¡°Lograr satisfacci¨®n vital ser¨¢ dif¨ªcil¡±

Como John Steinbeck en Las uvas de la ira, Branko Milanovic (Serbia, 1953) se ha convertido en la l¨²cida conciencia de un tiempo que nos lega la ¨¦poca m¨¢s desigual de la historia. Si el escritor estadounidense describ¨ªa la paup¨¦rrima situaci¨®n de los okies (jornaleros llegados a California) de los a?os treinta, el economista serbioestadounidense ¡ªel intelectual m¨¢s respetado del mundo a la hora de analizar el injusto reparto de la riqueza en el planeta¡ª y profesor en la City University de Nueva York, centra su voz y su palabra en el futuro de los j¨®venes y las clases medias y bajas occidentales. ?Los okies de nuestra era?

Pregunta. ?Est¨¢n condenadas las nuevas generaciones a vivir peor que sus padres?

Respuesta. No necesariamente en t¨¦rminos de ingresos, porque las econom¨ªas europeas todav¨ªa crecen, aunque sea a ritmos m¨¢s bajos. Pero con una mayor desigualdad, si bien es cierto que la ¡°media¡± de quienes tienen ahora entre 20 y 25 a?os puede vivir mejor frente a los que rondan entre 40 y 45 a?os, todav¨ªa encontraremos un porcentaje significativo que vivir¨¢ peor. Adem¨¢s los trabajos ser¨¢n m¨¢s inestables y habr¨¢ una mayor incertidumbre sobre el futuro. Esto podr¨ªa afectar al optimismo de la gente, al deseo de establecer una familia y a sentir temor frente a la vejez. Aunque los ingresos sean mayores, las incertidumbres tambi¨¦n.

P. ?Qu¨¦ consecuencias econ¨®micas tiene esta situaci¨®n?

R. Creo que se sentir¨¢ sobre todo en t¨¦rminos de ¡°felicidad¡± individual o satisfacci¨®n vital. Lograrlas ser¨¢ dif¨ªcil. La mayor¨ªa de las personas prefieren la estabilidad y la certeza. Pero si no existe, los m¨¢s j¨®venes tendr¨¢n que adaptar sus vidas a la precariedad. Las implicaciones econ¨®micas es que ocupar¨¢n m¨¢s trabajos diferentes a lo largo de sus a?os activos que antes y soportar¨¢n un mayor paro. Por lo tanto pasar¨¢n parte de su existencia buscando empleo, lo cual no resulta muy agradable. En principio, la gente podr¨ªa ahorrar m¨¢s para cubrir sus pensiones, que o bien no existir¨¢n o ser¨¢n muy bajas. Y esto repercute en el consumo de los hogares y posiblemente en la demanda agregada.

P. ?Cu¨¢l ser¨ªa la mejor manera de reducir la inequidad en el mundo?

R. La respuesta para los pa¨ªses ricos es muy dif¨ªcil porque est¨¢n expuestos a una fuerte competencia de las naciones m¨¢s pobres que tienen una mano de obra m¨¢s barata. Y el capital es m¨¢s m¨®vil que nunca. Las pol¨ªticas econ¨®micas pueden ser capaces de controlar el aumento de la inequidad. Pero requieren una respuesta coordinada por parte de la Uni¨®n Europea y esas pol¨ªticas, aunque sean efectivas, necesitan mucho tiempo para surtir efecto. Reducir la desigualdad no es algo que se pueda hacer de la noche a la ma?ana.