La ¡®habitaci¨®n secreta¡¯ del Tratado con EE UU aterriza en las capitales de la UE
Bruselas pide a los Estados que habiliten un espacio para leer las negociaciones del TTIP
La comisaria de Comercio de la Uni¨®n Europea (UE), Cecilia Malmstr?m, se ha tomado en serio las cr¨ªticas a la falta de transparencia de su proyecto estrella: el tratado comercial y de inversi¨®n entre la UE y EE UU (TTIP, por sus siglas en ingl¨¦s). Bruselas ha confirmado que est¨¢ debatiendo con las 28 capitales para que habiliten un espacio para que cualquier interesado pueda leer los documentos relacionados con las negociaciones. Se prev¨¦ que para final de a?o la propuesta est¨¦ cerrada.
Mientras llega la aprobaci¨®n de las capitales, las embajadas de EE UU en los Veintiocho han habilitado una sala de manera ¡°provisional¡±, seg¨²n fuentes de la Comisi¨®n que agradecen el gesto por parte de Washington. Sin embargo, los ¨²nicos documentos que se podr¨¢n leer ah¨ª ser¨¢n los llamados consolidados. Es decir, los que ya hayan sido acordados por ambos bloques trasatl¨¢nticos y sobre los que ¡°no se puede ejercer ninguna influencia o presi¨®n para su modificaci¨®n¡±, seg¨²n fuentes europarlamentarias. A estas salas del interior de las embajadas s¨®lo pueden entrar miembros del Gobierno del pa¨ªs en cuesti¨®n y una lista muy restrictiva de funcionarios, algo que ha generado recelo entre los excluidos de la habitaci¨®n secreta, que han tachado dicha medida de muy ¡°insuficiente¡±. Cuando la habitaci¨®n de lectura sea inaugurada en las capitales, la sala de las embajadas estadounidenses se cerrar¨¢, establece la Comisi¨®n.
La propuesta de Bruselas a los Estados miembros es hacer aterrizar el TTIP en los pa¨ªses que, de firmarse, se ver¨¢n afectados o beneficiados por los efectos del libre comercio con EE UU. No est¨¢ claro a¨²n, sin embargo, d¨®nde se abrir¨¢n las salas ¡ªen el Congreso de los Diputados, en la representaci¨®n de la Comisi¨®n Europea en el Estado miembro, en el Ministerio de Econom¨ªa¡ª, ni qui¨¦n podr¨¢ acceder a ellas, ni qu¨¦ documentos se podr¨¢n leer m¨¢s all¨¢ de los ya cerrados.
M¨¢s seguridad
A pesar de este movimiento de apertura y transparencia en las negociaciones, Bruselas juega a ambos bandos. Hace unas semanas, la Euroc¨¢mara reforz¨® la seguridad y la vigilancia en la sala de lectura del sexto piso del Parlamento Europeo por temor a m¨¢s filtraciones. Sin ir m¨¢s lejos, el diario brit¨¢nico The Guardian, public¨® la semana pasada la propuesta de Bruselas respecto a la protecci¨®n medioambiental y en la que Europa no quedaba en muy buen lugar. ¡°Ahora son dos [en lugar de una] las personas que nos acompa?an mientras leemos los documentos¡±, se?ala una fuente con acceso a la sala. En este caso s¨ª se trata de informes m¨¢s all¨¢ de los ya consolidados. Es decir, las propuestas de la UE que a¨²n no han llegado a la mesa de negociaci¨®n de rondas posteriores con EE UU.
La habitaci¨®n de lectura de la Euroc¨¢mara no tiene ventanas, la puerta est¨¢ blindada y cerrada por una clave de cuatro d¨ªgitos que unos pocos funcionarios (vigilantes) conocen de memoria. La sala es un b¨²nker de unos siete metros cuadrados en medio del edificio de la Euroc¨¢mara. Acuden ¡ªa trav¨¦s de cita previa¡ª los eurodiputados interesados que s¨®lo podr¨¢n entrar de uno en uno durante unas horas. Los vigilantes entregan los documentos demandados hoja por hoja y, aunque los parlamentarios s¨ª pueden tomar notas, estas s¨®lo podr¨¢n ser las que proporciona la Euroc¨¢mara con marca de agua. Como contrapartida, la mucho m¨¢s exclusiva habitaci¨®n de lectura de la Comisi¨®n es toda de cristal.
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