As¨ª consiguieron trabajar en Google, y no sab¨ªan nada de tecnolog¨ªa
La ¨²nica sede de la tecnol¨®gica en Espa?a, ubicada en Madrid, cuenta con 200 empleados. La media de edad es de 32 a?os
Las preguntas extra?as en los procesos de selecci¨®n de Google no son un mito. Calcular cu¨¢ntas pelotas de ping pong caben en el interior de un autob¨²s de dos plantas era hasta hace unos a?os una de las pruebas de l¨®gica que el candidato deb¨ªa resolver in situ frente a su entrevistador. El objetivo era analizar su habilidad para salir airoso de un problema desconocido. El tema suscit¨® tal inter¨¦s que en 2012 el autor estadounidense William Poundstone public¨® el best seller Are you Smart enough to work at Google? (en espa?ol, ?eres suficientemente inteligente para trabajar en Google?), una gu¨ªa en la que desglosaba algunos de los retos de l¨®gica m¨¢s frecuentes planteados por la tecnol¨®gica en sus entrevistas.
En abril de 2015 el m¨¢ximo responsable de recursos humanos de Google, Laszlo Bock, lanz¨® Work Rules, un libro en el que aseguraba que ese tipo de preguntas no serv¨ªan para predecir el comportamiento de los candidatos en sus futuros puestos de trabajo. En su lugar, la compa?¨ªa emplear¨ªa otros m¨¦todos avalados por investigaciones para tratar de detectar las posibles reacciones de los entrevistados ante situaciones reales.
Las cuatro entrevistas personales para entrar en Google
Para acceder a los procesos de selecci¨®n hay que analizar los puestos que se ofertan en la web Google Careers y enviar los documentos solicitados. En caso de que el perfil les encaje, la primera criba se efect¨²a mediante una llamada telef¨®nica en ingl¨¦s.
Si el candidato supera esa prueba, pasa a la siguiente fase integrada por cuatro entrevistas personales. Cada una de ellas ser¨¢ conducida por un empleado de Google, normalmente el responsable del departamento del puesto ofertado, el jefe de ese empleado, alguna persona con una posici¨®n similar y otra de un departamento distinto. En cada una de estas pruebas, que las realizan empleados de diferentes nacionalidades y g¨¦nero, se mide una habilidad concreta:
- Googleyness: se analiza la capacidad del candidato para encajar en la cultura corporativa de la compa?¨ªa. Se mide su predisposici¨®n para el trabajo en equipo o para el aprendizaje aut¨®nomo, entre otras.
- General cognitive ability: consiste en una serie de preguntas sobre posibles retos y vulnerabilidades relacionados con el mundo de los negocios para analizar la capacidad de razonar e hilar argumentos l¨®gicos del candidato.
- Liderazgo: se centra en analizar su capacidad de movilizar al resto del equipo. Se le pregunta por situaciones concretas en las que lider¨® la gesti¨®n de una crisis corporativa o gestion¨® un equipo para resolver un problema concreto.
- Conocimiento t¨¦cnico del trabajo a desempe?ar: en palabras del director de recursos humanos de Google Espa?a, Javier Mart¨ªn, esta cuarta entrevista es la que menos cuenta a la hora de seleccionar a un candidato.
Tambi¨¦n se puede acceder a las ofertas para la realizaci¨®n de pr¨¢cticas en las diferentes sedes internacionales en esta web.
Hoy, esa prueba, conocida como General Cognitive Ability, sigue siendo parte del proceso, pero ahora est¨¢ m¨¢s enfocada a la realidad del mundo de los negocios, explica Javier Mart¨ªn, director de recursos humanos de Google Espa?a. Preguntar cu¨¢ntos aviones sobrevuelan el cielo de Madrid en hora punta es una de las opciones. ¡°No se busca una respuesta exacta, sino ver c¨®mo piensa y razona el candidato y su capacidad para identificar las variables. En el caso de los aviones, puede hacer referencia al n¨²mero de compa?¨ªas a¨¦reas que operan en el pa¨ªs o a las conexiones del aeropuerto de Barajas¡±, apunta Mart¨ªn.
Quienes se plantean incorporarse a Google, tienen que saber que no hace falta ser un experto en tecnolog¨ªa. "Hay muchos graduados que no se presentan a los procesos de selecci¨®n por ideas preconcebidas que no son ciertas. No contratamos solo a ingenieros inform¨¢ticos ni a frikis de la tecnolog¨ªa", a?ade el director de recursos humanos. Cada a?o la tecnol¨®gica recibe a escala internacional una media de 2,5 millones de inscripciones a sus ofertas de empleo.
Imprescindible es tener un buen dominio de ingl¨¦s, de hecho la primera entrevista es telef¨®nica y en ese idioma. ¡°Una de nuestras normas es que la nacionalidad del entrevistador debe ser distinta a la del candidato¡±, se?ala Mart¨ªn. Los 200 empleados de la sede de Google en Espa?a, que abri¨® sus puertas en 2005 en la planta 26 del rascacielos Torre Picasso en Madrid, realizan m¨¢s del 50% de sus comunicaciones diarias en ingl¨¦s.
En Google no se entra enviando el curr¨ªculum y llamando insistentemente a sus oficinas. Solo se puede optar a las vacantes que oferta la compa?¨ªa en la web?Google Careers, en la que se pueden hacer b¨²squedas personalizadas y filtrar por ciudad o departamento.
Adem¨¢s de las famosas instalaciones con salas provistas de hamacas para el descanso, futbolines y comida gratuita en cualquier momento del d¨ªa, en Google se pueden realizar estancias de tres meses en cualquiera de sus 70 sedes internacionales, localizadas en 40 pa¨ªses, o pedir el traslado. En 2015, el 10% de la plantilla de Espa?a opt¨® por esa opci¨®n. "Incentivamos a los empleados a que cada dos a?os cambien de rol y para ello les formamos constantemente. Cada trabajador recibe al menos 10 horas de cursos al mes. Avanzan al ritmo de la tecnolog¨ªa", asegura Mart¨ªn.
El perfil de cuatro trabajadores espa?oles de la sede de Madrid demuestra que se puede acceder con una licenciatura de letras o sin apenas conocimientos de tecnolog¨ªa. Estas son sus historias.
Fran Ruiz (49 a?os), director de relaciones internacionales
Nunca pens¨¦ que lo conseguir¨ªa; soy de letras puras
El 24 de agosto de 2006, la portada de The Economist le hizo replantearse su carrera. El tema de apertura Who killed the newspaper (en espa?ol, qui¨¦n mat¨® al peri¨®dico) vaticinaba el fin del periodismo impreso en 2043. Tras m¨¢s de 19 a?os como periodista en varios medios nacionales, Fran Ruiz decidi¨® ampliar su perfil profesional. Dos a?os m¨¢s tarde, se matricul¨® en un curso de econom¨ªa y gesti¨®n de empresas de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, de tres meses de duraci¨®n. Pidi¨® permiso a su peri¨®dico, en ese momento la Gaceta de los Negocios, y la empresa se hizo cargo del coste de matr¨ªcula, unos 4.500 d¨®lares, y le mantuvo el sueldo durante la estancia.?
Ese viaje cambi¨® su rumbo. Le fich¨® una consultora italiana de relaciones internacionales para su sede de Madrid y un a?o y medio despu¨¦s fue seleccionado por Google. "Pas¨¦ siete entrevistas y en ninguna de ellas me hicieron preguntas raras. Se centraron en analizar mi capacidad de resoluci¨®n de problemas y de liderazgo", cuenta. No se esperaba de ¨¦l que tuviese nociones b¨¢sicas de programaci¨®n ni que supiese c¨®mo gestionar los productos de la compa?¨ªa.
"Hay que creer en uno mismo y ponerse las pilas con los idiomas, eso es lo m¨¢s importante", recalca Ruiz, que acaba de cumplir seis a?os en Google, durante los que ha realizado estancias temporales en las sedes de California, Londres, Dubl¨ªn y Par¨ªs. "En esta empresa te aval¨²an cada seis meses en funci¨®n de los objetivos que alcanzas, son muy exigentes pero se preocupan mucho de tu crecimiento profesional".?
Miquel Tr¨ªas (32 a?os), analista
No lo hab¨ªa intentado antes porque no soy graduado en Inform¨¢tica
"La escala temporal en Google es totalmente diferente a la de otras empresas. Cada seis meses hay cambios y tu ritmo de aprendizaje es brutal". Miquel Tr¨ªas, que se incorpor¨® a la tecnol¨®gica hace tres a?os, es graduado en F¨ªsica y el primer estudiante de doctorado de ondas gravitacionales en Espa?a. "Google siempre hab¨ªa sido el top, pero no lo hab¨ªa intentado antes porque pensaba que solo entraban inform¨¢ticos".
Tras finalizar el doctorado, curs¨® un m¨¢ster en direcci¨®n de empresas. "Me di cuenta de las pocas posibilidades que brinda Espa?a para la carrera investigadora y tom¨¦ otro camino", explica.
De las entrevistas en Google recuerda que no se centraron en sus conocimientos espec¨ªficos, sino en su capacidad resolutiva. "Durante los cinco a?os de carrera aprend¨ª a enfrentarme a problemas complicados y a dise?ar soluciones creativas. De eso va la f¨ªsica y eso fue lo que valoraron". En la sede de Espa?a la mayor¨ªa de empleados se dedica a la parte de estrategia de negocio digital, y Miquel ya tiene la vista en Estados Unidos, donde se concentran la mayor¨ªa de departamentos de innovaci¨®n. "En un par de a?os me gustar¨ªa sumarme al equipo de inteligencia artificial".
Ana?s P¨¦rez (32 a?os), directora de comunicaci¨®n
No ten¨ªa experiencia en el campo tecnol¨®gico
A Ana?s P¨¦rez la seleccionaron para unas pr¨¢cticas en el departamento de comunicaci¨®n de Google apenas unos a?os despu¨¦s de su graduaci¨®n. Era 2007 y hab¨ªan pasado dos a?os desde la apertura de la sede de la tecnol¨®gica en Madrid. "No ten¨ªa experiencia en el campo tecnol¨®gico, pero buscaban a alguien que entendiese c¨®mo funcionan los medios tradicionales y que supiese crear contenidos noticiables".
Tras licenciarse en Periodismo por la Universidad Carlos III, realiz¨® pr¨¢cticas en Telecinco y la Cadena Ser y dio el salt¨® a M¨¦xico gracias a una beca del Banco Santander. Se incorpor¨® durante un a?o a un peri¨®dico local de Tehuac¨¢n. "Mi principal reto cuando llegu¨¦ a Google era traducir un lenguaje y unos conceptos ininteligibles para los periodistas". Siete a?os y medio despu¨¦s, fue nombrada directora de comunicaci¨®n.
Durante la carrera, Ana?s mejor¨® su ingl¨¦s con dos estancias de tres meses en Irlanda y Londres. "Cuando entras en Google el ritmo de aprendizaje del ingl¨¦s se multiplica y en pocos meses eres perfectamente capaz de comunicar cualquier asunto".
Carmen Garc¨ªa (32 a?os), manager de cuentas estrat¨¦gicas
Ten¨ªa que reinventarme y encaj¨¦ en Google
El perfil de Carmen Garc¨ªa destaca por su experiencia internacional. Graduada en Ingenier¨ªa Industrial por ICAI, curs¨® un MBA en la India y trabaj¨® durante m¨¢s de un a?o en la banca en Nueva York. "Por cuestiones personales regres¨¦ a Madrid y decid¨ª intentarlo en Google".?
Carmen cree que la seleccionaron por su experiencia en el campo de los negocios y por su esp¨ªritu de reinvenci¨®n. En su curr¨ªculum tambi¨¦n constaba un a?o y medio de trabajo en una startup y casi dos a?os en la consultora Deloitte. "En la carrera de ingenier¨ªa falta formaci¨®n en negocio, es la carencia de casi todos los ingenieros", opina. A diferencia del resto de empresas en las que ha trabajado, cree que en Google se fomenta el cambio de rol y la puesta en marcha de nuevas ideas sin miedo al fracaso. "Te permiten arriesgar. Su filosof¨ªa es la de probar y medir los resultados. Es muy dif¨ªcil caer en la monoton¨ªa o aburrirse".
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