El precio del petr¨®leo y el crecimiento mundial
El precio del crudo es un juego de suma cero en el que los consumidores ganan
Una de las mayores sorpresas econ¨®micas de 2015 es que la asombrosa ca¨ªda de la cotizaci¨®n mundial del petr¨®leo no haya estimulado m¨¢s el crecimiento global. A pesar del derrumbe de precios (de m¨¢s de 115 d¨®lares por barril en junio de 2014 a 45 d¨®lares a fines de noviembre de 2015), la mayor¨ªa de los modelos macroecon¨®micos indican que el efecto sobre el crecimiento global fue menor al esperado: tal vez solo un 0,5% del PIB mundial.
La buena noticia es que este oportuno pero limitado est¨ªmulo al crecimiento probablemente se extienda m¨¢s all¨¢ de 2016. La mala noticia es que el abaratamiento del petr¨®leo crea m¨¢s presiones para los principales pa¨ªses exportadores.
La reciente ca¨ªda del precio del petr¨®leo es similar a la que se produjo en 1985 y 1986 por un aumento de la oferta, cuando los pa¨ªses de la OPEP (l¨¦ase: Arabia Saud¨ª) decidieron liberar producci¨®n para recuperar cuota de mercado. Tambi¨¦n es comparable al derrumbe de 2008 y 2009 por una menor demanda despu¨¦s de la crisis financiera global. En la medida en que un abaratamiento del petr¨®leo responde a la demanda, no cabe esperar un efecto positivo importante, ya que el precio del petr¨®leo opera m¨¢s como un estabilizador autom¨¢tico que como una fuerza ex¨®gena que rija la econom¨ªa global. Pero de un shock de oferta puede esperarse un considerable impacto positivo.
Si bien el shock de 2014 y 2015 no es tan f¨¢cil de analizar como los dos episodios anteriores, parece que en este caso las variaciones de la demanda y de la oferta corren parejas en influencia. Est¨¢ claro que el vuelco de China hacia una pol¨ªtica de fomentar el consumo interno desinfl¨® todos los commodities a escala internacional; por ejemplo, los metales tambi¨¦n tuvieron una ca¨ªda abrupta en 2015. (El precio del oro, 1.050 d¨®lares por onza a fines de noviembre, est¨¢ muy lejos del m¨¢ximo de casi 1.890 d¨®lares al que lleg¨® en septiembre de 2011; el abaratamiento del cobre desde 2011 es casi id¨¦ntico.)
Pero un factor que influye al menos tanto es la oferta de nuevas fuentes de petr¨®leo. La revoluci¨®n de las fuentes no convencionales permiti¨® aumentar la producci¨®n estadounidense de cinco millones de barriles por d¨ªa en 2008 a 9,3 millones de barriles en 2015; y este boom de la oferta se mantiene a pesar del derrumbe de precios. Las expectativas de levantamiento de sanciones a Ir¨¢n tambi¨¦n repercutieron en los mercados.
El abaratamiento del petr¨®leo es hasta cierto punto un juego de suma cero en el que los productores pierden y los consumidores ganan. En general se considera que la ca¨ªda de precios estimula la demanda global, porque los consumidores gastan la mayor parte de la ganancia inesperada, mientras que los productores se adaptan recortando el ahorro.
Pero en 2015, esta din¨¢mica diferenciada no fue tan marcada. Una raz¨®n es que los pa¨ªses emergentes importadores de energ¨ªa hoy pesan mucho m¨¢s en la econom¨ªa global que en los ochenta, y tienen una postura mucho m¨¢s intervencionista en el mercado del petr¨®leo que los pa¨ªses avanzados.
Pa¨ªses como la India y China estabilizan el mercado minorista de energ¨ªa por medio de subsidios estatales para contener el precio que pagan los consumidores. Cuando el petr¨®leo se encareci¨®, estos subsidios se volvieron muy costosos, y muchos gobiernos ya buscaban desesperadamente c¨®mo recortarlos. De modo que al llegar el abaratamiento, los pa¨ªses emergentes lo aprovecharon para reducir subsidios.
Al mismo tiempo, muchos exportadores de petr¨®leo se ven obligados a reajustar sus planes de gastos en un contexto de ca¨ªda abrupta de los ingresos. Hasta Arabia Saud¨ª se ha visto afectada (a pesar de sus inmensas reservas de petr¨®leo y financieras), debido al veloz crecimiento de su poblaci¨®n y el aumento del gasto militar por los conflictos en Oriente Pr¨®ximo.
Que el abaratamiento del petr¨®leo haya incidido tan poco en el crecimiento global no deber¨ªa sorprendernos. Hace tiempo que la investigaci¨®n acad¨¦mica se?ala en esa direcci¨®n. Ahora se piensa que el petr¨®leo no es un motor del ciclo econ¨®mico tan independiente como se cre¨ªa antes. Otro factor que restringe el crecimiento es una abrupta ca¨ªda de las inversiones en el sector energ¨¦tico. Tras a?os de veloz crecimiento, la inversi¨®n mundial en producci¨®n y exploraci¨®n petrolera se redujo 150.000 millones de d¨®lares en 2015. En alg¨²n momento esto se trasladar¨¢ a los precios, pero en forma lenta y gradual: en los mercados de futuros el petr¨®leo s¨®lo cotiza a 60 d¨®lares por barril en 2020.
La buena noticia para 2016 es que la mayor¨ªa de los modelos macroecon¨®micos se?alan que el efecto estimulante del abaratamiento del petr¨®leo tender¨¢ a prolongarse por un par de a?os, lo que compensar¨¢ que los pa¨ªses emergentes importadores sigan aprovech¨¢ndolo para recortar subsidios.
Pero para los pa¨ªses productores, los riesgos son cada vez mayores. Aunque solo un par est¨¦ en crisis declarada (se destaca la mal gestionada Venezuela), muchos est¨¢n al borde de la recesi¨®n. Los pa¨ªses con tipo de cambio flotante, entre ellos Colombia, M¨¦xico y Rusia, hasta ahora han podido adaptarse a la mayor restricci¨®n fiscal (pero si el abaratamiento contin¨²a, Rusia se ver¨¢ en problemas). Los pa¨ªses con reg¨ªmenes cambiarios r¨ªgidos, en cambio, se enfrentan a una prueba m¨¢s dif¨ªcil. La hist¨®rica pol¨ªtica saud¨ª (que en otros tiempos parec¨ªa imbatible) de atar su moneda al d¨®lar fue objeto de enormes presiones las ¨²ltimas semanas.
Para resumir, en 2015 el precio del petr¨®leo no influy¨® tanto en el crecimiento global como se esperaba al principio del a?o. Adem¨¢s, la abundancia de reservas y una pol¨ªtica macroecon¨®mica relativamente conservadora han permitido hasta ahora a la mayor¨ªa de los grandes productores hacer frente a enormes presiones fiscales sin caer en crisis. Pero el a?o que viene puede ser diferente (y no en el buen sentido), especialmente para los productores.
Kenneth Rogoff es ex economista jefe del FMI y profesor de Econom¨ªa y Pol¨ªticas P¨²blicas en la Universidad de Harvard.
? Project Syndicate, 2015. www.project-syndicate.org
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