absoluto. Y eso es realmente llamativo.
P. Pero con esas reformas, Alemania vade¨® la crisis con un 5% de paro, mientras Espa?a enseguida se fue al 25%.
R. No s¨¦ si esa aproximaci¨®n es correcta, soy bastante esc¨¦ptico al respecto. Pero entiendo que sea convincente para mucha gente. Y desde luego los alemanes creen que eso es lo que Espa?a deber¨ªa hacer. Pero, en realidad, yo dir¨ªa que el aumento de la desigualdad salarial apenas acaba de comenzar aqu¨ª.
P. En Alemania, ese aumento de la desigualdad que describe no parece haber generado mucha contestaci¨®n social.
R. Durante un tiempo, nadie se dio cuenta de que ese proceso estaba en marcha, no hubo reacci¨®n. En parte porque los sindicatos alemanes son bastante pasivos en este tema, hist¨®ricamente han estado m¨¢s preocupados por los empleos que por los salarios. Y con la incorporaci¨®n de Alemania del Este, grandes compa?¨ªas llevaron su producci¨®n all¨ª y luego a Rep¨²blica Checa, Hungr¨ªa o Ruman¨ªa, en una carrera de costes a la baja. Pero acaban de establecer un salario m¨ªnimo generalizado en Alemania, lo que creo que es una se?al de que esto empieza a preocupar.
P. Entonces, menos poder sindical y menos salario m¨ªnimo, ?se traducir¨ªa, seg¨²n usted, en m¨¢s desigualdad?
R. En el aumento de la desigualdad influyen muchas cosas, el cambio tecnol¨®gico, la globalizaci¨®n, pero s¨ª, son dos factores importantes para el 15% o el 20% de trabajadores con menos ingresos. Es m¨¢s dif¨ªcil de concluir si hay efecto en la clase media, que es a donde dirigen los pol¨ªticos la mayor¨ªa de sus mensajes.
En el euro, los ajustes se pagan caro
Una de las investigaciones m¨¢s citadas de Card es aquella en la que relacion¨® ingresos con nivel educativo. ¡°Todav¨ªa sigue siendo mejor tener un alto nivel de educaci¨®n para lograr un trabajo mejor pagado. Aunque tambi¨¦n es cierto que cada vez m¨¢s j¨®venes licenciados en la Universidad solo logran trabajos basura¡±, matiza el investigador norteamericano. El catedr¨¢tico de Berkeley cree que el aumento de la econom¨ªa sumergida ¡°es un indicador de c¨®mo de pobres son las oportunidades de trabajo¡±, ya sea en Espa?a o en EE UU.
Sobre la diferencia en el ritmo de recuperaci¨®n a ambos lados del Atl¨¢ntico, Card subraya que los creadores del euro minusvaloraron la importancia de que los pa¨ªses perdiesen la opci¨®n de devaluar la moneda para reaccionar en tiempos de crisis. La ¨²nica alternativa, a?ade, es ajustar precios y salarios. ¡°Y siempre es m¨¢s f¨¢cil pagar menos a quien logra un nuevo trabajo¡±, acota sobre lo que ocurre en el mercado laboral espa?ol.
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