Un espa?ol para resolver un esc¨¢ndalo alem¨¢n
Tras dos d¨¦cadas en Volkswagen, Francisco Javier Garc¨ªa Sanz recibe el encargo de la empresa de aclarar la estafa de emisiones
Ferdinand Pi?ch, el m¨ªtico patriarca de Volkswagen, dio en 1993 un golpe en el tablero automovil¨ªstico mundial. El fichaje de Ignacio L¨®pez de Arriort¨²a ¡ªque abandonaba General Motors para ir a la empresa alemana fundada al calor del r¨¦gimen nazi por el abuelo de Pi?ch, Ferdinand Porsche¡ª provocar¨ªa uno de los grandes esc¨¢ndalos empresariales de la ¨¦poca por supuesto espionaje industrial. El empresario vasco conocido como Superl¨®pezse llev¨® con ¨¦l a un grupo de ejecutivos, entre los que se encontraba un joven espa?ol, Francisco Javier Garc¨ªa Sanz. Dos d¨¦cadas m¨¢s tarde, este licenciado en Empresariales de 58 a?os nacido en Madrid pero criado en Alemania vuelve al centro del hurac¨¢n.
Con fama de duro, el pupilo de Superl¨®pez se enfrenta ahora a su mayor reto
Tras escalar en la estructura de poder de un gigante que emplea a 600.000 personas, Garc¨ªa Sanz ha llegado a ser el m¨¢ximo responsable de compras del grupo y el miembro m¨¢s antiguo de su consejo de Administraci¨®n. A partir de esta semana es adem¨¢s el responsable de aclarar la estafa de las emisiones de gases que puede costar a Volkswagen no solo decenas de miles de millones de euros, sino tambi¨¦n su prestigio.
El presidente del grupo, Matthias M¨¹ller, alab¨® el jueves a Garc¨ªa Sanz, y se?al¨® que todo el Consejo de Administraci¨®n hab¨ªa acordado otorgarle sus nuevas funciones. Sin embargo, algunos analistas, que recuerdan su actuaci¨®n en antiguos esc¨¢ndalos, han criticado el nombramiento. ¡°Tiene la gran ventaja de que lleva muchos a?os en la compa?¨ªa y la conoce bien, algo imprescindible para llevar a cabo con ¨¦xito la tarea que tiene por delante. Pero tambi¨¦n hay algunas dudas sobre hechos no aclarados¡±, asegura el experto en automoci¨®n de la Universidad de Duisburgo-Essen Ferdinand Dudenh?ffer.
Una de las pol¨¦micas que ensombrecen la actuaci¨®n de Garc¨ªa Sanz afecta al club del f¨²tbol VfL Wolfsburgo, propiedad de Volkswagen y que el ejecutivo espa?ol preside desde 2009. La Justicia alemana investig¨® a Volkswagen por exigir a T-Systems, una filial de Deutsche Telekom, que mantuviera su esponsor al equipo de f¨²tbol si quer¨ªa lograr contratos. La investigaci¨®n se zanj¨® con una multa de dos millones de euros que evit¨® mayores indagaciones.
Con el estallido del dieselgate, Garc¨ªa Sanz parece haber afianzado su posici¨®n en el grupo. En septiembre, en plena renovaci¨®n de la c¨²pula del consorcio, prorrogaba su cargo en el consejo como vicepresidente de compras por cinco a?os, tres m¨¢s de los previstos. Y recibe el encargo de resolver el mayor esc¨¢ndalo empresarial que recuerda Alemania. ¡°Es muy concienzudo. Cuando se le mete algo en la cabeza, se convierte en un transatl¨¢ntico imparable¡±, explica una persona que ha trabajado con ¨¦l en Anfac, la patronal de fabricantes de coches.
Sus decisiones en Wolfsburgo, la sede de Volkswagen, pesan. Para Mat¨ªas Carnero, presidente del comit¨¦ de empresa de Seat, su actuaci¨®n ha sido clave para que la marca espa?ola, siempre en el disparadero del grupo alem¨¢n, se haya salvado en los ¨²ltimos a?os pese a las continuas p¨¦rdidas. Su participaci¨®n fue capital para lograr la fabricaci¨®n del Audi Q3 en Martorell (Barcelona). El l¨ªder sindical, como otros, destaca su perfil de hijo de inmigrantes espa?oles para explicar su ¨¦xito: ¡°Conoce bien a los alemanes y sus estrategias y tiene coraz¨®n espa?ol: sabe hasta d¨®nde puede estirar la cuerda¡±.
En Espa?a tiene amigos poderosos. Como el presidente de ACS y del Real Madrid, Florentino P¨¦rez, relaci¨®n forjada en su madridismo. O el exministro Miguel Sebasti¨¢n, con quien mantuvo una intensa relaci¨®n cuando Seat pugnaba por producir el Q3. Pero nadie lo considera af¨ªn al PSOE o al PP. Tampoco un miembro del Gobierno catal¨¢n, que s¨ª destaca su alta conciencia de espa?olidad. A ¨¦l responsabiliza, por ejemplo, de la exclusi¨®n de la Generalitat de una visita en septiembre al centro t¨¦cnico de Seat a la que acudi¨® el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Nunca antes Seat hab¨ªa excluido a una administraci¨®n.
Obligada Volkswagen a recortar sus gastos para asumir el coste del esc¨¢ndalo, algunos actores del sector espa?ol de la automoci¨®n interpretaron que su renovaci¨®n supondr¨ªa nuevos recortes a los proveedores del grupo alem¨¢n. Para otros, sin embargo, el ejecutivo espa?ol aprieta pero no ahoga. ¡°Es duro, pero muy dialogante y de los que cumplen con su palabra¡±, afirma Josep Maria Pujol, expresidente de la patronal Sernauto, de los proveedores de la automoci¨®n.
Alumno aventajado de L¨®pez de Arriort¨²a, aprendi¨® bien c¨®mo apretar a la cadena de suministro. Lo tendr¨¢ que seguir haciendo. Pero ahora, adem¨¢s, el sucesor de Superl¨®pez tendr¨¢ que resolver el caso de los motores EA 189.
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