Alemania presiona para bajar los controles de contaminaci¨®n en coches

Batalla pol¨ªtica en Bruselas tras el esc¨¢ndalo Volkswagen. La Comisi¨®n Europea presenta este viernes su propuesta para incluir los ex¨¢menes en los veh¨ªculos para medir las emisiones en condiciones de conducci¨®n real. Bruselas ha preparado una propuesta ambiciosa, pero con largos periodos de adaptaci¨®n para evitar un nuevo l¨ªo en la industria automovil¨ªstica. Pero los Estados miembros quieren proteger sus f¨¢bricas: el plan de Bruselas ser¨¢ rechazado, y los pa¨ªses productores (Francia, Italia, Espa?a y los del Este) han presentado propuestas menos duras, incluida Alemania, que quiere m¨¢s tolerancia con las emisiones.

Ahora las emisiones se miden solo en condiciones de laboratorio: los niveles son muy inferiores?

Berl¨ªn no defrauda: reclama a la Comisi¨®n una propuesta menos dura; advierte que hay que proteger la industria del di¨¦sel, y exige ¡°un an¨¢lisis del impacto [de las nuevas medidas] sobre el sector¡±, que pueden llegar a dejar el 10% de los modelos completamente obsoletos en menos de cinco a?os. Alemania quiere proteger los di¨¦sel. Ha dejado que otros pa¨ªses lleven la voz cantante en lo relativo a la medici¨®n de emisiones. Pero finalmente se hace o¨ªr en un documento al que ha tenido acceso este peri¨®dico: ¡°Los plazos y los niveles [de emisiones contaminantes de di¨®xido de nitr¨®geno permitidos] deben fijarse de forma inteligente¡±. ¡°El motor di¨¦sel deber¨ªa ser protegido¡±, apunta un informe que pone de manifiesto las ¡°incertidumbres¡± que supone la regulaci¨®n europea para la industria.

El problema es sencillo. Hasta ahora las emisiones de los veh¨ªculos se med¨ªan solo en condiciones de laboratorio: los niveles son muy inferiores a los reales, medidos en carretera. Especialmente cuando alg¨²n grupo, como el alem¨¢n Volkswagen, ha equipado sus motores con dispositivos para reducir las emisiones detectadas, en un fraude escandaloso destapado por Estados Unidos que afecta a millones de coches y que pude costarle miles de millones de euros a la joya de la potente industria automovil¨ªstica germana.

Bruselas ha preparado un plan para que los controles se hagan en carretera. Con una fase de transici¨®n en la que los fabricantes pueden sobrepasar en un 60% los l¨ªmites permitidos (80 miligramos de di¨®xido de nitr¨®geno) hasta 2017. Y desde ah¨ª, dejar un peque?o margen, pero obligar a que el l¨ªmite se alcance desde 2019. Varios pa¨ªses han montado en c¨®lera. Est¨¢n en discusi¨®n tanto los niveles de la fase de transici¨®n, como los m¨¢ximos finales y los periodos de aplicaci¨®n. Espa?a y Francia, por ejemplo, quieren un 40% m¨¢s en la transici¨®n; Italia y los pa¨ªses del Este, hasta un 140% m¨¢s. Todos quieren plazos m¨¢s holgados, al menos hasta 2020.

Alemania ha dejado hacer a ese grupo de pa¨ªses, consciente del castigo para su imagen de pedir emisiones m¨¢s altas tras el caso Volkswagen. No acepta la propuesta de Bruselas, pero ni discute los plazos ni los l¨ªmites en la fase de transici¨®n. Berl¨ªn se centra en las cifras finales, las m¨¢s importantes: quiere que una vez el sistema est¨¦ en marcha ¡ªen principio en 2019¡ª, los coches puedan exceder hasta en un 40% el l¨ªmite fijado para el m¨¢ximo de emisiones (los citados 80 miligramos por litro de di¨®xido de nitr¨®geno), ante los riesgos que supondr¨ªa una cifra m¨¢s exigente para el sector. Berl¨ªn apunta que la cifra final debe ser ¡°ambiciosa¡±, pero tambi¨¦n ¡°pragm¨¢tica¡±, seg¨²n el documento. Y acusa a Bruselas de no haber hecho los estudios de impacto necesarios para medir bien los costes que la nueva normativa puede suponer para la industria. Berl¨ªn ¡°sugiere¡± que hay que incluir ¡°cl¨¢usulas¡± en los planes que enviar¨¢ hoy la Comisi¨®n a los socios para permitir ¡°la adaptaci¨®n a las nuevas reglas¡±.