Problemas de comunicaci¨®n en la Fed
Hay motivos tanto para retrasar la subida de tipos en EE UU como para adelantarla
Nada describe mejor la actual pol¨ªtica de comunicaci¨®n de la Reserva Federal de Estados Unidos que el viejo adagio de que un camello es un caballo dise?ado por un comit¨¦. Varios miembros del Comit¨¦ Federal de Mercados Abiertos (FOMC) de la Fed han puntualizado que la decisi¨®n de mantener sin cambios los tipos de inter¨¦s ¡°depender¨¢ de los datos¡±. Eso suena perfectamente l¨®gico hasta que uno se da cuenta de que cada uno de ellos parece tener una idea distinta de qu¨¦ significan ¡°los datos¡±, de modo que en la pr¨¢ctica quiere decir ¡°las sensaciones que yo tenga¡±.
En otras palabras, la estrategia de comunicaci¨®n de la Fed es un l¨ªo, y arreglarla es mucho m¨¢s importante que el momento exacto en el que el FOMC decida abandonar los tipos cercanos a cero. Despu¨¦s de todo, incluso si la Fed finalmente acaba dando el ¡°gigante¡± salto desde un tipo de inter¨¦s efectivo para los fondos federales de un 0,13% (en vigor hoy) hasta el 0,25% (en vigor pronto), el mercado seguir¨¢ queriendo saber cu¨¢l es la estrategia que hay detr¨¢s de la decisi¨®n, y me temo que continuaremos sin tener la menor idea.
Es justo decir que es complicado decidir qu¨¦ hacer, y los economistas est¨¢n profundamente divididos al respecto. El Fondo Monetario Internacional ha entrado al ruedo en¨¦rgicamente, aconsejando a la Fed que espere un poco antes de subir tipos. Y sin embargo los bancos centrales de los mismos mercados emergentes que el FMI supuestamente protege dicen lo opuesto, y con la misma fuerza: ¡°Hacedlo ya, que la incertidumbre nos est¨¢ matando¡±.
Mi opini¨®n personal probablemente va por el lado de esperar un poco m¨¢s y asumir el muy alto riesgo de que cuando la inflaci¨®n crezca, lo haga con tal fuerza que exigir¨¢ una subida m¨¢s brusca de tipos cuando llegue el momento. Pero si la Fed decide ese camino, debe decir con claridad que va a correr el riesgo de saltarse las metas de inflaci¨®n. El mejor argumento para esperar es que, en realidad, no tenemos idea de cu¨¢l es la pol¨ªtica de tipo de inter¨¦s real (ajustado a la inflaci¨®n) de equilibrio, por lo que necesitamos una clara se?al sobre la direcci¨®n que va a tomar el alza de precios antes de avanzar.
Sin embargo, hay que ser muy aficionado a las discusiones para negar que tambi¨¦n hay motivos para subir tipos antes de lo previsto, en tanto en cuanto la Fed no siga confundiendo al mercado con sus se?ales espectacularmente ambivalentes acerca de sus interpretaciones y objetivos. Despu¨¦s de todo, en Estados Unidos hay casi pleno empleo y la demanda interna crece con solidez.
Mientras la Fed intenta ver m¨¢s all¨¢ de las fluctuaciones transitorias en los precios de las materias primas, ser¨¢ dif¨ªcil pasar por alto el aumento de los precios al consumo, a medida que la importante ca¨ªda del a?o pasado (particularmente en los precios de la energ¨ªa) se estabiliza o, incluso, se revierte. De hecho, seg¨²n cualquiera de las pol¨ªticas cl¨¢sicas de los bancos centrales, ya estamos tardando en subir tipos.
Pero no cometamos el error b¨¢sico de igualar ¡°tipos altos¡± con ¡°intereses altos¡±. Decir que, en esta coyuntura econ¨®mica, unos tipos de un cuarto de punto ¡ªo incluso del 1%¡ª son altos es una hip¨¦rbole pura y dura. Y aunque no deber¨ªamos sobredimensionar los riesgos para la estabilidad financiera de mantener los tipos de inter¨¦s tan bajos, tampoco podemos descartarlos por completo.
Ya que la decisi¨®n de subir tipos es inminente, cabr¨ªa pensar que a la Fed le gustar¨ªa hacerlo a¨²n este a?o, dado que durante meses la presidenta y el vicepresidente han estado diciendo a los mercados que as¨ª ocurrir¨ªa. Si no se suben antes de que termine el ejercicio es por una decisi¨®n de imagen p¨²blica.
Supongamos que la Fed eleva los tipos de inter¨¦s a 0,25 puntos b¨¢sicos en su reuni¨®n de diciembre, esforz¨¢ndose por enviar un mensaje de calma a los mercados. El resultado m¨¢s probable es que todo vaya bien, y si el precio de las acciones sufre una ligera correcci¨®n, tampoco es que a la Fed le importe mucho.
Pero no. El riesgo real es que si comienza a aumentar las tasas, la Fed se llevar¨¢ la culpa de absolutamente todos los problemas que ocurran en la econom¨ªa durante los siguientes 6 a 12 meses, que coincidir¨¢n con la parte ¨¢lgida de la campa?a electoral estadounidense. Una peque?a subida y la Fed ser¨¢ responsable de todo lo malo que pase, independientemente de cu¨¢l sea la causa real.
Por supuesto, la Fed entiende que pr¨¢cticamente a nadie le gustan las subidas de las tasas de inter¨¦s y que todos prefieren bajarlas. Cualquier funcionario de banco central dir¨¢ que por cada vez que le piden subir las tasas recibe 99 peticiones de que las baje, independientemente (o casi) de cu¨¢l sea la situaci¨®n econ¨®mica. La mejor manera de defenderse de estas presiones es regirse por criterios lo menos ambiguos posibles. En lugar de ello, m¨¢s all¨¢ de sus buenas intenciones, el efecto neto de tantas declaraciones de la Fed ha sido una sensaci¨®n de vaguedad e incertidumbre.
?Qu¨¦ deber¨ªa hacer entonces la Fed? Yo dir¨ªa que explicar con claridad las razones de la espera: ¡°No es f¨¢cil salir de los tipos a cero: queremos estar completamente seguros de que la inflaci¨®n va a superar el 3% y entonces avanzaremos a un ritmo razonable hasta alcanzar la normalidad¡±. Pero tambi¨¦n ser¨ªa aceptable decir que ¡°nos preocupa que, si esperamos demasiado tiempo, tengamos que aplicar ajustes de manera demasiado dr¨¢stica y abrupta¡±.
Tras la crisis financiera de 2008 tuvo sentido no seguir las normas convencionales, pero ya no. Y la actual falta de claridad se ha convertido en un importante factor de la volatilidad de los mercados, que es lo ¨²ltimo que la Fed quiere.
Fue un error calificar de vil a la Fed por subir los tipos y tambi¨¦n lo es hacerlo por no subirlos; si es una medida tan inminente, probablemente no importe tanto. Sin embargo, en este momento crucial es justo pedirle que sea mucho m¨¢s clara acerca de su estrategia y sus implicaciones para el futuro. Si la presidenta de la Fed, Janet Yellen, tiene que hacer que prevalezca su voluntad sobre la del FMOC, que as¨ª sea. Hay un proverbio en EE UU que dice que puedes llevar un caballo adonde est¨¢ el agua, pero no puedes hacerlo beber. Es hora de que alguien en el comit¨¦ lleve el camello a donde est¨¢ el agua.
Kenneth Rogoff, execonomista en jefe del FMI, es profesor de Econom¨ªa y Pol¨ªticas P¨²blicas en la Universidad de Harvard.
? Project Syndicate, 2015.
http://www.project-syndicate.org/
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