La paradoja mexicana: el pa¨ªs crece pero por debajo de sus necesidades

El FMI ha puesto cifras a la paradoja mexicana. Un pa¨ªs que crece, pero que siente que mengua. La proyecci¨®n otorga a M¨¦xico un aumento del PIB del 2,3% para 2015 y del 2,8% para el a?o siguiente. El resultado no admite muchas interpretaciones. Supone la consolidaci¨®n de una tendencia positiva (2013 cerr¨® con el 1,4% y 2014 con el 2,1%) en un entorno latinoamericano recesivo (-0,3) y con competidores tan poderosos como Brasil en pleno colapso. Estos datos bastar¨ªan en cualquier otro pa¨ªs para descorchar la botella del optimismo. Pero en M¨¦xico son vistos con un punto de frustraci¨®n.

En una naci¨®n con 53 millones de pobres (11 millones en situaci¨®n extrema), la econom¨ªa es una fuente de estr¨¦s constante. Para reducirlo, el presidente Enrique Pe?a Nieto ha puesto como objetivo de mandato alcanzar un crecimiento del 5%. La cifra m¨¢gica a partir de la cual el combate contra la miseria empieza a ser efectivo. Los resultados no han acompa?ado a las ambiciones presidenciales. Este fracaso en las expectativas no es un fen¨®meno nuevo. Desde hace treinta a?os el crecimiento medio de la econom¨ªa ha sido incapaz de sobrepasar el list¨®n del 3%. El resultado es un territorio que, pese a su dinamismo y capacidad exportadora, sufre una dolencia cr¨®nica: la desigualdad. Una lacra que se traduce en bajos salarios y una apabullante extensi¨®n de la econom¨ªa sumergida.

Para romper esta maldici¨®n se ha puesto en marcha un potente paquete de reformas estructurales. Posiblemente la m¨¢s poderosa sea el fin del monopolio estatal del petr¨®leo. Estrenada este a?o, la apertura energ¨¦tica ha chocado con la crisis del crudo. La vertiginosa ca¨ªda del precio del barril ha enfriado las expectativas, y, a¨²n peor, ha golpeado las entra?as de un Estado a¨²n que depende en un 30% de sus ingresos del crudo. La respuesta ha sido un duro recorte del gasto p¨²blico.

El otro gran factor que impide a M¨¦xico alcanzar sus metas es Estados Unidos. La previsi¨®n del FMI muestra que el gran vecino del norte, que absorbe el 80% de las exportaciones mexicanas, vive d¨ªas de crecimiento (2,6% para este a?o y 2,8% para el pr¨®ximo) pero a tasas insuficientes para romper con la maldici¨®n del sur. La posibilidad de una subida de los tipos de inter¨¦s, con su efecto en la volatilidad financiera, no hacen sino a?adir otro nubarr¨®n a este panorama.

Este es a grandes rasgos el cuadro de M¨¦xico. Un pa¨ªs que crece, cuyos resultados despuntan en un entorno declinante y que tiene a sus grandes competidores latinoamericanos acorralados por la recesi¨®n. Pero que nada de ello le vale. Sus expectativas son muy superiores. Y sus necesidades tambi¨¦n.