El BCE se enzarza con Alemania por el nuevo paquete de est¨ªmulo
El vicepresidente V¨ªtor Constancio dice que su intervenci¨®n ha salvado a la eurozona de una "deflaci¨®n permanente"
Berl¨ªn contra Fr¨¢ncfort. Las patronales, los think tanks y la prensa alemana se lanzaron ayer a la yugular de Mario Draghi por el nuevo paquete de est¨ªmulo del Banco Central Europeo (BCE) para combatir la anemia de la eurozona. El establishment germano defiende con u?as y dientes a sus ahorradores, y critica unas medidas m¨¢s acordes con el estancamiento secular de Europa que con el ciclo econ¨®mico de Alemania, que est¨¢ disfrutando de una crisis estupenda. El BCE sali¨® a defenderse en un movimiento inhabitual y de una rotundidad infrecuente para los usos de Fr¨¢ncfort. El vicepresidente Vitor Constancio sali¨® con un alegato a favor del activismo del Eurobanco, y volvi¨® a reclamar una expansi¨®n fiscal que apoye la pol¨ªtica monetaria. ¡°Hemos evitado una deflaci¨®n¡±, dijo.
Draghi respir¨® ayer tranquilo. Los mercados le estropearon su gran d¨ªa el jueves, con una sorprendente reacci¨®n a la baja despu¨¦s de una primera sacudida esperanzadora: ven¨ªan a recordar que el banco central no es todopoderoso, ven¨ªan a decir que puede que haya perdido su magia. Con unas horas de retraso que causaron pavor en Fr¨¢ncfort, los inversores digirieron por fin ayer el alud de medidas expansivas y cerraron con fuertes alzas en las Bolsas, los bonos, las divisas, el petr¨®leo, pr¨¢cticamente todo lo que cotiza. Pero Draghi tiene m¨¢s frentes abiertos: las patronales, los laboratorios de ideas y la prensa alemana, liberal o socialdem¨®crata, popular o prestigiosa, tomaron el relevo con un ataque furibundo al paquete de medidas para sacar a la econom¨ªa europea del mar de los sargazos del estancamiento y del riesgo de deflaci¨®n.
El Bundesbank (el banco central alem¨¢n) ya avis¨® en la reuni¨®n del consejo: sigue en contra de cualquier cosa que se parezca a un est¨ªmulo. El gobernador Jens Weidmann se expres¨® con claridad contra la nueva ronda de compra de bonos, tipos negativos y liquidez gratis a la banca. Lo que vino despu¨¦s fue la matraca habitual en Alemania despu¨¦s del m¨¢s m¨ªnimo movimiento en Fr¨¢ncfort. El IFO carg¨® con la dureza que acostumbra: desde ese influyente think tank, Hans-Werner Sinn acus¨® al BCE de ¡°tratar de salvar bancos zombis y Estados al borde de la quiebra¡±. Las medidas son una buena noticia para los pa¨ªses morosos del Sur, vienen a decir los empresarios. ¡°Pero para los alemanes son una cat¨¢strofe. Los ahorradores ser¨¢n expropiados mediante una redistribuci¨®n gigantesca del norte hacia el sur de Europa¡±, se?al¨® Anton B?rner, presidente de la patronal BGA.
Constancio sali¨® al hilo de esas cr¨ªticas, pero tambi¨¦n del escepticismo que se ha instalado entre parte de los analistas sobre la efectividad de la pol¨ªtica monetaria en medio de un estancamiento que va para largo, con un empacho de deuda y con una pol¨ªtica fiscal que no termina de aparecer y que dificulta que la catarata de liquidez pase de los mercados a la econom¨ªa real. ¡°?Qu¨¦ hubiera ocurrido sin esta pol¨ªtica monetaria?¡±, se pregunt¨®. La eurozona ¡°estar¨ªa en deflaci¨®n desde el a?o pasado¡±, dijo. ¡°?Si no aplicamos pol¨ªtica monetaria, qu¨¦ hacemos entonces? Los pa¨ªses que pueden usar la pol¨ªtica fiscal no van a hacerlo. Y los que van a hacerlo no deber¨ªan¡±, se quej¨®.
Ese sigue siendo el nudo gordiano de la eurozona en el octavo a?o de la Gran Crisis. ¡°Las discusiones sobre pol¨ªtica monetaria suelen sonar a teolog¨ªa con un ligero toque c¨®mico¡±, apunta Paul de Grauwe, de la London School, ¡°pero el BCE lleva raz¨®n. Quiz¨¢ sus pol¨ªticas no sean ya muy efectivas, pero eso es porque la pol¨ªtica fiscal no aparece: Bruselas sigue de perfil; Berl¨ªn solo usa el presupuesto obligada por los refugiados. Alemania se queja del BCE, pero si hiciera lo que debe, con menos empacho de ideolog¨ªa, a Europa le ir¨ªa mucho mejor¡±.
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