?Qui¨¦nes viven los mejores fines de semana?
Un estudio en EE?UU pone en duda el mito del "por fin es viernes"
No todas las personas reciben con igual alegr¨ªa la llegada del fin de semana. Un informe de la Oficina Nacional de Investigaci¨®n Econ¨®mica de Estados Unidos basado en una encuesta de la firma de an¨¢lisis Gallup realizada durante los a?os 2008 a 2012 desmonta el mito del fin de semana como un periodo de felicidad universal. Solo lo perciben con esa intensidad quienes est¨¢n a disgusto en el trabajo, y lo soportan por necesidades econ¨®micas. Al contrario, las personas con un ambiente laboral placentero son casi tan felices de lunes a viernes como el s¨¢bado y domingo.
La conclusi¨®n parte de este informe de t¨ªtulo interminable: ?C¨®mo se sinti¨® en el fin de semana? La forma en que el contexto social de los trabajadores subyace en la felicidad y otras emociones del fin de semana. La empresa de investigaci¨®n social encuest¨® a 1.000 personas al d¨ªa (un total de 1,77 millones) para medir el grado de felicidad, disfrute, risa, preocupaci¨®n, tristeza, ira y estr¨¦s de cada uno. John F. Helliwell y Shun Wang, los autores del an¨¢lisis, se basaron en las respuestas de los trabajadores cualificados (el 58% de la muestra) para concluir que quienes tienen un buen ambiente laboral apenas perciben la euforia del los d¨ªas libres. Los beneficios de este periodo de ocio se notan m¨¢s cuanto peores son las vivencias laborales, y llegan a ser la tabla de salvaci¨®n de quienes sufren estr¨¦s. De hecho, el grado de estr¨¦s m¨¢s bajo estaba en las respuestas dadas los viernes, por la expectativa de tener dos d¨ªas de descanso por delante.
"El efecto positivo del fin de semana es seis veces m¨¢s intenso entre quienes trabajan en contextos muy negativos que entre los trabajadores felices por su desempe?o. Es porque quienes sufren malos ambientes laborales se liberan de las emociones negativas durante el fin de semana", puntualiza Jos¨¦ Mar¨ªa Gasalla, codirector del programa de coaching ejecutivo de Deusto Business School, que alerta contra los peligros de la adicci¨®n laboral. "Ser tan feliz en el trabajo como en el fin de semana no significa que se pueda trabajar todos los d¨ªas. Eso ir¨ªa en contra de nuestra posible creatividad. Terap¨¦uticamente, es bueno realizar actividades diferentes uno o dos d¨ªas a la semana", apostilla Jos¨¦ Mar¨ªa Gasalla.
Medir las emociones
Los datos de la encuesta de Gallup permiten establecer con bastante precisi¨®n los efectos del fin de semana si los comparamos con las jornadas de trabajo. As¨ª, los s¨¢bados y domingos el nivel medio de estr¨¦s de los estadounidenses se reduce en un 32,5% con respecto a los d¨ªas de semana, mientras que la preocupaci¨®n o la ira caen un promedio del 24%. La tristeza, por otra parte, es un 9,6% menor.
Los efectos positivos del fin de semana son cuantitativamente menos importantes pero aun as¨ª se notan. Durante el s¨¢bado y el domingo los encuestados tienen, de media, un 7% m¨¢s de sensaciones placenteras, se r¨ªen un 4% m¨¢s que durante la semana y son un 3% m¨¢s felices.
EMPLEO Y EDAD
Las encuestas muestran que los empleados con buenos entornos laborales, contratos a tiempo completo, y que mantienen relaciones cotidianas con sus amigos o familiares son quienes gozan de mayor estabilidad durante toda la semana, por lo que apenas perciben el efecto del fin de semana. Sucede lo mismo con los empleados mayores, y con quienes tienen mayor estatus laboral. "La edad provoca una mayor estabilidad emocional, y tener un estatus m¨¢s elevado abre el abanico de posibilidades satisfactorias para autorealizarse", explica Gasalla.
La importancia del ocio social cotidiano cobra relieve, tal y como sugieren todas las investigaciones de este tipo. "Una reciente encuesta realizada en Brasil por SPC (siglas en portugu¨¦s del Servicio de Protecci¨®n al Cr¨¦dito) indica que siete de cada diez entrevistados de clase media-alta y superiores prefieren pasar m¨¢s tiempo libre con la familia aun a costa de ganar menos dinero", recuerda Gasalla. Por eso mismo, quienes no tienen tiempo de ocio entre el lunes y el viernes son m¨¢s infelices aunque tengan un trabajo satisfactorio, y perciben m¨¢s el efecto del fin de semana.
La situaci¨®n laboral, sin embargo, es la que m¨¢s cala en nuestro estado de ¨¢nimo. Quienes tienen un mal ambiente laboral notan m¨¢s el beneficio del fin de semana porque son los m¨¢s infelices, aunque se relacionen o no con la familia y los amigos durante la semana. Los trabajadores satisfechos consideran al jefe casi como a un compa?ero. "Significa que est¨¢n en un ambiente de trabajo confiable porque su jefe comparte las decisiones, crea un ambiente de confianza, y facilita la participaci¨®n de todo el equipo. Eso les ocurre al 80% de los trabajadores que encuentran poca diferencia entre el fin de semana y el horario laboral", aclara Gasalla.
La idiosincrasia del ser humano explica los resultados de la encuesta, seg¨²n Jos¨¦ Benigno Freire, profesor de Psicolog¨ªa de la Personalidad de la Universidad de Navarra. "La alegr¨ªa y la tristeza calan de diferente forma. La tristeza es much¨ªsimo m¨¢s contagiosa porque las personas tendemos al victimismo, y estamos demasiado pendientes de nuestro yo. Apuntamos todas las contrariedades tenidas a lo largo del d¨ªa, incluso el calor o la sed, pero tomamos como algo natural el disfrutar de una cerveza con los amigos. Lo mismo sucede con el trabajo", y quien sobrelleva mal las obligaciones laborales necesita el fin de semana como una v¨¢lvula de escape.
Otra cosa son las condiciones desfavorables extr¨ªnsecas al trabajo, como un jefe tirano, un salario insuficiente o un trabajo infracualificado. "Es necesario afrontar esos problemas para solucionarlos, aunque por ello se pierda el trabajo. Si la necesidad del dinero obliga a aceptar una mala situaci¨®n, hay que aprender a serenarse con ejercicio, paseos o cualquier actividad que nos desenchufe antes de llegar a casa para no prolongar el mal ambiente laboral", aconseja Jos¨¦ Benigno Freire.
Quienes m¨¢s disfrutan del trabajo y de los fines de semana son "quienes mantienen ambas actividades separadas pero engarzadas en su proyecto vital para no vivir una dicotom¨ªa", asegura Freire. El trabajo es necesario para pagar la hipoteca, pero no debe quedar en eso. "Quienes hacen su trabajo porque les gusta obtienen una gratificaci¨®n. Y hay que educar a los ni?os en que as¨ª sea para que no vean el trabajo como un mal necesario", a?ade.
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