Pach¨¢ conquista la noche asi¨¢tica
El grupo de ocio nocturno desembarca en Macao y planea abrir restaurantes, hoteles y discotecas en todo el mundo
Urgell, que en alguna ocasi¨®n se ha definido como ¡°el discotequero m¨¢s antiguo del mundo¡±, fue colocando pelda?os al ser capaz de estar all¨ª donde m¨¢s se llenaba la pista de baile. Abri¨® en Sitges en los sesenta, cuando la costa catalana estaba de moda; en los setenta en Ibiza, convertida en el para¨ªso de la cultura hippy, y en los ochenta se uni¨® a la Movida al adquirir el teatro Barcel¨® de Madrid. ¡°La historia del grupo ha ido en paralelo a la de Espa?a¡±, expone Marco Frisina, directivo de Pach¨¢.
Pero el epicentro de Pach¨¢ siempre fue Ibiza. ¡°El origen del ¨¦xito est¨¢ en haber abierto en la isla. Que en la Espa?a de Franco hubiera un fen¨®meno como el hippy?en Ibiza fue formidable. All¨ª viv¨ªa, e incluso se escond¨ªa, gente extranjera, cosmopolita, educada en las mejores universidades y que se pod¨ªa permitir no trabajar¡±, explica Carlos Martorell, uno de los m¨¢s conocidos relaciones p¨²blicas, que se encarg¨® de la inauguraci¨®n de la discoteca en 1973 y que hoy sigue organiz¨¢ndole fiestas.
Los inicios en Ibiza tambi¨¦n fueron los de una discoteca en una casa de pay¨¦s con jard¨ªn. Pero en las dos d¨¦cadas siguientes cambi¨® todo. La isla se rindi¨® al turismo de masas y los peque?os locales dejaron paso a las macrodiscotecas. Los djs se convirtieron en aut¨¦nticas estrellas de rock, que se anunciaban en grandes carteles. La isla, en definitiva, se convert¨ªa en el templo mundial de la m¨²sica electr¨®nica. ¡°Ya no importaba la discoteca, sino el dj¡±, lamenta Martorell.
Pach¨¢ se adapt¨® a esa nueva vuelta de tuerca en la noche. Y lo hizo gracias a su marca. ¡°El logo, las dos cerezas con ese rojo tan intenso, tiene un impacto visual enorme¡±, dice. ¡°Es una de las marcas m¨¢s apreciadas y con m¨¢s valor del mercado, lo que le ha permitido ser precursora en el campo de la mercadotecnia¡±, coincide Javier de las Muelas, empresario y due?o de Dry Martini. El propio Urgell explicaba en una entrevista en el Diario de Ibiza que hab¨ªa recibido ofertas de grupos chinos, indios o norteamericanos por ese logo. ¡°Quieren comprar las cerezas y la marca para vender otros productos¡±, explicaba.
Consciente de que en sus manos ten¨ªa una suerte de manzana de Apple, el grupo empez¨® en los noventa la expansi¨®n del negocio. La noche de muchas ciudades quer¨ªa su Pach¨¢. Pero la historia no siempre terminaba bien. Fuentes del sector cuentan que con ese crecimiento la compa?¨ªa descuid¨® la calidad de algunos de los establecimientos franquiciados. A finales de la d¨¦cada pasada, el grupo tuvo que retirar la franquicia de algunas discotecas emblem¨¢ticas que consideraba que incumpl¨ªan los est¨¢ndares de calidad. Fue el caso de Madrid, Valencia y Bucarest. Tambi¨¦n de Barcelona, donde hoy est¨¢ de nuevo con otros socios.
Hoy el grupo dice haber resuelto ese peligro. Las discotecas cuentan con un gestor que se preocupa por el dise?o, la arquitectura, el marketing o la direcci¨®n art¨ªstica. ¡°La experiencia de marca debe ser la misma en cualquier parte del mundo, pero adaptada a la cultura local¡±, se?alan en el grupo. Pero quieren ir m¨¢s all¨¢. Hoy el 44% de sus ingresos ¡ª65,5 millones de euros, seg¨²n el Registro Mercantil¡ª procede de las ventas en discotecas, pero el 21,5% ya proviene de los caf¨¦s y restaurantes y otro 10%, del negocio hotelero.
El plan de expansi¨®n fijado para el periodo 2015-2025 mira hacia ah¨ª. La compa?¨ªa se propone abrir 25 hoteles, 50 restaurantes y diez discotecas. Adem¨¢s de Asia, tambi¨¦n mira hacia Europa (Reino Unido, Francia o Italia), Am¨¦rica Latina (Colombia o M¨¦xico), Sur¨¢frica o Estados Unidos, donde pronto cerrar¨¢ su discoteca de Nueva York. De momento, compensar¨¢ esa baja con la pista de baile de m¨¢s de 90 metros cuadrados en Macao.
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