Pach¨¢, el icono del ocio nocturno
La casa de las dos cerezas se ha mantenido dentro en los confines de la moda durante casi 40 a?os. La suya tal vez sea la verdadera primera marca Espa?a. Un documental rememora su leyenda
Dos minutos despu¨¦s de colgar el tel¨¦fono, tras una conversaci¨®n de casi tres cuartos de hora durante la cual ha sugerido cierta correlaci¨®n entre la situaci¨®n actual de Pach¨¢ Sitges con el auge del soberanismo catal¨¢n, se ha arrepentido de no haber actuado como un g¨¢nster y ha insistido en m¨¢s de una ocasi¨®n en que es por la noche cuando se conoce la verdadera naturaleza del ser humano, Ricardo Urgell, 75 a?os, fundador del grupo Pach¨¢, vuelve a llamar. ¡°Mira, es que le he ido a dar al bot¨®n del play para grabar la conversaci¨®n y, no s¨¦, no se ha grabado nada¡±, informa. ¡°?Podr¨ªas t¨² mandarme lo que has grabado?¡±. Le informamos de que hemos apuntado. Se hace un silencio. ¡°?Sabes lo que pasa?¡±, vuelve Ricardo. ¡°Es que mis hijos no se f¨ªan mucho de lo que pueda decir en las entrevistas, opinan que a veces hablo de m¨¢s. Y nada, quer¨ªa que escucharan la conversaci¨®n¡±.
En las v¨ªsperas del estreno del documental Pach¨¢, el arquitecto de la noche, producido por Shine Iberia (Masterchef) y que se estrenar¨¢ el pr¨®ximo 25 de mayo en el madrile?o Cine Capitol para ser posteriormente emitido por Canal +, Ricardo ha vuelto a enfrentarse a los medios. A su manera, claro. Mientras el documental es un interesante, vibrante y plagado de hilarantes an¨¦cdotas repaso por una trayectoria vital y profesional que arranc¨® en Sitges en 1967 y que ha llevado a la casa de las dos cerezas a convertirse en tal vez el icono de ocio nocturno m¨¢s global y respetado delplaneta, el discurso del fundador se aleja de todos los t¨®picos asociados al empresario de ¨¦xito. Invent¨® la juerga tal y como la conocemos y se ha mantenido dentro o, al menos, en los confines de la moda durante casi 40 a?os, sin aparentemente hacer ning¨²n esfuerzo por seguir tendencia alguna.
La suya tal vez sea la verdadera primera marca Espa?a de alcance planetario y ¨¦l es mucho m¨¢s Balenciaga que Amancio Ortega. ¡°Mira, te sugiero que, cuando acabemos de hablar, les recomiendes a tus jefes que cambien el nombre del diario. En vez de EL PA?S deber¨ªa llamarse Espa?a Pandereta. Y si no quieren, montamos uno juntos. La verdad, no s¨¦ d¨®nde acabaremos. Los que gestionan todo esto no tienen ni idea. No he votado nunca. A ver, ?por qu¨¦ voy yo a votar por un se?or a que no conozco de nada?¡±, comenta Urgell quien cuenta con 20 discotecas repartidas por 13 pa¨ªses (¡°tener franquicias de Pach¨¢ es complicad¨ªsimo. Si fu¨¦ramos McDonald¡¯s ser¨ªa mucho m¨¢s f¨¢cil¡±), un hotel, cuatro restaurantes, un barco, un sello discogr¨¢fico e incluso una marca de moda. En los pr¨®ximos a?os espera alcanzar la cifra de 25 hoteles y 65 locales de ocio, entre restaurantes y clubs. Solo un monstruo de estas caracter¨ªsticas podr¨ªa en 2013, cuando Las Vegas empezaba a discutirle a Ibiza el trono como capital mundial de la electr¨®nica de baile, decidir que no iba a pagar los sueldos astron¨®micos que dj¡¯s estrella como Ti?sto o Swedish House Mafia reclamaban (alrededor de 100.000 euros por noche). ¡°La m¨²sica electr¨®nica no ha evolucionado en 20 a?os y se ha convertido en algo para idiotas¡±, declaraba entonces a The New York Times, Piti Urgell, hermano menor de Ricardo. La locuacidad es, en este clan, gen¨¦tica.
?¡°Me arrepiento de mucho de lo que he hecho y de lo que no, pero, sobre todo, me arrepiento de no haber sido m¨¢s hijo de puta¡±, informa Ricardo. ¡°He sido muy light, muy limpio. Y en este mundo hay que ser muy sucio¡±. Confirmando esto, el empresario se apresura a pedir disculpas por su performance en el documental. ¡°Es que s¨¦ que se me va a venir a quejar mucha gente. Todos a los que no he podido nombrar, porque no hab¨ªa tiempo o, simplemente, porque se me pas¨®. Ya ver¨¢s, se estrenar¨¢ el documental y empezar¨¢n a llamar para decirme: ¡®?Ricardo, no has hablado de m¨ª!¡±. Le sabe mal esto a Urgell, porque si por algo se ha hecho famosa la marca Pach¨¢ no es solo por ser polo de atracci¨®n de celebridades de todo pelaje ¨Cno debe existir personaje que haya sido portada de revista del coraz¨®n que no haya pasado una noche en alguna de estas discotecas- , sino por la forma en que les ha tratado. Y en esto, claro, tiene mucho que ver el car¨¢cter de Ricardo. ¡°Para m¨ª, todos son iguales. Ricos, pobres. A todo el mundo se le trata igual y se tarta de darles libertad, dentro de una norma y, mira, si algo sobra ahora son normas. ?Si hasta parece que van a aprobar una para prohibir que la gente folle en las discotecas! No me malinterpretes, pero en la ¨¦poca de Franco nadie nos hac¨ªa caso y todo era m¨¢s libre. Hoy todo lo que puedes hacer con tu negocio depende de si eres amigo de alg¨²n pol¨ªtico importante. Yo no lo soy de ninguno¡±.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.