Bruselas da 10 d¨ªas a Volkswagen para aclarar las emisiones de CO₂

Bruselas endurece el tono con Volkswagen. La Comisi¨®n Europea ha dado este martes un ultim¨¢tum al gigante alem¨¢n, cada vez m¨¢s enfangado en un esc¨¢ndalo por las emisiones de ¨®xido de nitr¨®geno ¡ªque afectan a 11 millones de veh¨ªculos¡ª y ahora de di¨®xido de carbono, que suman casi un mill¨®n de coches m¨¢s. El comisario Miguel Arias Ca?ete reclama a la c¨²pula de Volkswagen que aclare antes de 10 d¨ªas las ¡°irregularidades¡± con relaci¨®n al CO₂ que emiten sus autos. Bruselas no descarta abrir un procedimiento de infracci¨®n, que se sumar¨ªa a la multitud de litigios a los que se enfrentar¨¢ el grupo en EE?UU y Europa.

La misiva de Arias Ca?ete, a la que ha tenido acceso este diario, reclama directamente al nuevo consejero delegado de Volkswagen, Matthias M¨¹ller, varias dosis de informaci¨®n adicional sobre las verdaderas dimensiones de las emisiones de di¨®xido de carbono de sus veh¨ªculos. 800.000 Volkswagen contaminan ¡ªy gastan¡ª m¨¢s de lo que parec¨ªa. As¨ª lo ha reconocido la propia empresa en unas revelaciones lo suficientemente vagas como para que haya muchas m¨¢s preguntas que respuestas al respecto. Bruselas quiere saber qu¨¦ modelos est¨¢n afectados. Cu¨¢ntas emisiones de CO₂ se infraestimaron. ¡°En qu¨¦ n¨²mero de veh¨ªculos sucedi¨® eso en 2012, 2013 y 2014¡±, seg¨²n la carta. Y cu¨¢ndo prev¨¦ la compa?¨ªa tener listas las nuevas certificaciones, en vista de que sus veh¨ªculos tienen que volver a ser evaluados por las autoridades nacionales, cuya connivencia con Volkswagen es un secreto a voces al menos en Alemania.

El esc¨¢ndalo va a m¨¢s y Bruselas quiere eliminar incertidumbres y, de paso, corregir el papel sospechosamente complaciente que ha mantenido en los dos ¨²ltimos meses en un caso peliagudo, que afecta a la compa?¨ªa de bandera (Volkswagen) del sector m¨¢s distintivo (la industria automotriz) del l¨ªder incontestable de Europa (Alemania). El grupo ha reservado 2.000 millones por el ¡°riesgo econ¨®mico¡± asociado, que se suman a los 6.700 millones apartados para afrontar el trucaje de los controles de di¨®xido de nitr¨®geno. Pero la factura puede ir mucho m¨¢s lejos: en el caso del CO₂ depende de los niveles de emisiones por encima del l¨ªmite.

La Comisi¨®n, adem¨¢s, quiere tener los nuevos datos de inmediato, en apenas semana y media, para determinar si el grupo sobrepasa finalmente los niveles fijados y en ese caso abrir un procedimiento que caer¨ªa como una losa sobre la maltrecha reputaci¨®n de la marca. ¡°Estamos lejos del procedimiento de infracci¨®n¡±, explicaron con cautela fuentes comunitarias. ¡°Pero no cabe descartarlo si el grupo sobrepasa los l¨ªmites permitidos con la informaci¨®n que debe aportar en 10 d¨ªas¡±, admitieron las mismas fuentes.

El oto?o est¨¢ siendo nefasto para el fabricante de Wolfsburgo. En septiembre, admiti¨® que 11 millones de sus veh¨ªculos di¨¦sel estaban trucados para sobrepasar los l¨ªmites de emisi¨®n de ¨®xido de nitr¨®geno. Y hace una semana, confes¨® que 800.000 veh¨ªculos ¡ªequipados como motores di¨¦sel y en casi 100.000 casos tambi¨¦n gasolina¡ª escupen a la atm¨®sfera m¨¢s di¨®xido de carbono del que se publicitaba. Pero si el oto?o ha sido horrible, el invierno puede ser peor: EE UU tiene al grupo alem¨¢n en el punto de mira, y las autoridades europeas ¡ªincluso las alemanas¡ª han dejado de mirar hacia otro lado.

Se acerca una oleada de litigios, tanto de particulares como previsiblemente por parte de algunos pa¨ªses, que querr¨¢n recuperar las ayudas otorgadas por una supuesta eficiencia energ¨¦tica que ahora est¨¢ en duda. Bruselas pidi¨® hace unos d¨ªas a los socios informaci¨®n. Ahora, acude directamente a la empresa. El grupo ha sufrido un severo castigo en Bolsa. Las estimaciones de lo que le puede costar ese esc¨¢ndalo son mareantes: 30.000 millones seg¨²n BNP Paribas; m¨¢s de 50.000 millones, seg¨²n otras fuentes. Las ventas no han sufrido a¨²n directamente los efectos secundarios de ese fraude. Pero quedan por conocer a¨²n suculentos detalles, como qu¨¦ nivel de conocimiento ten¨ªan tanto las autoridades alemanas como las europeas al respecto.

En Alemania ha aparecido un neologismo, merkelear: postergar la toma de las decisiones m¨¢s importantes. Est¨¢ por ver qu¨¦ hacen Berl¨ªn y las autoridades alemanas ¡ªel land de Baja Sajonia conserva una mayor¨ªa de bloqueo en el capital, y la canciller¨ªa trata de proteger a una emrpesa que da empleo a 600.000 personas¡ª si el grupo necesita ayudas directas. Pero va quedando claro que Bruselas ya no puede mirar hacia otro lado: no puede seguir merkeleando ante la escalada de revelaciones que se suceden.