La carta que el Gobierno no quiere que llegue a leer
Los mayores de 50 a?os iban a recibir un informe con su pensi¨®n p¨²blica futura. El Ejecutivo lo ha vetado para evitar que se conozcan las bajas prestaciones
El Gobierno no va a cumplir con su promesa de enviar una carta a los mayores de 50 a?os con la pensi¨®n privada y p¨²blica futura. Lo admiti¨® el propio secretario de Estado de la Seguridad Social, Tom¨¢s Burgos, cuando, el pasado 5 de noviembre, dijo: ¡°Comprometido, pero no realizado¡±. En lugar de la misiva, Burgos present¨® un simulador electr¨®nico, puesto en marcha en la web Tu Seguridad Social, en el que se puede consultar una aproximaci¨®n de c¨®mo ser¨¢ la prestaci¨®n de los futuros jubilados con limitaciones y dificultades t¨¦cnicas. El sector del ahorro privado cree que el Gobierno ha parado la carta para evitar dar malas noticias por motivos electorales.
El compromiso del PP con esta incitativa ¡ªque ya se ha hecho en algunos de los principales pa¨ªses de la Uni¨®n Europea¡ª viene de lejos. En enero de 2011, el PP pidi¨® en la reuni¨®n del Pacto de Toledo, donde se regula la marcha de las pensiones p¨²blicas, que se incluyera una recomendaci¨®n para que se facilitara el conocimiento del importe de las cotizaciones realizadas. El Gobierno de Zapatero, en julio de 2011, poco antes de dejar el poder, cont¨® con el apoyo del PP para aprobar una disposici¨®n adicional en la que estableci¨® la obligaci¨®n de la Seguridad Social de informar a cada trabajador sobre su jubilaci¨®n, obligaci¨®n que se extendi¨® a las empresas privadas de seguros y fondos de pensiones.
La propia ministra de Empleo, F¨¢tima B¨¢?ez, el 8 de mayo de 2012, resalt¨® la importancia de facilitar a los ciudadanos informaci¨®n precisa sobre las expectativas de la pensi¨®n, para lo que anunci¨® que se crear¨ªa una regulaci¨®n reglamentaria. El 8 de abril de 2014, Burgos, anunci¨® la intenci¨®n del Gobierno de plasmar el derecho de informaci¨®n sobre la pensi¨®n en un ¡°real decreto de pr¨®xima aparici¨®n¡±.
As¨ª, se elabor¨® un borrador de real decreto, sometido a los interlocutores sociales, a la patronal de fondos de inversi¨®n y fondos de pensiones, Inverco, y a la de seguros, Unespa. Despu¨¦s de las consultas, se envi¨® al Consejo de Estado.
Todo estaba preparado
Estaba previsto enviar la carta para finales de 2014. Los grandes bancos se lo creyeron y anunciaron campa?as comerciales con el lanzamiento de herramientas en las que usar¨ªan de gancho la escasa pensi¨®n p¨²blica para que los clientes la complementaran con sus productos de ahorro.
?Qu¨¦ pas¨® para que la carta no se remitiera? Fuentes consultadas coinciden en que fue desde el palacio de la Moncloa donde se paraliz¨® la misiva ya que incluso lleg¨® a debatirse en la reuni¨®n de subsecretarios previa al Consejo de Ministros. Ninguna de esas fuentes duda de que ha sido la voluntad pol¨ªtica la que ha dado con la carta en la papelera, porque el real decreto estuvo a punto de salir hace m¨¢s de un a?o.
Por una raz¨®n u otra, la informaci¨®n nunca lleg¨® y la banca, sin ocultar su enfado, trat¨® de salir del paso con simulaciones del ahorro privado. ¡°Tener esta informaci¨®n es m¨¢s importante que las ventajas fiscales que se puedan dar a los fondos de pensiones. Los cotizantes tienen derecho a saber lo que pueden esperar del Estado para hacer sus planes y evitar sorpresas desagradables cuando llegue la jubilaci¨®n¡±, afirma Pilar Gonz¨¢lez de Frutos, presidenta de la patronal de seguros, Unespa, y ex directora general de Seguros con el PP. Su testimonio refleja el malestar del sector, que no se conforma con el simulador. ¡°La web est¨¢ bien, pero es insuficiente. El Gobierno deb¨ªa cumplir lo que prometi¨® y sacar la carta escrita, que es lo que la gente puede entender bien¡±.
En t¨¦rminos parecidos se expresa ?ngel Mart¨ªnez-Aldama, presidente de la patronal Inverco: ¡°La gente con m¨¢s de 50 a?os es la que tiene m¨¢s dificultad para manejarse con el simulador porque no tiene tanta facilidad con los medios electr¨®nicos. La carta era una obligaci¨®n del Gobierno; ahora quedar¨¢ para el siguiente¡±.
Desde organismos del Gobierno se ha acusado al sector privado de frenar esta iniciativa para que el cliente no viera que es m¨¢s rentable la pensi¨®n p¨²blica que la privada. Tanto Gonz¨¢lez de Frutos como Mart¨ªnez-Aldama niegan que hayan paralizado el proceso. Ambos coinciden en admitir que no fue f¨¢cil llegar a una informaci¨®n m¨¢s o menos homog¨¦nea, que siguiera unos par¨¢metros comparables a los de la pensi¨®n p¨²blica, pero aseguran que al final se alcanz¨® un consenso t¨¦cnico. Estaba previsto que los que tuvieran pensi¨®n privada recibir¨ªan una carta y, de forma separada, el Estado enviar¨ªa otra a todos los mayores de 50 a?os.
Desde la Secretar¨ªa de Estado de la Seguridad Social se estuvo tan convencido de que la carta iba a ser realidad, que adjudic¨® dos concursos a empresas privadas: Mailfactory, se encargar¨ªa de imprimir las cartas y los sobres por 251.000 euros; y Unipost, se har¨ªa cargo del env¨ªo por 1,3 millones, un importe menor a los 2,2 millones por los que se licit¨® el concurso. En Empleo alegan que la paralizaci¨®n del proyecto no tendr¨¢ ning¨²n coste p¨²blico.
¡°Los mercados van mal y los tipos de inter¨¦s est¨¢n casi en cero, con lo que la rentabilidad de los productos en donde invierten los fondos de pensiones van peor de lo previsto. Por eso es tan importante la carta y la informaci¨®n¡±, asegura un experto del sector.
Un simulador complejo y limitado
El simulador que ha puesto en marcha el Gobierno no incluye el factor de sostenibilidad. A partir de 2019 ser¨¢ un nuevo par¨¢metro que influir¨¢ en el c¨¢lculo de la pensi¨®n inicial y la ligar¨¢ a la esperanza de vida a los 67 a?os. No est¨¢ incluido porque en su primera versi¨®n precisa datos de hasta 2017. Esto hace que la soluci¨®n que ofrece solo sea fiable para quienes vayan a jubilarse antes de 2019.
Incluso este dato no es v¨¢lido en todos los casos, porque tampoco se incluyen los topes que tiene la pensi¨®n m¨¢xima, que en 2015 asciende a 2.560,8 euros en 14 pagas mensuales (2.987,7 en 12), independientemente de lo cotizado (nunca m¨¢s de una base de 3.606 euros en 12 mensualidades). Un ejemplo, si alguien cotiza por un sueldo de 3.412 euros al mes ahora y lo ha hecho durante los ¨²ltimos 16 o 17 a?os, el simulador arroja un dato que supera la pensi¨®n m¨¢xima. No obstante, se lo advertir¨¢: ¡°Tu pensi¨®n puede verse limitada por superar la m¨¢xima¡±.
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