El supervisor, supervisado

La pelea entre la Autoridad Fiscal Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) y el Ministerio de Hacienda por las competencias de aquella es de las que marcan ¨¦poca. ?Tanto? S¨ª. Porque va camino de los tribunales, algo ins¨®lito entre dos organismos de este g¨¦nero en toda Europa. Y porque aunque versa sobre un asunto en apariencia menor (c¨®mo se obtiene la informaci¨®n fiscal) constituye un examen sobre la independencia de los organismos reguladores y supervisores; sobre la calidad y transparencia estad¨ªstica; y sobre el comportamiento institucional (endogamia y centralizaci¨®n) del Gobierno.

La batalla va aderezada de an¨¦cdotas, desencuentros y choque de estilo no menores, quiz¨¢ inevitables cuando se injerta en la Administraci¨®n un organismo nuevo. Y saltan chispas: entre la a?eja operativa de los adustos inspectores y la muy suelta de los economistas de origen privado. Entre cuerpos peor pagados y directivos de nueva planta bien remunerados, que adem¨¢s exigen mejoras por mayor carga de trabajo. Entre promesas de dotaciones incumplidas y necesidades crecientes. Entre la atropellada prosodia de Crist¨®bal Montoro y el fr¨ªo tecnicismo de los auditores.

Tras ese paisaje, el fondo del litigio, o la ocasi¨®n en que explosiona, es una ?modesta? orden ministerial (HAP/1287/2015) por la cual Hacienda impone un procedimiento a la Airef cuando esta busca informaci¨®n ¡°adicional¡± entre las Administraciones: debe hacerlo ¡°a trav¨¦s¡± del propio ministerio (art.2), y solo si este se la niega (art.5) podr¨¢ acudir directamente a la oficina protagonista para requer¨ªrsela.

Pero la creaci¨®n de este ¡°filtro previo¡±, alega la Airef con tino, es una extralimitaci¨®n de Hacienda, pues ni la ley ni el reglamento de la misma le autorizan a ello. Peor: la Autoridad puede requerir ¡°directamente¡± al departamento implicado, establecen claramente los art¨ªculos 4.2 de la ley 6/2013 y 6.4 del reglamento, RD 215/2014. Ser¨¢ dif¨ªcil que Hacienda no pierda este pleito. Puede, antes, rebobinar.

?Por qu¨¦ se ha metido en este berenjenal? El Gobierno aduce que para centralizar la informaci¨®n por un ¡°canal ¨²nico¡±, evitar duplicidades (doble o triple deber de informaci¨®n de las Administraciones) y as¨ª, ahorrar. Acab¨¢ramos: ¡°Centralizar¡± es la palabra m¨¢gica.

Un canal ¨²nico, si no funciona bien (y este no funciona), impide aumentar la transparencia estad¨ªstica. Y ya se sabe que la transparencia no es solo un derecho del contribuyente/consumidor/ciudadano. Es un mecanismo para reducir la discrecionalidad de las Administraciones. Al l¨ªmite, de su arbitrariedad.

Si se repasan los informes del auditor independiente, destacan sus insistentes requisitorias sobre las estimaciones de ¡°recaudaci¨®n incierta¡±: la discutible, problem¨¢tica, azarosa (por ejemplo, sobre el agujero negro de la Seguridad Social). L¨®gico, molesta al voltear las c¨®modas costumbres. Por eso el ex supervisor fiscal (Hacienda) ahora supervisado (por Airef) quiere regular los mecanismos de supervisi¨®n de esta. Se llama recuperar control. Recentralizar. Otro gallo nos cantar¨ªa si Airef dependiese del Congreso ¡ªcomo sucede en EE UU¡ª, y no de... Hacienda.