¡°Nunca volver¨¦ a utilizarlos. Fue horrible¡±
Alberto, de 31 a?os, pidi¨® un cr¨¦dito de 200 euros a un mes para pagar una multa de tr¨¢fico y acab¨® devolviendo m¨¢s de 1.000
Alberto B. ten¨ªa 31 a?os cuando le pusieron una multa de tr¨¢fico de 200 euros. Era estudiante, sin ingresos y vio el anuncio de Vivus: ¡°El primer pr¨¦stamos al 0%¡±. No era propietario de nada, aunque dijo que ten¨ªa un piso. Nadie comprob¨® la mentira. Pidi¨® los 200 euros a un mes y al d¨ªa siguiente, sin firmar ning¨²n contrato, el dinero estaba en su cuenta.
Cumplido el plazo no ten¨ªa los 200 euros y no le dejaron pagar en plazos. ¡°Ca¨ª en trampa. Les ped¨ª pagar de 40 en 40 euros, pero no me dejaron. Me aplicaron alt¨ªsimos intereses de demora. Me amenazaron con meterme en las listas de morosos...al final pague m¨¢s de 1.000 euros. Nunca los volver¨¦ a usar. Fue horrible. Nadie deber¨ªa hacerlo. Mi conclusi¨®n es que no se debe gastar lo que no se tiene. Hay que tener cabeza¡±.
Pero el caso de Alberto B., no es el ¨²nico. En la pel¨ªcula, El Descr¨¦dito, dirigida por V¨ªctor Moreno y financiada por Adicae, en la que aparece es caso, los casos superan la docena. Llama la atenci¨®n el de un joven adolescente que quiso subirse la paga. Telefone¨® al n¨²mero que aparec¨ªa en una web de cr¨¦ditos r¨¢pidos, dio su n¨²mero de cuenta y consigui¨® 100 euros extras, en unos d¨ªas sin tener ninguna propiedad. No los devolvi¨® a tiempo y se meti¨® en la ¡°horrible bola de deudas. Al principio no puedes pagar a plazos. Luego aceptan peque?as cantidades, 20 o 40 euros, pero en realidad solo son los intereses. Pagas y pagas y el principal de la deuda est¨¢ intacto. Siempre debes lo mismo¡±, recuerda Alberto. Los padres del adolescente citado, que aparecen en el documental, confiesan que intentaron negociar con la financiera pero fue imposible y acabaron pagando 1.500 euros al prestamista.
Algunas web especifican perfectamente cu¨¢l es la deuda y el plazo de devoluci¨®n. Lo dicen en la primera p¨¢gina que se puede ver. El problema es que alguien que necesita desesperadamente 300 ¨® 600 euros en un momento determinado, o decide darse un capricho, es muy dif¨ªcil que en un mes consiga reunir el dinero. Por eso, cuando hay retrasos se aplican fuertes comisiones, que en algunos casos est¨¢n camufladas como gastos de gesti¨®n, adem¨¢s de los altos tipos de inter¨¦s.
En la letra peque?a, en la parte m¨¢s baja de la web, a un cuerpo muy peque?o de letra, est¨¢n algunas de las peores noticias. Por ejemplo, Twinero dice: ¡°Pago atrasado: La penalizaci¨®n de demora ser¨¢ del 1,00% diario sobre el importe total de deuda impagada, con el l¨ªmite m¨¢ximo del 100% sobre el principal y sin perjuicio de las dem¨¢s consecuencias que pudieran derivarse del incumplimiento, entre otras, la inclusi¨®n de sus datos en ficheros de solvencia patrimonial y de cr¨¦dito.¡± La amenaza est¨¢ dicha, pero hay que leerlo con tiempo y cuidado, adem¨¢s de entenderlo, algo que, seg¨²n las asociaciones de consumidores, no est¨¢ al alcance de todos los clientes a los que va dirigido el producto.
Otra mujer que aparece en el documental El Descr¨¦dito, cuyo director es el mismo que Edificio Espa?a, describe que cambi¨® de coche y pidi¨® un cr¨¦dito r¨¢pido poniendo como garant¨ªa su casa. Se fue al paro y se activaron los terribles intereses de demora. ¡°Si dejas de pagar, te suben siete veces la deuda. Cuando firmas en el concesionario no sabes las condiciones por impago. Todo parec¨ªa muy favorable, pero al final tuve que vender la casa porque estaba en una situaci¨®n sin salida¡±, se lamenta. Los afectados coinciden, al igual que las asociaciones de consumidores, como la OCU, en recomendar evitar estas v¨ªas de financiaci¨®n para cualquier gasto que no sea imprescindible. Desde luego, nunca recurrir a estas web para viajes o peque?os lujos. En el ¨²ltimo informe de la OCU citaba los arreglos del coche o las aver¨ªas en el hogar como algunas de las principales razones por las que muchos piden los microcr¨¦ditos. ¡°Es mejor recortar gastos o conseguir dinero por otra v¨ªa. En estas web lo que quieren es que no pagues¡±, concluye Alberto B.
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