El Deutsche Bank ahonda las dudas sobre el sector financiero alem¨¢n
El primer banco germano ha perdido un 85% de cotizaci¨®n en la ¨²ltima d¨¦cada
El sector financiero alem¨¢n vuelve a estar en apuros. En esta ocasi¨®n no se trata de la segunda entidad del pa¨ªs, el Commerzbank, que en la crisis de 2008 requiri¨® un rescate p¨²blico y el a?o pasado pag¨® a EE UU una multa de 1.400 millones de euros por actividades il¨ªcitas. La tormenta afecta ahora al n¨²mero uno. El Deutsche Bank ve c¨®mo su valor en Bolsa se desploma, su prestigio se tambalea y su presidente se ve obligado a explicar lo que parecer¨ªa obvio: que puede pagar sus deudas.
Cronolog¨ªa de una crisis
- 7 de junio de 2015. J¨¹rgen Fitschen y Anshu Jain, los dos copresidentes del Deutsche Bank, anuncian su retirada anticipada, lastrados por los esc¨¢ndalos del banco y por unos resultados peores de los esperados. Les sustituye
como hombre fuerte el brit¨¢nico John Cryan. - 29 de octubre de 2015. El Deutsche anuncia la mayor reestructuraci¨®n de su historia en la posguerra: reducci¨®n de plantilla en 35.000 personas en dos a?os; suspensi¨®n del dividendo en 2105 y 2016; y abandono de 10 pa¨ªses, entre ellos M¨¦xico, Argentina y Chile.
- 20 de enero de 2016. El banco anuncia para 2015 unas p¨¦rdidas de 6.700 millones de euros, una cifra que se explica por las provisiones ante diversos litigios, estimadas en unos 1.200 millones, y por la reestructuraci¨®n en la banca minorista y de inversi¨®n, de 800 millones.
- 8 de febrero de 2016. "Nuestra posici¨®n actual de riesgo y capital es robusta y nos permite hacer frente a nuestras obligaciones desde una posici¨®n de fuerza", se ve obligado a anunciar el banco.
Los problemas del Deutsche Bank no son nuevos. En realidad, el banco que financi¨® el milagro alem¨¢n de posguerra pr¨¢cticamente no ha salido del hoyo desde los d¨ªas de la crisis financiera, cuando el entonces presidente de la entidad, Josef Ackermann, celebraba su cumplea?os en las oficinas de la canciller Angela Merkel, con comida y bebida pagada por el Erario p¨²blico. Era la ¨¦poca en la que Ackermann dec¨ªa oponerse a ¡°cualquier negocio que ponga en juego la credibilidad y el prestigio¡± del banco. En 2007, la acci¨®n del banco superaba los 100 euros. Ahora, casi una d¨¦cada y una infinidad de esc¨¢ndalos despu¨¦s, pelea por mantenerse en los 15.
¡°Simplemente, tenemos que hacer las cosas mejor¡±, dijo el brit¨¢nico John Cryan el a?o pasado tras hacerse cargo de la entidad. El problema es que, pasados los meses, estas palabras recuerdan al ¡°cambio cultural¡± que anunciaron los anteriores hombres fuertes del Deutsche, Anshu Jain y J¨¹rgen Fitschen, que quedaron en nada. Los dos ejecutivos llegaron a la sala de mandos de un banco debilitado por los esc¨¢ndalos y el salto a la banca de inversi¨®n que result¨® un desastre. Pero las cosas no mejoraron con el duo Jain-Fitschen, que tuvieron, entre otros problemas, que pagar 2.250 millones de euros por una manipulaci¨®n continuada de los principales indicadores hipotecarios. El antes orgulloso banco emblema del capitalismo renano se ha dejado en litigios en los ¨²ltimos cuatro a?os 12.700 millones de euros.
¡°Las mejoras que anunci¨® la anterior direcci¨®n nunca se produjeron. Cryan ahora se ha comprometido a sacar toda la basura de debajo de las alfombras. Pero se enfrenta no solo a una dura reestructuraci¨®n, sino tambi¨¦n a un escenario de bajo tipos de inter¨¦s y de dudas sobre la marcha de la econom¨ªa que afectan a todo el sector¡±, asegura Dorothea Sch?fer, experta en finanzas del Instituto de Investigaci¨®n Econ¨®mica DIW.
Ya hace tiempo que los inversores estaban intranquilos por la marcha de la entidad. Unas p¨¦rdidas en 2015 de 6.700 millones de euros ¡ªlas mayores en la historia del banco¡ª, la supresi¨®n del dividendo durante dos a?os y el duro plan de reestructuraci¨®n que tiene por delante no eran la mejor carta de presentaci¨®n. Pero el desplome burs¨¢til de la semana pasada vino tras las dudas sobre su capacidad para hacer frente a los denominados CoCos (bonos convertibles en acciones) o el tama?o de su cartera de derivados. Este p¨¢nico fue atajado temporalmente el viernes, gracias a una operaci¨®n de autocompra de deuda. Pero los problemas contin¨²an. ¡°El Deutsche Bank sufre por su bajo nivel de capitalizaci¨®n. Un tipo de deuda de baja calidad como los Cocos es adem¨¢s poco adecuada para reforzar la confianza de los inversores¡±, se?ala Isabel Schnable, profesora de la Universidad de Bonn y asesora del Gobierno.
Los golpes burs¨¢tiles no afectan solo al Deutsche Bank. La acci¨®n del Commerzbank cotiza en torno a los siete euros, algo m¨¢s de la mitad que hace un a?o. Adem¨¢s, desde el a?o negro que fue 2008, la segunda entidad del pa¨ªs solo hab¨ªa dado malas noticias a sus accionistas, con necesidades continuas de incrementar capital y dividendos que no llegaban. Sin embargo, el Commerz sorprendi¨® la semana pasada al anunciar que por primera vez en cinco a?os hab¨ªa sobrepasado en 2015 la barrera de los mil millones de beneficio. Con estos resultados, el Commerzbank traspasaba al Deutsche el dudoso honor de ser el banco que m¨¢s preocupaciones despiertan en el pa¨ªs.
La profesora Schnable destaca que las dificultades actuales no son exclusivas de los bancos alemanes. ¡°Grandes entidades de Italia, Francia o Espa?a muestran situaciones muy parecidas. Juntos a los riesgos por la d¨¦bil coyuntura mundial y a los bajos precios del petr¨®leo, se notan los efectos de los bajos tipos de inter¨¦s, que merman la rentabilidad de los bancos y cuestiona su modelo de negocio¡±, a?aden. Es cierto, pero tambi¨¦n lo es que la semana pasada se hizo evidente la preocupaci¨®n del Gobierno por las dificultades que atraviesa la mayor entidad del pa¨ªs. Porque si el Deutsche Bank tiene problemas, Alemania tambi¨¦n los tiene.
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