China: centro de atenci¨®n
Para alcanzar sus objetivos para 2016, el Gobierno del pa¨ªs asi¨¢tico tiene que equilibrar estabilidad financiera con reformas estructurales
El 2016 tuvo un comienzo agitado en China. La bolsa volvi¨® a sufrir p¨¦rdidas de casi el 15% en la primera semana tras su reapertura, un reflejo de lo que ya pas¨® en agosto del a?o pasado. Pero a diferencia de entonces, los factores que han desencadenado este segundo episodio de volatilidad tienen que ver m¨¢s con cuestiones t¨¦cnicas que con otro tipo de motivos econ¨®micos. Lo m¨¢s probable es que esta vez el causante fuese un dise?o defectuoso del ?cortocircuito? de China, un mecanismo ideado para frenar la volatilidad en los mercados de valores y que se introdujo a principios de este a?o.
El cortocircuito fue concebido para que la cotizaci¨®n en bolsa se suspendiese 15 minutos en caso de que el selectivo CSI 300 fluctuase un ¡À5 %, y todo el d¨ªa en caso que dicha fluctuaci¨®n alcanzase un ¡À7 % tras un periodo inicial de ?enfriamiento?. El 4 de enero, el selectivo cay¨® un 7 % en un solo d¨ªa, provocando el cierre de la bolsa. Del mismo modo, el CSI 300 cay¨® otro 7 %, en tan solo 15 minutos tras la apertura de la bolsa el 7 de enero, paralizando la operativa de nuevo y presionando a las autoridades a revocar el mecanismo.
El ¨²ltimo episodio de volatilidad de valores chinos tambi¨¦n ha tenido repercusiones sobre los mercados de divisas. Por ejemplo, el yuan se devalu¨® hasta alcanzar 6,60 CNY/USD en el mercado dom¨¦stico, el nivel m¨¢s bajo desde noviembre de 2010. Mientras, el valor de la moneda en el mercado exterior ¡ªdonde recibe el nombre de CNH¡ª alcanz¨® un m¨ªnimo hist¨®rico de 6,69 CNH/USD. Se espera que el tipo de cambio se siga depreciando de manera gradual, hasta alcanzar los 6,95 CNY/USD a finales de a?o.
Dicho esto, la situaci¨®n dram¨¢tica que estamos observando en los mercados pone de manifiesto los riesgos crecientes en el sector financiero chino, los cuales podr¨ªan convertirse en un problema serio para el pa¨ªs a medida que su econom¨ªa se ralentiza. Adem¨¢s de una excesiva volatilidad de los mercados de valores y de divisas, otros segmentos tambi¨¦n resultan vulnerables, como los de bonos corporativos, donde el exceso de capacidad puede elevar el riesgo de impagos, o el sector bancario en la sombra, donde existen riesgos de cr¨¦dito, liquidez y desfase de vencimientos.
Las autoridades chinas parecen ser plenamente conscientes de estos desaf¨ªos y han empezado a implementar, aunque sea a trompicones, medidas preventivas. Por ejemplo, el banco central inaugur¨® hace poco un nuevo sistema de valoraci¨®n macroprudencial, para abordar riesgos que, en esencia, le asigna el rol de regulador ¨²nico. Adem¨¢s, la intervenci¨®n a gran escala de las autoridades chinas en el mercado de divisas exterior, para minimizar la diferencia entre el valor del CNY y el CNH, en combinaci¨®n con un super¨¢vit comercial mejor de lo esperado; han conseguido aminorar la presi¨®n depreciatoria sobre la moneda y, por consiguiente, frenar la salida de capitales hasta cierto punto.
En conclusi¨®n, para alcanzar los objetivos de crecimiento establecidos para 2016 y tener ¨¦xito en el rebalanceo de la econom¨ªa china, las autoridades tienen que lograr un equilibrio entre el mantenimiento de la estabilidad financiera y el avance de las reformas estructurales. Teniendo en cuenta las repercusiones que la volatilidad china est¨¢ teniendo sobre los mercados internacionales, no es de extra?ar que este delicado juego de equilibrismo sea el centro de todas las miradas en 2016.
Le Xia y Carlos Casanova son economistas de la Unidad de Asia de BBVA Research.
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