Las empresas aceleran ajustes de empleo por miedo a cambios en la ley
La incertidumbre pol¨ªtica propicia que las compa?¨ªas anticipen EREs ante la posibilidad de que un nuevo Gobierno modifique las normas laborales
El a?o pasado las regulaciones de empleo se redujeron a la mitad y los procesos cerrados en enero continuaron en descenso. Pero sindicatos y abogados laboralistas perciben que esa realidad ya est¨¢ cambiando. La incertidumbre pol¨ªtica propicia que las empresas anticipen expedientes de regulaci¨®n de empleo (ERE) y otros ajustes, ante la posibilidad de que un nuevo Gobierno cambie la ley laboral. Se suma a la incipiente par¨¢lisis de inversiones y la deslocalizaci¨®n industrial.
¡°A la hora de disponer los expedientes de regulaci¨®n de empleo, las organizaciones empresariales ponen en la balanza de su decisi¨®n el momento pol¨ªtico que atraviesa Espa?a y la posibilidad de que la legislaci¨®n cambie con un nuevo Gobierno¡±, sostiene David D¨ªaz, responsable del ¨¢rea laboral de Baker & McKenzie. El abogado opina que esta es una de las razones que contribuye a que el n¨²mero de despidos se est¨¦ acelerando en el primer trimestre del a?o, un periodo que, por otra parte, es el que suelen elegir las empresas para decisiones estrat¨¦gicas.
Se junta todo. Eso cree Mart¨ªn Godino, socio director de Sagardoy Abogados. Su despacho aprecia un claro incremento de despidos colectivos en la primera parte de 2016. De hecho, actualmente tiene en tramitaci¨®n media docena de ERE que incluyen a cerca de 4.000 trabajadores, lejos de los m¨¢ximos alcanzados en 2012, pero s¨ª un cambio de tendencia.
¡°Hay empresas que no hab¨ªan hecho el ajuste durante la crisis y lo hacen ahora. Otras que, pese a implementar despidos, no han sido suficientes. Y algunas en las que la posibilidad de cambio pol¨ªtico s¨ª puede jugar un papel¡±, aprecia Godino, quien, no obstante, considera que ¡°las compa?¨ªas ven que las perspectivas de recuperaci¨®n de la econom¨ªa son menos espectaculares de lo esperado y que la par¨¢lisis pol¨ªtica ha frenado las inversiones. Las empresas tienen miedo en este contexto de incertidumbre¡±.
En enero la cifra de afectados por despidos colectivos ca¨ªa al m¨ªnimo hist¨®rico para ese mes, con 1.769 personas. Pero dos meses m¨¢s tarde solo sumando tres de los ERE anunciados se roza esa cifra. En febrero Orange present¨® un expediente para 550 de sus empleados. El de Sacyr afecta a entre 350 y 420 trabajadores. Y a primeros de marzo FCC plante¨® la baja de 750.
Los grandes optan por bajas incentivadas
¡°Como consecuencia del enorme da?o que ha provocado el ERE de Coca-Cola en su imagen, algunas de las grandes empresas espa?olas est¨¢n optando por plantear grandes ajustes mediante procesos de bajas voluntarias. Es la respuesta de Telef¨®nica o El Corte Ingl¨¦s¡±, sostiene Mart¨ªn Godino, de Sagardoy Abogados, que alerta de que ¡°vendr¨¢n m¨¢s empresas¡±. A finales de enero la operadora presidida por C¨¦sar Alierta provision¨® 2.900 millones de euros para un plan de bajas incentivadas para hasta 7.000 trabajadores de m¨¢s de 53 a?os. Y un mes despu¨¦s El Corte Ingl¨¦s anunciaba un plan similar para 1.400 empleados mayores de 58 a?os.
¡°Las bajas voluntarias generan menos conflictos e impactan menos en la reputaci¨®n. Las grandes corporaciones se sienten en el ojo del hurac¨¢n y no son libres de hacer lo que quisieran¡±, apoya David D¨ªaz, de Baker & McKenzie.
Lo que se fragua en el sector industrial es m¨¢s preocupante. ¡°Est¨¢n repuntando los ERE por la estrategia de deslocalizaci¨®n que siguen muchas empresas, por la reducci¨®n de costes y porque quieren aprovechar el favorable marco laboral antes de que pueda ser alterado¡±, indica Toni Ferrer, representante de UGT. Ferrer pone sobre la mesa los casos de Altadis, Delphi, Bacard¨ª o R¨ªo Narcea, que piensan cerrar instalaciones de Logro?o (471 empleados); Sant Cugat del Vall¨¦s (540); Mollet del Vall¨¦s (80); y la Mina Aguablanca de Monesterio, en Badajoz, (170).
Y no son los ¨²nicos. El secretario de Acci¨®n Sindical de la Federaci¨®n de Industria y de los Trabajadores Agrarios de UGT, Ram¨®n Ruiz, suma los desmantelamientos de la mina de Encasur en Puertollano (Ciudad Real) o de la planta de ciclo combinado de Elcogas en esa localidad, con 80 empleos cada una; el cierre de Lauki en Valladolid, con 85 trabajadores, o de Bimbo, en Palma de Mallorca, con 36. ¡°Tenemos un problema muy grave con la miner¨ªa por el incumplimiento del Plan del Carb¨®n; el Gobierno no acaba de tomar decisiones de pol¨ªtica energ¨¦tica¡±, denuncia Ruiz.
Manuel Garc¨ªa Salgado, responsable de Pol¨ªtica Sectorial y Empleo de la Federaci¨®n del Metal de UGT, cree que el repunte de los despidos colectivos tiene m¨¢s que ver con la deslocalizaci¨®n que con el impasse pol¨ªtico, ¡°que s¨ª repercute en la ralentizaci¨®n de las inversiones, pero esa par¨¢lisis no se ha trasladado al empleo a¨²n¡±. Y suma a los casos anteriores los cierres de la acer¨ªa de ArcelorMittal en Zum¨¢rraga (Guip¨²zcoa), con 325 empleados, o el desv¨ªo de la producci¨®n hacia Portugal de los grupos de componentes de automoci¨®n Antol¨ªn o Faurecia de Vigo, entre otros.
El secretario general de la Federaci¨®n de Servicios de CC OO, Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªnez, considera que ¡°el movimiento general de repunte de los despidos colectivos unido al ciclo pol¨ªtico se est¨¢ dejando notar sobre todo en la mediana y peque?a empresa¡±. Y David D¨ªaz alerta del goteo de despidos individuales que est¨¢ teniendo lugar, ¡°un desag¨¹e por el que se va mucho empleo¡±.
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