C¨¦sar Alierta, el hombre que consolid¨® Telef¨®nica, deja los mandos

En julio de 2000, C¨¦sar Alierta Izuel (Zaragoza, 5 de mayo de 1945) asum¨ªa la presidencia de Telef¨®nica por mandato del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. La gesti¨®n de Juan Villalonga hab¨ªa generado mucha controversia en el entorno pol¨ªtico y se hab¨ªa convertido en arma arrojadiza contra el Ejecutivo del PP. As¨ª que Alierta, que formaba parte del consejo de administraci¨®n de la empresa y por tanto sab¨ªa de qu¨¦ iba el pa?o, se configur¨® como la soluci¨®n para arreglar el entuerto en el que hab¨ªa metido a la compa?¨ªa (y al Gobierno) durante sus cuatro de gesti¨®n el compa?ero de pupitre de Aznar en el madrile?o Colegio de El Pilar. Alierta, al que el propio Aznar y su ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, hab¨ªan encomendado la presidencia de Tabacalera cuando llegaron al poder en 1996 (¨¦l impuls¨® la fusi¨®n con la francesas Seita para crear Altadis), formaba parte del equipo de agentes de Cambio y Bolsa al que el PP recurri¨® para gestionar empresas p¨²blicas e instituciones. Adem¨¢s, era una persona que hab¨ªa establecido muy buenas relaciones con la oposici¨®n desde mucho antes de entrar en ese selectivo club, como responsable del mercado de capitales del Banco Urquijo (1970-1985) y la presidencia de la agencia de valores Beta Capital, que adquirir¨ªa el pol¨¦mico Javier de la Rosa para KIO.

Aragon¨¦s hasta la m¨¦dula, hijo del exalcalde de Zaragoza del mismo nombre y expresidente del Real Zaragoza, del que es forofo reconocido, se empe?¨® en enderezar la empresa y de que se dejara de hablar de las haza?as de su predecesor (las stocks options con las que enriqueci¨® a la mayor parte de su equipo directivo, los pelotazos burs¨¢tiles como el de la filial Terra, los viajes en jet privado con diferentes compa?¨ªas...) para centrarse en el negocio de las telecomunicaciones, que era lo que tocaba. Ahora, casi 16 a?os despu¨¦s de aquel relevo y al cumplirse un a?o del fallecimiento de su esposa (Ana Cristina Placer) ha decidido dejar el cargo pudiendo presumir (aunque no lo har¨¢) de haber tenido ¨¦xito en su misi¨®n.

En este periodo, Telef¨®nica ha extendido su presencia a m¨¢s de 20 pa¨ªses (entonces los ingresos en el exterior no llegaban al 50%, hoy se acercan al 75%), ha pasado de 68 a 322 millones de clientes y se ha adaptado a las exigencias de los tiempos modernos diversificando el negocio. La primera decisi¨®n de alcance tomada por Alierta fue la de orientar la empresa a la integraci¨®n de servicios y a los negocios clave de las telecomunicaciones. Tambi¨¦n fue el primero en reconocer que los pagos realizados por las licencias UMTS, en su d¨ªa tan valoradas durante la burbuja tecnol¨®gica, hab¨ªan sido excesivos. Por ese motivo, decidi¨® limpiar el balance de activos supravalorados.

Fue esa medida, que copiaron otras competidoras europeas, la catapulta que sirvi¨® para lanzar la compa?¨ªa a operaciones de expansi¨®n, tales como la compra de los activos de la compa?¨ªa estadounidense Bell South en Latinoam¨¦rica, que fortalecer¨ªa el crecimiento iniciado en la etapa de C¨¢ndido Vel¨¢zquez como presidente en la regi¨®n, y la entrada en China (Alierta es miembro del consejo de administraci¨®n de China Unicom). Luego vendr¨ªa la compra de operadores europeos como O2 en el Reino Unido o la checa Cesky Telecom que luego vender¨ªa y otras operaciones, sobre todo en Brasil, donde adquiri¨® Vivo y m¨¢s recientemente GVT, que permitieron el desarrollo de Movistar como marca de operador m¨®vil y consolidarse en fijo.

Poco a poco la ahora octogenaria Compa?¨ªa Telef¨®nica Nacional de Espa?a, que naci¨® en tiempos de la dictadura de Primo de Rivera, se hab¨ªa convertido en l¨ªder internacional y referencia en el sector. La expansi¨®n de los primeros a?os y la revisi¨®n de la cartera de activos, no obstante, fueron fundamentales para la posterior consolidaci¨®n, ya que permitieron mejorar la flexibilidad financiera y fraguarse tanto en Europa como en Am¨¦rica. Para Alierta, se ha basado "en una oferta de servicios diferencial", para lo que fue necesario acometer un proceso de inversi¨®n que en algunas ocasiones fue criticado por el alto coste que supon¨ªa. En total, el grupo ha invertido m¨¢s de 100.000 millones de euros en este periodo. En ese contexto, cuenta la adaptaci¨®n al ecosistema digital. Para este a?o, precisamente, Alierta se comprometi¨® a acelerar "el crecimiento y la monetizaci¨®n de datos, maximizar las eficiencias e impulsar las capacidades de innovaci¨®n el Big Data". En ese contexto se puede incluir la adquisici¨®n de la citada GVT, E-Plus y Digital +. La primera ha convertido Brasil en el principal mercado de Telef¨®nica; la segunda la hace en la primer operadora m¨®vil de Alemania y Digital + completa su posici¨®n en Espa?a.

C¨¦sar Alierta es hoy uno de los empresarios espa?oles m¨¢s internacionales, con varios reconocimientos y la presencia de la empresa que preside en el ¨ªndice Dow Jones Titans 50 de Nueva York. Pero este hombre no se circunscribe solo a Telef¨®nica. M¨¢s all¨¢ de su vinculaci¨®n al PP, ha sabido mantenerse equidistante de determinismos pol¨ªticos, cosa que no ha ocurrido con otros de su misma camada de agentes de Bolsa a los que el PP coloc¨® en grupos p¨²blicos en 1996. Esa flexibilidad le ha permitido mantener buenas relaciones con los siguientes Gobiernos, tanto con el socialista de Rodr¨ªguez Zapatero como el popular de Mariano Rajoy.

El buen talante de este hombre, al que le ha gustado muy poco prodigarse en los medios informativos, se ha mostrado en el reconocimiento a sus antecesores en el cargo y el apoyo a eventos sociales, econ¨®micos, pol¨ªticos, culturales y deportivos. Asimismo, ese compromiso le ha llevado a erigirse en gozne entre el territorio pol¨ªtico y el econ¨®mico y a encabezar iniciativas de apoyo al crecimiento. Es el caso del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), el grupo fundado en 2011 a partir del Instituto de la Empresa Familiar y varias empresas de las m¨¢s importantes del territorio patrio y que preside desde entonces. El CEC, que tiene el objetivo de respaldar con propuestas las medidas de mejora de la competitividad de la empresa espa?ola, as¨ª como el fortalecimiento de la confianza internacional, y Alierta en particular se significaron con acciones para realzar la marca Espa?a en el mundo. Tambi¨¦n Alierta se ha preocupado por mantener el hilo de uni¨®n de la gran empresa con la patronal CEOE, que hab¨ªa quedado deteriorado tras el paso de Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n por su presidencia.