La renta fija no es infalible
Los fondos a largo plazo han acumulado en tres meses p¨¦rdidas superiores al 8,5%
Los fondos de renta fija est¨¢n teniendo un a?o complicado. Sus rendimientos se han ido moviendo en una u otra direcci¨®n seg¨²n han soplado con m¨¢s o menos fuerza las expectativas de subida de los tipos de inter¨¦s, los temores a una posible salida de Grecia de la zona euro, y las fluctuaciones de la opini¨®n de los mercados sobre la intensidad, duraci¨®n y eficacia de los programas de est¨ªmulo de las autoridades monetarias, tanto en Europa con EE UU. Seg¨²n los datos pr¨¢cticamente al cierre de julio de la firma de an¨¢lisis Morningstar, los fondos de renta fija a largo plazo han acumulado en tres meses p¨¦rdidas superiores al 8,5%; los de renta fija de alto rendimiento en d¨®lares, m¨¢s del 4,8%; y los de deuda p¨²blica en euros, alrededor del 3,04%. Muchos de estos altibajos se han producido repentinamente, pillando por sorpresa a muchos inversores que se quedaron sin margen de tiempo para reaccionar y que ahora apuntan p¨¦rdidas.
Con la renta fija se puede perder dinero, lo que a muchos inversores les resulta incomprensible. Si, como su propio nombre indica ¡ªse dicen¡ª la renta fija incorpora una rentabilidad segura, invariable, firme, garantizada¡ ?C¨®mo es posible no obtener rendimientos positivos? La respuesta viene rauda de gran parte de los expertos: por, entre otros factores, las fuerzas del mercado, la ley de la oferta y la demanda, las expectativas sobre la evoluci¨®n de los tipos de inter¨¦s y la prima de riesgo.
INVERSI?N A LARGO
La clave est¨¢ en que quien compra un t¨ªtulo de renta fija (sea una letra del Tesoro, un pagar¨¦, un bono o una obligaci¨®n) con intenci¨®n de mantenerlo hasta que finalice su plazo muy probablemente, llegado el momento establecido, recuperar¨¢ su inversi¨®n y obtendr¨¢ el rendimiento prometido. El ¡°muy probablemente¡± pero no ¡°seguro¡± se explica por la posibilidad de que quien emiti¨® el t¨ªtulo no pague los cupones correspondientes o no devuelva ¨ªntegro el capital (haga una quita) o ambas cosas. Si el t¨ªtulo se compra en una moneda distinta del euro, ganar o perder dinero tambi¨¦n depender¨¢ de c¨®mo evolucione la cotizaci¨®n de ambas divisas.
Las cosas cambian para quien no compr¨® esa letra del Tesoro, pagar¨¦, bono¡ con intenci¨®n de mantenerla hasta su vencimiento; de hecho, todo es distinto. Entre los que pueden en cualquier momento deshacerse de sus t¨ªtulos est¨¢n los fondos de inversi¨®n: independientemente de sus intenciones de venta, tienen la obligaci¨®n de valorar cada d¨ªa sus activos en funci¨®n de sus precios de mercado.
Pongamos dos ejemplos opuestos: usted posee un t¨ªtulo al 2% anual emitido hace un a?o, y las ¨²ltimas emisiones solo ofreciesen alrededor del 1%, podr¨ªa venderlo en el mercado secundario a un precio mayor del que pag¨® por ¨¦l, porque los inversores est¨¢n interesados en esa rentabilidad extra.
Sin embargo, si usted posee un t¨ªtulo al 1% anual emitido este a?o y, por alg¨²n casual, se ve obligado a venderlo en el futuro, en un mercado con tipos de inter¨¦s m¨¢s altos, probablemente deber¨¢ pedir menos de lo que pag¨® por ¨¦l: si no, nadie comprar¨ªa un t¨ªtulo de deuda cuando el propio emisor ofrece mejores intereses.
El mercado est¨¢ convencido de que los tipos de inter¨¦s van a subir a medio plazo. Los buenos datos de la econom¨ªa de Estados Unidos hacen que cada vez tenga menos sentido la pol¨ªtica expansiva de la Reserva Federal. La instituci¨®n que preside Janet Yellen est¨¢ esperando por la prueba definitiva de que la econom¨ªa estadounidense est¨¢ lo bastante fuerte como para garantizar una demanda que mantenga los actuales niveles de empleo. Y si EE?UU sube tipos, otros bancos centrales no tardar¨¢n en ir detr¨¢s, para evitar la devaluaci¨®n de sus monedas respecto al d¨®lar.
En consecuencia, los inversores de renta fija est¨¢n convencidos de que, muy pronto, podr¨¢n comprar en el mercado t¨ªtulos a intereses superiores a los que est¨¢n disponibles ahora. En consecuencia, los que hay ahora en la plaza no les interesan. Y eso tira de las cotizaciones a la baja, especialmente las de la deuda a largo plazo.
No solo de las previsiones sobre los tipos de inter¨¦s est¨¢ pendiente la renta fija. El mercado valora la solvencia de los emisores, es decir, la garant¨ªa de que se obtendr¨¢n los intereses prometidos y se recuperar¨¢ el dinero invertido.
La crisis griega ha multiplicado, una vez m¨¢s, las dudas de los mercados sobre los estados miembros de la eurozona, especialmente los perif¨¦ricos como Espa?a, Italia o Portugal. Eso ha obligado a los fondos de inversi¨®n que han intentado vender t¨ªtulos de esos pa¨ªses a aceptar menos de lo que pagaron por ellos. Al fin y al cabo, es dif¨ªcil encontrar un comprador dispuesto a pagar por un t¨ªtulo que, a su vencimiento, puede abonarse con descuento o incluso no pagarse.
?QU? HACER?
?Eso significa que es hora de deshacer posiciones en t¨ªtulos de renta fija? Los t¨¦cnicos afirman que los fondos de duraciones m¨¢s cortas (con vencimientos a menos de un a?o) sufrir¨¢n menos que los que tienen un plazo m¨¢s largo. Por otra parte, a?aden, los fondos de deuda p¨²blica sufrir¨¢n inicialmente m¨¢s que los de deuda corporativa o de alto riesgo.
En consecuencia, los fondos mixtos con menor porcentaje en su cartera de renta fija saldr¨¢n, por este motivo, mejor parados que los que tengan un porcentaje m¨¢s alto. Eso s¨ª: como recuerdan los expertos, ya ten¨ªan de por s¨ª un mayor riesgo por su porci¨®n de renta variable.
Por ¨²ltimo, los expertos se?alan que los fondos de renta fija en d¨®lares tienen a¨²n margen de compensar esas posibles p¨¦rdidas a trav¨¦s de una revalorizaci¨®n de la moneda estadounidense.
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