La Transici¨®n tambi¨¦n fue esto
Primer trimestre de 1976, hace exactamente 40 a?os: Madrid es sacudido por un movimiento huelgu¨ªstico sin precedentes, que pronto se extender¨¢ al resto del pa¨ªs. Apenas hace tres meses que Franco ha muerto. Primero se inicia en Getafe, contin¨²a en el metal (Standard), luego en la construcci¨®n, la banca, artes gr¨¢ficas, seguros, grandes empresas p¨²blicas del transporte y las comunicaciones, etc¨¦tera. Renfe, Telef¨®nica, Correos y el Metro fueron militarizadas. ¡°Parec¨ªa que la recurrente met¨¢fora de la llegada de la huelga general se hab¨ªa hecho realidad. Es decir, sin convocarla a fecha fija, los paros se extendieron como una gran mancha de aceite hasta generalizarse¡± (El esp¨ªritu del 76: Madrid en huelga, Jos¨¦ Babiano, director del ?rea de Historia, Archivo y Biblioteca de la Fundaci¨®n Primero de Mayo).
Los conflictos se sustentan en una base econ¨®mica (subidas salariales, condiciones de empleo, horarios de trabajo, derechos sindicales,...) pero tambi¨¦n pol¨ªtica. En ese momento, la lucha obrera y la presi¨®n sindical tienen un significado esencialmente pol¨ªtico: desde hace unos a?os los desarrollistas ansiaban un modelo an¨®malo: una econom¨ªa de mercado (con todas las imperfecciones e intervenciones p¨²blicas) sin democracia. Las movilizaciones acaban con cualquier intento de partido ¨²nico. Como en el Chile de Pinochet.
El contexto econ¨®mico era el de la primera crisis del petr¨®leo. En 1973, la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo, entonces dominada casi ¨ªntegramente por los ¨¢rabes (que est¨¢n en guerra con Israel) orden¨® un embargo parcial de sus suministros de crudo y, como consecuencia, el precio de esta materia prima se multiplic¨® por cuatro. Ese a?o, los precios del petr¨®leo tienen tres tasas distintas: a principios del ejercicio el barril cuesta 1,63 d¨®lares; unos meses despu¨¦s, 3,45 d¨®lares; y finaliza el a?o a 9,31 d¨®lares. En enero de 1974 el barril est¨¢ a 14 d¨®lares. Los efectos de esta crisis (estanflaci¨®n: estancamiento con inflaci¨®n) se visibilizan con dureza en la vida cotidiana de los ciudadanos y las empresas: disminuci¨®n del ritmo de crecimiento, paro, inflaci¨®n, descenso de los beneficios, etc¨¦tera.
Se cumplen 40 a?os del movimiento de huelga m¨¢s importante de la democracia
Mientras hac¨ªa casi dos a?os que los pa¨ªses de nuestro entorno geogr¨¢fico hab¨ªan comenzado a apretarse el cintur¨®n para dome?ar la crisis, los ¨²ltimos Gobiernos de Franco no hab¨ªan tenido ni la fortaleza pol¨ªtica ni la visi¨®n econ¨®mica necesarias para sacar a la ciudadan¨ªa de las dificultades. Las primeras medidas de ajuste se toman cuando llega a la vicepresidencia econ¨®mica Juan Miguel Villar Mir (hoy presidente de OHL), en diciembre de 1975, pero se topa con la fortaleza del movimiento sindical (reprimido por un responsable de Interior llamado Manuel Fraga Iribarne, el de ¡°la calle es m¨ªa¡±). Se atisbaba en Espa?a la misma pesadilla que en otros momentos del pasado inmediato: un cambio de R¨¦gimen inmerso en una grave crisis econ¨®mica (la Segunda Rep¨²blica llega en medio de la Gran Depresi¨®n).
En aquel tiempo, cuando se iniciaba la Transici¨®n pol¨ªtica de una dictadura a una democracia, de una sociedad cerrada a una sociedad abierta, las movilizaciones forman parte indisoluble de aquella. Como se recuerda en el libro de Javier Pradera La Transici¨®n espa?ola y la democracia (Fondo de Cultura Econ¨®mica) la Transici¨®n fue un pacto entre desiguales ¡ªcomo todas lo han sido¡ª, como lo ser¨ªa hoy mismo (las correlaciones de fuerza siempre son m¨®viles), pero su naturaleza no fue la de cambiar todo para que todo siguiese igual, como dicen algunos de los que hoy la critican desde los beneficios obtenidos en aquel tiempo y con aquellas luchas. La Transici¨®n no fue solo ni principalmente un di¨¢logo por arriba con cesiones mutuas.
Un a?o despu¨¦s de aquellas movilizaciones, la extrema derecha cometi¨® el atentado contra el despacho de los abogados laboralistas de Atocha (La matanza de Atocha, Jorge M. Reverte e Isabel Mart¨ªnez Reverte, La Esfera de los Libros). Buscaban acabar con otra huelga, la del transporte, y debilitar los movimientos vecinales, extraordinariamente din¨¢micos. No olvidar.
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