Cinco pasos para sobrevivir a la guerra de comisiones bancarias
A¨²n hay margen para que la banca siga incrementando su partida de comisiones en 2016
Trabajar con un banco supone ventajas, pero tambi¨¦n costes. Aprender a usar los productos y servicios bancarios supone un ahorro muy importante. Las comisiones son el peaje m¨¢s visible, si bien no son la principal fuente de ingresos de los bancos espa?oles. Seg¨²n el BBVA Research generan el 23% de los ingresos de explotaci¨®n, mientras que el margen de intereses ¡ªde cr¨¦ditos, pr¨¦stamos hipotecarios y otros productos de financiaci¨®n menos la remuneraci¨®n de las cuentas y dep¨®sitos¡ª supone el 65%.
Si lo comparamos con nuestros vecinos europeos, pagamos porcentualmente menos comisiones que los clientes del Reino Unido (26%), Alemania (27%), Francia o Italia (33%). Los irlandeses son los que menos comisiones pagan a sus bancos, un 15% de los ingresos de sus entidades. Podr¨ªamos decir que, a pesar de que ¡°sentimos¡± pagar m¨¢s comisiones, no estamos entre los pa¨ªses m¨¢s caros en esta materia. La sensaci¨®n de cliente espa?ol probablemente tenga que ver con el incremento constante en los ¨²ltimos a?os, pagando por servicios que antes no sufragaba. La mala noticia estriba en que a¨²n hay margen para que los bancos sigan incrementando su partida de comisiones este 2016.
?Por qu¨¦ suben las comisiones?
Con unos tipos en m¨ªnimos, que suponen intereses por los pr¨¦stamos hipotecarios nunca vistos, la fuente principal de ingresos bancarios no remonta el vuelo. Si se suman los impagos de los cr¨¦ditos actuales, que pese a haber tocado fondo siguen estando presentes en los balances en forma de provisiones, la dificultad para rentabilizar el negocio aumenta. La v¨ªa m¨¢s r¨¢pida para mejorar la cuenta de resultados de las entidades es incrementar las comisiones.
Si el mercado bancario fuera de competencia perfecta, los bancos no podr¨ªan trasladar este incremento de costes sin perder clientes; sin embargo, se parece m¨¢s a un oligopolio ¡ªpocas empresas que son capaces de influir en el precio¡ª con informaci¨®n asim¨¦trica ¡ªlos clientes no tienen toda la informaci¨®n ni la cultura financiera necesaria para negociar¡ª. Este desfavorable escenario es a¨²n m¨¢s perjudicial para los clientes por la existencia de importantes barreras de salida: cuando el consumidor quiere trabajar con otra entidad, se enfrenta a dificultades administrativas que suponen tiempo y dinero, adem¨¢s de perder el poder de negociaci¨®n crediticia que da su historial de pagos. El nuevo banco no nos conoce.
Las claves para pagar menos comisiones
En la guerra por evitar comisiones, el enemigo es muy poderoso. El cliente debe adoptar t¨¢cticas guerreras m¨¢s cercanas a la lucha de guerrilla o a la guerra rel¨¢mpago que al enfrentamiento frontal. Si es tu primera batalla, por ser joven y querer abrir tu primera cuenta corriente, o por ser un veterano que no estaba acostumbrado al ardor guerrero en banca, una primera reflexi¨®n: el banco es una empresa que ofrece bienes y servicios. Debemos elegirlo en base a los mismos criterios que cuando compramos un m¨®vil, con una diferencia sustancial: las relaciones a largo plazo con los bancos son tan o m¨¢s importantes que el precio puntual de un producto o servicio. Valoremos su solvencia, su ¨¦tica en los negocios, su labor social y el trato al cliente de ayer y hoy.
La mejor forma de pagar menos es elegir un banco que cobre pocas comisiones de forma generalizada y consistente en el tiempo. As¨ª que cada batalla requiere t¨¢cticas que maximicen las probabilidades de vencer. En materia de comisiones, existen algunas pautas de ¨¦xito.
1.?Identifica?qu¨¦ productos y servicios tienes contratados y su coste.?Las comisiones de administraci¨®n o mantenimiento de cuenta corriente son f¨¢ciles de identificar, pero hay otras menos evidentes, como la comisi¨®n por ingreso de cheques, por transferencias o cuando nos quedamos en n¨²meros rojos. En materia hipotecaria, busquemos financiaci¨®n sin comisi¨®n de apertura, pero fij¨¦monos tambi¨¦n en la compensaci¨®n por desistimiento o la compensaci¨®n por riesgo de tipo de inter¨¦s ¡ªsi optamos por una hipoteca a tipo fijo¡ª. En fondos de inversi¨®n o planes de pensiones, las comisiones por suscripci¨®n o reembolso son las m¨¢s relevantes; las comisiones de gesti¨®n y dep¨®sito se restan de la rentabilidad que nos ofrecen, por lo cual cabe analizar el rendimiento final obtenido m¨¢s que estas comisiones en s¨ª.
2. Cancela los productos que no usas.?Hecho este inventario, toca cancelar productos que no usamos y agrupar la operativa si procede ¡ªpor ejemplo si tenemos varias cuentas en un mismo banco¡ª. Si bien es necesario contar con una tarjeta de d¨¦bito para sacar dinero del cajero, hay que tener muy claro en qu¨¦ cajeros podemos sacar efectivo y si hay una cantidad m¨ªnima para que no nos cobren al retirar. Las de cr¨¦dito, en cambio, no tiene sentido tenerlas si no las usamos; en caso de querer un dinero inmediato para alguna urgencia o necesidad, valorar si es mejor tener una tarjeta de una entidad que no obliga a abrir cuenta sin coste de mantenimiento ¡ªlas tarjetas sin cambiar de banco¡ª.
3. Negocia con tu banco. Cuando no quedan ramas que ¡°podar¡±, llega el momento de la negociaci¨®n, la declaraci¨®n de guerra al banco. Acordar una cita en la oficina va a ser imprescindible. Preparemos los argumentos en que apoyar nuestra pretensi¨®n de que nos quiten o reduzcan las comisiones, con un listado del negocio que aportamos al banco, familiares, amigos o empleados que tienen cuenta con la entidad por nuestra recomendaci¨®n y cualquier otra cuesti¨®n que nos respalde. La negociaci¨®n ha de ser decidida pero calmada; pensemos que hay comisiones que no dependen de la oficina sino de instancias superiores.
4. Analiza la oferta de la competencia. Como preparaci¨®n a la reuni¨®n con el banco, trabajo previo que adem¨¢s nos ser¨¢ de utilidad si consideramos que ha llegado el momento de partir, hay que analizar las comisiones que cobran los dem¨¢s bancos por los mismos productos que tenemos contratados. Lo m¨ªnimo para un banco competitivo es ofrecer una cuenta que a cambio de domiciliar la n¨®mina, pensi¨®n o ingresos de aut¨®nomos no tenga comisiones de servicios, adem¨¢s de tarjetas sin coste de mantenimiento. Tambi¨¦n revisar hasta qu¨¦ punto son competitivos sus cr¨¦ditos y pr¨¦stamos, productos de ahorro y dem¨¢s oferta bancaria.
5. Busca un aliado. Si tras aplicar con decisi¨®n y perseverancia los pasos anteriores resulta que el banco sigue firme en su pol¨ªtica de comisiones y no se aviene a nuestras exigencias, toca retirarse del campo de batalla. Cambiar de banco y buscar, en lugar de un adversario, un aliado.
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