El impuesto a la propiedad de la vivienda sostiene las arcas locales

El impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), el tributo que se paga fundamentalmente por la propiedad de viviendas, comercios, oficinas, locales o suelos se ha convertido en una fuente de financiaci¨®n vital para los Ayuntamientos. El caudal de ingresos procedente de esta figura impositiva fue m¨¢s importante que nunca para las corporaciones municipales en 2014, seg¨²n los ¨²ltimos datos publicados recientemente por el Ministerio de Hacienda. Ese a?o la recaudaci¨®n por este tributo, que se ha duplicado en la ¨²ltima d¨¦cada, supuso ya casi el 40% de los ingresos impositivos de las 8.200 entidades locales espa?olas.

El impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) es el ¨²nico tributo del sistema fiscal espa?ol cuya recaudaci¨®n ha crecido durante todos los a?os de la crisis. Los Ayuntamientos obtuvieron 13.228 millones por este impuesto en 2014, un 6,1% m¨¢s que el a?o anterior. Los registros estad¨ªsticos del Ministerio de Hacienda, que arrancan en 1990, revelan que la cosecha de esta figura ha mejorado cada a?o hasta convertirse en la principal fuente, despu¨¦s de las transferencias del Estado, de la que se nutren las arcas municipales, muy por encima del impuesto de plusval¨ªas, el de actividades econ¨®micas, el de circulaci¨®n o las tasas municipales.

El constante incremento de los ingresos procedentes del IBI ha provocado que haya cobrado una importancia fundamental para las arcas municipales. De los 34.834 millones de euros que ingresaron por impuestos estas administraciones a finales de 2014, unos 13.228 millones correspondieron al IBI. Es decir, de cada 100 euros por impuestos, 38 proven¨ªan de este tributo, con lo que alcanza el mayor peso sobre el conjunto de los recursos impositivos locales desde que se cre¨® en 1989.

Durante la mayor parte de la crisis, el periodo que transcurre entre 2008 y 2013, la recaudaci¨®n del principal impuesto en manos de los Ayuntamientos ha crecido casi un 60% a pesar de la depresi¨®n econ¨®mica que ha lastrado el resto de los grandes impuestos. El IRPF, el IVA, y los impuestos de sociedades, especiales, sucesiones y donaciones y transmisiones patrimoniales sufrieron los rigores del crack de 2008, aunque en los ¨²ltimos a?os han recobrado su impulso recaudatorio por las subidas fiscales y la mejora de la actividad.

Otros impuestos municipales vinculados al sector inmobiliario, como el impuesto de construcciones, instalaciones y obras (ICIO), o el de plusval¨ªas se desplomaron. El ICIO pas¨® de aportar 2.400 millones en 2006 a tan solo 484 millones en 2014. El impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana (plusval¨ªas) tambi¨¦n sufri¨® un fuerte descalabro. Pero en los dos ¨²ltimos a?os se ha recuperado por las subidas que han aplicado las corporaciones locales y una ligera reactivaci¨®n del sector inmobiliario. En 2014, su recaudaci¨®n aument¨® un 22,5%. La diferencia entre el IBI y estos dos tributos es que el primero grava la posesi¨®n y los otros, las transacciones.

Incluso en 2009, cuando la econom¨ªa espa?ola estaba ahogada en lo m¨¢s profundo de la recesi¨®n, los ingresos totales procedentes por este impuesto directo aumentaron un 11,6% pese a que el total de recursos en manos de las administraciones locales se redujeron un 7,1%.

El avance de la ejecuci¨®n presupuestaria de 2015, con datos hasta el tercer trimestre, permite vislumbrar otro aumento de la recaudaci¨®n de este impuesto. Un incremento que llega por una doble v¨ªa: por la actualizaci¨®n del valor catastral de los inmuebles y por la subida del tipo de gravamen. Cerca de la mitad de municipios ha actualizado sus valores catastrales desde 2012, seg¨²n la Direcci¨®n General del Catastro.

El IBI, un impuesto que es ajeno al ciclo econ¨®mico, fue el salvavidas que evit¨® que muchos Ayuntamientos cayeran en bancarrota. Esta mayor estabilidad de los ingresos p¨²blicos ha permitido que las entidades locales sean las ¨²nicas administraciones p¨²blicas que presentan super¨¢vit presupuestario desde 2012, mientras que las comunidades aut¨®nomas, la Administraci¨®n central y la Seguridad Social acumulan n¨²meros rojos durante todo el ciclo.