Pan de queso sin fronteras
Forno de Minas, el mayor fabricante del producto t¨ªpico brasile?o, apuesta por fortalecer la marca en el extranjero
La receta del p?o de queijo (literalmente, pan de queso, un bollo muy popular en Brasil hecho a base de f¨¦cula de mandioca y queso) m¨¢s vendido de Brasil naci¨® en una granja en el interior del Estado brasile?o de Minas Gerais y pas¨® por diferentes generaciones. Pero fue ¨²nicamente con la mano de Maria Dalva Couto, m¨¢s conocida como do?a Dalva, cuando la f¨®rmula se transform¨® en un negocio de ¨¦xito imparable. Hace 25 a?os, junto a sus hijos, H¨¦lder y H¨¦lida, decidi¨® abrir una peque?a tienda, de 40 metros cuadrados, en Belo Horizonte, para vender panecillos congelados. Ese fue el punto de partida de la que se ha convertido en una de las mayores marcas del sector alimentario brasile?o, Forno de Minas.
Hoy en d¨ªa, la empresa que traspas¨® las monta?as de Minas Gerais para llegar al resto del pa¨ªs pretende conquistar el paladar de nuevos adeptos en todo el mundo. La compa?¨ªa, que ya exporta el producto a varios pa¨ªses, como Estados Unidos, Canad¨¢, Portugal, Inglaterra, Chile, Uruguay, Per¨² y Emiratos ?rabes, quiere firmar, este a?o, nuevos acuerdos en Italia, Suiza y Jap¨®n.
Cronolog¨ªa
1990. Mar¨ªa Dalva Couto y sus hijos H¨¦lder y H¨¦lida abren una tienda de 40 metros cuadrados en Belo Horizonte. Un a?o despu¨¦s, trasladan sus instalaciones a Contagem, un suburbio de la capital de Minas Gerais.
1999. La familia vende la empresa al grupo estadounidense General Mills Pillsbury.
2009. Ante el mal estado de las cuentas de la empresa, la familia Couto-Mendon?a recupera la compa?¨ªa y relanza la marca.
2010. La familia vende un tercio de las acciones de la empresa al fondo de inversi¨®n especializado Mercatto Alimentos por 40 millones de reales (17 millones de euros).
En un escenario de regresi¨®n econ¨®mica en Brasil como el actual, Forno de Minas avanza en la buena direcci¨®n. El a?o pasado, la empresa factur¨® 230 millones de reales (50 millones de euros) y aspira a crecer m¨¢s del 28% este a?o, rebasando los 300 millones (65 millones de euros). Adem¨¢s de la estrategia de fortalecer la marca en el exterior, la empresa apuesta por la diversificaci¨®n y el lanzamiento de nuevos productos. A pesar de que el pan de queso es el producto estrella, la compa?¨ªa ha aumentado el cat¨¢logo con empanadillas, hojaldres, y una l¨ªnea de pasta fresca congelada.
Sin embargo, el mayor fabricante de pan de queso ha sufrido algunos percances a lo largo de su trayectoria. En 2009, la f¨¢brica, enclavada en Contagem, en el extrarradio de Belo Horizonte, lleg¨® a cerrar sus puertas y a despedir a todos los trabajadores tras pasar 10 a?os en manos de la multinacional General Mills. La firma estadounidense, que hab¨ªa adquirido la la empresa familiar de Do?a Dalva en el auge de su productividad, hab¨ªa cambiado la clave de su ¨¦xito: la receta. Con el objetivo de reducir costes en la producci¨®n, General Mills redujo la cantidad de queso en los panecillos ¨Cque pasaron a contener s¨®lo el 2% del producto, en lugar del 20% de la f¨®rmula original¨C y lo sustituy¨® por aromatizantes. La modificaci¨®n hizo que las ventas cayeran un 70% y que la producci¨®n mensual pasara de 1,6 toneladas al mes a 600 toneladas en una d¨¦cada.
OTRA OPORTUNIDAD
"Vimos que se hab¨ªa reducido la calidad y o¨ªmos las quejas de los consumidores. Sufrimos a distancia. Cuando General Mills nos inform¨® del cierre de Forno de Minas, sentimos que s¨®lo nosotros podr¨ªamos volver a levantarlo. Decidimos recomprarles la empresa. A fin de cuentas, siempre cre¨ªmos que era un producto ganador", explica el presidente y director. Los valores de compra y venta nunca se divulgaron.
Para levantar la marca y volver a conquistar a su clientela, la familia decidi¨® apostar por su producto estrella y el regreso de Do?a Dalva a la direcci¨®n de la producci¨®n. "Siempre tratamos de reproducir la vieja receta, aunque fuera a gran escala, y eso fue lo que volvimos a hacer", a?ade. Invirtieron en una f¨¢brica de l¨¢cteos del interior de Minas Gerais, lo cual les ayud¨® a garantizar la calidad.
En poco tiempo, las aguas volvieron a su cauce. La facturaci¨®n pas¨® de 60 millones de reales (13 millones de euros) en 2010, cuando la f¨¢brica volvi¨® a manos de la familia de Do?a Dalva, a 110 millones (24 millones de euros) al a?o siguiente, un aumento de m¨¢s del 80%. "Poco a poco, los consumidores se fueron dando cuenta de que hab¨ªamos vuelto a ser lo que ¨¦ramos y le dieron otra oportunidad a la marca. Contamos con mucha publicidad espont¨¢nea y volvimos a crecer", cuenta Mendon?a.
En octubre de 2010, Forno de Minas obtuvo una inyecci¨®n de capital tras la compra de un tercio de la empresa por el fondo especializado Mercatto Alimentos. Eso permiti¨® invertir 40 millones de reales (17 millones de euros) en ampliar la f¨¢brica, desarrollar nuevos productos y adquirir maquinaria moderna. Todo esto gener¨® 700 nuevos puestos de trabajo.
Ahora la empresa contin¨²a apostando por nuevos productos en el mercado. "Hay muchas oportunidades de crecimiento para la alimentaci¨®n fuera de casa, como en cafeter¨ªas, hoteles, etc. Hay que diversificar", concluye. Es para eso que, el pasado mes de agosto, la firma pidi¨® al regulador poder negociar sus acciones en Bolsa.
De las monta?as de Minas a todo el planeta
Nadie sabe exactamente cu¨¢l es el origen del p?o de queijo. Se cree que la receta se cre¨® en el siglo XVIII. Fue, al parecer, un invento de las cocineras que sustitu¨ªan el trigo, dif¨ªcil de conseguir en aquella ¨¦poca, por la harina de mandioca para hacer un producto parecido al pan. A la f¨®rmula tambi¨¦n se le a?adi¨® el queso de vaca tradicional de la regi¨®n. De lo que no cabe ninguna duda es que ya forma parte de la gastronom¨ªa brasile?a.
Por ese motivo, la estrategia para internacionalizar el producto de Forno de Minas empez¨® en pa¨ªses donde existen grandes comunidades de brasile?os, como Estados Unidos, Reino Unido y Portugal. "El producto lo presentan los propios brasile?os, que no consiguen vivir sin el pan de queso. La aceptaci¨®n entre los extranjeros es alta", cuenta H¨¦lder Mendon?a.
"Creo mucho en el potencial global del producto. El pan de queso es muy vers¨¢til, se puede comer en el desayuno, en la merienda o por la noche. Es muy sabroso y nutritivo, y no tiene gluten. Hay que aprovechar ese gancho", asegura Mendon?a.
La empresa espera que, en cinco a?os, el 25% de la producci¨®n se destine a la exportaci¨®n. Este a?o, la empresa ha inaugurado una oficina en Estados Unidos y pretende abrir otra en Portugal, para facilitar la negociaci¨®n con los clientes.
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