Agricultores ecol¨®gicos de sof¨¢
La empresa Huertea alquila parcelas a clientes que reciben la producci¨®n en toda Espa?a
¡°Pod¨¦is comeros un tomate ahora, si quer¨¦is, reci¨¦n cogido. Tomad, os dejo la navaja¡±, ofrece Emiliano Mu?oz, inform¨¢tico, agricultor y gerente de Huertea, una empresa familiar que cultiva huertos ecol¨®gicos. El cliente contrata los metros cuadrados que desea, por un mes o por la temporada, y elige online las hortalizas que se plantar¨¢n. Una vez maduras, podr¨¢ ir a recolectar la cosecha a la provincia de Valladolid, a orillas del r¨ªo Duero, o la recibir¨¢ peri¨®dicamente en su hogar, en cualquier punto de Espa?a dentro de la pen¨ªnsula.
El fruto rojo, con una ligera capa de polvo agreste, cruje en boca; la carne es tierna, los granos y el jugo se desparraman en todas direcciones, y sabe¡ ¡°a tomate, ?verdad?¡±, apuntala Mu?oz. Hace dos a?os, en pleno auge de los grupos de consumo que se organizan para adquirir productos, generalmente ecol¨®gicos, a proveedores locales, Mu?oz decidi¨® junto a su pareja dar el paso y crear Huertea, una modalidad nueva de esta tendencia. ¡°Ten¨ªamos dos ideas que nos diferencian del resto: nosotros somos los agricultores ¡ªeste tipo de servicio lo suelen organizar intermediarios¡ª, y nuestros clientes consiguen una vinculaci¨®n directa con el ciclo de producci¨®n¡±, explica.
Con la idea de la responsabilidad social a la que tienen que responder, ofrecemos huertos ecol¨®gicos a las compa?¨ªas y a sus asalariados¡± Emiliano Mu?oz, creador de Huertea
Dentro de la gama de productos, se pueden contratar (y regalar) huertos para solteros, por unos 55 euros al mes m¨¢s la cuota inicial, para parejas, por 75 euros al mes, para familias (120 euros al mes) y para una ¡°gran familia¡± (180 euros al mes). Estos emprendedores han determinado los kilos que producir¨¢n en cada parcela con la estad¨ªstica de consumo de frutas y hortalizas del Ministerio de Agricultura.
Entre Emiliano Mu?oz, su pareja, Sandra Alonso, y su hermano, Tom¨¢s, empleado de la construcci¨®n que perdi¨® su trabajo durante la crisis, alquilaron un terreno de 30.000 metros cuadrados, en el municipio de Tudela de Duero (Valladolid), donde cultivan los huertos de 100 clientes. Su facturaci¨®n, este a?o, calculan que ser¨¢ de unos 70.000 euros. Cifras, ambas, que doblan las del a?o pasado y quieren duplicar el que viene y as¨ª, continuar ¡°exponencialmente¡±.
Expansi¨®n a empresas
Uno de los virajes que han hecho en el plan de negocio ha sido incluir dentro de su cartera de clientes a otras empresas. ¡°Con la idea de la responsabilidad social a la que tienen que responder, les ofrecemos huertos ecol¨®gicos a las compa?¨ªas y a sus asalariados¡±, detalla Mu?oz. Ya tienen un acuerdo cerrado con una marca ¡°de unos 1.500 empleados¡±, cuyo nombre no quieren decir ya que han pactado, adem¨¢s de la participaci¨®n de los trabajadores en la plantaci¨®n y la donaci¨®n de los productos a un comedor social, el momento de comunicarlo. ¡°Es una poderosa herramienta de marketing, tanto para ellos, como para nosotros. No es del Ibex35, pero apuntamos a ellas¡±, a?ade.
Mu?oz es hijo de un agricultor y ganadero de toda la vida, ¡°ecol¨®gico, pero sin saberlo, era la manera que ten¨ªa de criar a sus cerdos y cultivar sus ajos¡±, afirma orgulloso el hijo. ¡°Trabajaba mucho, pero vend¨ªa todo por el canal tradicional¡±. Mientras tanto, la sensibilizaci¨®n hacia la producci¨®n ¡°bio¡± va en aumento, as¨ª como las oportunidades de negocio. Seg¨²n un estudio de Everis de 2012, el mercado espa?ol de productos ecol¨®gicos crecer¨¢ en torno al 12% anual hasta 2020.
Mu?oz y Alonso explican que por experiencia propia se dieron cuenta de que era imposible para ellos, miembros de un grupo de consumo en su localidad vallisoletana de residencia, Portillo, sacar tiempo para mantener un huerto. A ra¨ªz de ah¨ª, empezaron a tramitar la certificaci¨®n ecol¨®gica para Huertea. La alambrada que limita la parcela de tres hect¨¢reas permite el libre tr¨¢nsito de los mam¨ªferos de la zona; un canal del r¨ªo Duero trae el agua y la energ¨ªa es solar para el sistema de regad¨ªo, que se controla desde el m¨®vil de Mu?oz.
Mu?oz come crudo aqu¨ª y all¨¢ un trozo de apio, br¨®coli, r¨²cula, albahaca y hasta kale ¨Cuna especie antigua de col del norte de Europa que han comenzado a cultivar por demanda de los clientes¡ª. ¡°No es nada esot¨¦rico, pero para m¨ª es una forma de percibir el estado del cultivo¡±, defiende. Quien no tenga la suerte o las ganas de acercarse para comprobarlo siempre puede ver, gracias a unas c¨¢maras, el estado de su huerto desde la web.
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