Auge y ca¨ªda de Herr Calidad
Martin Winterkorn, que ha dejado Volkswagen tras el esc¨¢ndalo de las emisiones, era uno de los ejecutivos m¨¢s poderosos (y el mejor pagado) de Europa
La escena que convirti¨® a Martin Winterkorn en una estrella emergente en YouTube y que ciment¨® su fama de perfeccionista, un hombre que se ufanaba de conocer cada tornillo de los coches que llevan la marca del grupo Volkswagen, tuvo lugar en el Sal¨®n del Autom¨®vil de Fr¨¢ncfort en 2011. Tras inspeccionar el nuevo modelo i30 de Hyundai y constatar que al graduar el volante no se produc¨ªa un chirrido, ligero pero desagradable, el poderoso jefe de VW exclam¨® sin disimular un tono de molestia en su voz: ¡°No hace ruido. Ni BMW ni nosotros lo hemos conseguido... ?Pero ellos s¨ª!¡±.
La escena se volvi¨® famosa gracias a un v¨ªdeo difundido por Internet y dej¨® claro que Winterkorn era un ejecutivo que no dejaba nada al azar, sino que era un fan¨¢tico de la perfecci¨®n, obsesionado por los detalles. As¨ª se gan¨® el merecido t¨ªtulo de Herr Calidad en la planta noble de Volkswagen en la sede de Wolfsburg y tambi¨¦n entre los obreros de la cadena de montaje. Winterkorn se daba el lujo de aprobar personalmente cada decisi¨®n importante. Su gran dedicaci¨®n era temida por los ingenieros y los dise?adores, que temblaban y sudaban cuando el jefe inspeccionaba la salida de un nuevo modelo y exig¨ªa cambios inmediatos antes de que fuera presentado en sociedad en los grandes salones internacionales. Winterkorn condujo al grupo alem¨¢n al primer puesto mundial, por delante de su eterno rival, el grupo japon¨¦s Toyota, y ¨¦l mismo se convirti¨® en uno de los ejecutivos m¨¢s influyentes de Europa, responsable de un imperio con ingresos anuales de 200.000 millones de euros, beneficios de 11.000 y 600.000 empleados en todo el mundo.
Antes y despu¨¦s de que se conociera su dimisi¨®n el mi¨¦rcoles pasado, la prensa germana se formulaba una pregunta que a¨²n sigue sin respuesta. ?C¨®mo era posible que un t¨¦cnico brillante, que siempre estaba encima de las cosas, desconociera el enga?o para trucar las emisiones de gases t¨®xicos que ha provocado el mayor esc¨¢ndalo en los 78 a?os de historia de la empresa?
Winterkorn naci¨® hace 68 a?os en la peque?a localidad de Leonberg, en el Estado de Baden W¨¹ttemberg y desde ni?o desarroll¨® una pasi¨®n excepcional por los coches, cuando, cada vez que pod¨ªa, se acercaba a la zona de pruebas que ten¨ªa Porsche en el pueblo. ?Fue el olor a gasolina y la belleza de los modelos de los coches deportivos m¨¢s famosos de Alemania, lo que le convenci¨® para estudiar ingenier¨ªa? El futuro ejecutivo de VW inicio su carrera profesional en 1977 en el grupo tecnol¨®gico Bosch. En tan solo cuatro a?os su nombre comenz¨® a sonar en las plantas ejecutivas de las empresas automotrices que ten¨ªan su sede en Baden W¨¹ttemberg, Daimler Benz y Porsche. Pero sus habilidades tambi¨¦n hab¨ªan asombrado a Ferdinand Pi?ch, que en 1981 ya trabajaba con ¨¦xito para revivir la marca Audi. Pi?ch contrat¨® al joven ingeniero y lo convirti¨® en su asesor directo. Winterkorn se iba a encargar de vigilar la calidad de los nuevos modelos. Fue el comienzo de una relaci¨®n que marc¨® la vida de ambos, para bien y para mal.
Cuando Pi?ch fue nombrado jefe de Volkswagen en 1993, despu¨¦s de demostrar que era un ingeniero genial en Audi, una de sus primeras medidas fue designar a su pupilo como jefe de la estrat¨¦gica ¨¢rea de control de calidad de todo el grupo. En 2002 Winterkorn fue designado consejero delegado de Audi y cinco a?os despu¨¦s su mentor lo convirti¨® en el jefe de Volkswagen. Fue entonces cuando Winterkorn, como jefe absoluto de VW, y Ferdinand Pi?ch, al frente del Consejo de Administraci¨®n del grupo, se propusieron una ambiciosa meta. Convertir al grupo en el n¨²mero uno del mundo. Desde el sill¨®n de presidente, Pi?ch le cubri¨® las espaldas a su pupilo y Winterkorn se ocup¨® del trabajo diario para llevar a cabo la gran visi¨®n de su padre adoptivo.
No dejaba nada al azar. Se ufanaba de conocer cada tornillo de los coches que llevan la marca del grupo
Tras conseguir sus objetivos, nadie pon¨ªa en duda que Winterkorn reemplazar¨ªa a Pi?ch cuando expirara el contrato de este ¨²ltimo, en 2016. Pero la armon¨ªa que ofrecieron en los ¨²ltimos a?os result¨® ser enga?osa y qued¨® hecha trizas en el mes de abril pasado, cuando el famoso patriarca de VW pronunci¨® una frase que caus¨® un verdadero terremoto en Wolfsburg. ¡°Me he distanciado de Winterkorn¡±, le dijo Pi?ch a un periodista de la revista Der Spiegel, una sibilina observaci¨®n destinada a provocar la ca¨ªda de su pupilo.
Pero Pi?ch perdi¨® la batalla y Winterkorn, apoyado por los accionistas, los sindicatos y los representantes pol¨ªticos, emergi¨® como el gran vencedor. Nada se sabe de las razones de esa pelea. ?Estaba enterado Pi?ch de la chapuza de las emisiones de gases t¨®xicos?, se preguntan ahora algunos. En el d¨ªa m¨¢s amargo de su carrera, Martin Winterkorn admiti¨® esta semana que Volkswagen ha sido, es y ser¨¢ su vida. En un intento de limpiar su nombre, a?adi¨®: ¡°Renuncio en inter¨¦s de la empresa, a pesar de que no soy consciente de ninguna mala acci¨®n por mi parte¡±.
La revista Forbes le situ¨® el a?o pasado con el 58? hombre m¨¢s poderoso del mundo, por delante de l¨ªderes de M¨¦xico y Jap¨®n, aunque por detr¨¢s del dirigente del Estado Isl¨¢mico. Ya comentaba entonces el art¨ªculo que Winterkorn hab¨ªa pedido a los reguladores europeos que no impusieran a la industria automovil¨ªstica grandes objetivos de reducci¨®n de emisiones, alegando que era necesario m¨¢s tiempo para desarrollar la tecnolog¨ªa necesaria, y que no era el momento debido a la crisis econ¨®mica.
Los ¨¦xitos cosechados por Winterkorn parecen ahora lejanos y es improbable que el grupo pueda mantener el liderazgo mundial, por el efecto que sin duda el esc¨¢ndalo tendr¨¢ en la ca¨ªda de ventas. Pero no se va sin nada. Si el ¨¦xito que tuvo Winterkorn al frente de VW lo convirti¨® en el ejecutivo mejor pagado del pa¨ªs (16,6 millones de euros en 2014), ahora se puede convertir en el jubilado m¨¢s rico: durante estos a?os ha amasado una pensi¨®n de 28,6 millones de euros y, seg¨²n una cl¨¢usula del contrato, puede cobrar una indemnizaci¨®n equivalente a dos a?os de remuneraci¨®n, adem¨¢s de utilizar un veh¨ªculo de la empresa.
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