Axel Hoteles, icono del turismo gay

En 2003, el Axel Hotel abri¨® sus puertas en pleno coraz¨®n del Gayxample, el barrio gay de la capital catalana. Un total de 66 habitaciones dise?adas bajo una premisa arriesgada: el p¨²blico objetivo era el homosexual, de una manera directa, sin matices ni met¨¢foras. Doce a?os despu¨¦s, el grupo de la familia Juli¨¤ llega a Madrid, a una finca de 5.300 metros cuadrados en el Barrio de las Letras. Y tiene planes de cruzar una vez m¨¢s el Atl¨¢ntico.

La operaci¨®n de expansi¨®n ha contado con la ayuda de HI Partners, filial del Banco Sabadell. El n¨²mero 49 de la calle de Atocha albergar¨¢ un recinto de cuatro estrellas y 87 habitaciones e implicar¨¢ una inversi¨®n de unos 10 millones de euros para transformar el inmueble. No ha sido la ¨²nica noticia de la peque?a cadena este a?o. En julio, abri¨® sus puertas el segundo hotel en Barcelona, TWO, ubicado cerca de la plaza Espanya.

Cuesti¨®n de atm¨®sfera

"El 80% de nuestra clientela es gay, pero nos definimos como un hotel heterofriendly, es decir, amigo de los heterosexuales", explica Albert Oliv¨¦, consejero delegado de la cadena. Este concepto, a?ade, se contrapone al de gay friendly, como se autodefinen muchos otros hoteles. "Esta atm¨®sfera de respecto es la clave de nuestro negocio. Cuando comenzamos fue muy dif¨ªcil explicar la marca, para qui¨¦n iba dirigida, de ah¨ª que siempre fu¨¦ramos muy claros y busc¨¢ramos no decepcionar. Si una pareja de chicos o chicas bajaba a desayunar y todo el mundo se giraba est¨¢bamos perdidos", dice Oliv¨¦.

Optar por este p¨²blico implica potenciar y mimar en los hoteles ciertos atributos que en otros establecimientos no son tan relevantes. "Axel no es un breakfast al uso. Aqu¨ª son fundamentales los espacios para socializar, un peque?o gimnasio, un peque?o spa, una terraza, salvo en Berl¨ªn por cuestiones del tiempo. Todo siempre dentro del respeto, no somos una sauna", explica Oliv¨¦. Por descontado, la localizaci¨®n es b¨¢sica. La elecci¨®n busca asentar el hotel en un sitio rodeado de las tiendas, restaurantes y la oferta de ocio que buscan los hu¨¦spedes objetivo.

Estos espacios, adem¨¢s, est¨¢n abiertos en ocasiones al p¨²blico local, pues la filosof¨ªa del Axel es hacer de su establecimiento un punto de encuentro entre la propia comunidad gay de la ciudad. "Es fundamental que en nuestros hoteles pasen cosas para generar esa centralidad y lograr esa interacci¨®n entre locales y visitantes, un punto que creo que es una de las razones de nuestro ¨¦xito", confiesa Oliv¨¦. La terraza del primer hotel de Barcelona es uno de los referentes del ocio de la comunidad LGBT en Barcelona y el 90% de su clientela es extranjera.

A pesar de que son muchas las voces que alertan del desgaste del formato Gayxample, un fen¨®meno que sucede con otros villages o barrios gays, Axel cree la marca a¨²n puede jugar el partido. "Nuestra presencia fortalece el barrio, como lo hace en Gran Canaria. Abre canales de distribuci¨®n para que el destino sea a¨²n m¨¢s gay friendly", cuenta Oliv¨¦. Un ejemplo de ello son alianzas estrat¨¦gicas con eventos masivos como el Circuit Festival, uno de los mayores eventos de ocio LGBT que se realiza desde hace ocho a?os en la capital catalana y organiza Matinee Group.

Oliv¨¦ considera que su cliente, que por cierto tiene una alta tasa de repetici¨®n, necesita una gran libertad de movimiento, tal vez mayor que la de otros p¨²blicos. "Creo que por eso han fracasado los turoperadores dirigidos al p¨²blico gay o las agencias de viajes. Lo que vemos es que el cliente quiere ser libre, se fideliza a una agencia online y la utiliza constantemente", asegura.

Axel factur¨® el a?o pasado 10,6 millones de euros y la ocupaci¨®n super¨® el 94%. La cartera de la cadena catalana incluye los dos hoteles de Barcelona, uno en Berl¨ªn, el Maspalomas, y otro en Buenos Aires. Sin contar el hotel argentino, suman 371 habitaciones. La gesti¨®n de este ¨²ltimo, sin embargo, la lleva un turoperador brasile?o. Las dificultades econ¨®micas en Argentina y la inseguridad llevaron a la empresa a decidir dejar el negocio y, seg¨²n Oliv¨¦, est¨¢n a la espera de un cambio en la tendencia de la inflaci¨®n para vender el inmueble.

A pesar de la decepci¨®n argentina, Axel no renuncia al sue?o americano. Oliv¨¦ lo simplifica as¨ª: "estaremos donde nuestra comunidad nos lo pida". El grupo est¨¢ a la espera de cerrar el ingreso de un socio financiero que le permita estar en "las principales ciudades europeas, en la costa Oeste y Caribe de los Estados Unidos", asegura el consejero delegado. La expansi¨®n se har¨¢ a trav¨¦s de contratos de alquiler de gesti¨®n pues al grupo no le interesa, de momento, tener m¨¢s inmuebles.

Nuevos conceptos

Las previsiones para este a?o hablan de una facturaci¨®n de 12 millones de euros. Oliv¨¦ atribuye el incremento de 1,4 millones a los buenos resultados del TWO, el segundo hotel de Barcelona y que solo lleva seis meses con las puertas abiertas. "Estamos muy contentos porque no se ha resentido la tasa de ocupaci¨®n del Axel. En los dos tenemos tasas del 98% de ocupaci¨®n", confiesa con orgullo el directivo.

El TWO se encuentra a 700 metros del Axel nodriza y, aunque cuenta con todo el equipamiento de entretenimiento, la idea es que funcione bajo un formato m¨¢s relajado. La elecci¨®n del sitio, explica Oliv¨¦, pone sus esperanzas en el desarrollo del barrio de Sant Antoni, un nuevo enclave gastron¨®mico de la capital catalana. "Esta zona est¨¢ llamada a ser como el Soho. Tiene el Paralelo, restaurantes como el Tickets de los hermanos Adri¨¤ u Hoja Santa. Un potencial incre¨ªble", explica Oliv¨¦.

Algo similar ocurri¨® con la elecci¨®n de la finca de la calle Atocha. "Ten¨ªamos muchas ofertas, lugares con espacios magn¨ªficos cerca del Manzanares, en plaza Espa?a o en la de Cuzco. Pero no nos serv¨ªan, Por eso nos hemos demorado tanto en hacer el desembarco en Madrid", cuenta Oliv¨¦. La cadena espera comercializar las habitaciones de Madrid con unas tarifas que oscilen entre los 105 euros y los 110 euros la noche.